El banco central de China enfría las caídas del yuan
Emisor aseguró que mantendrá su cotización estable y a un nivel equilibrado.
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El gobernador del banco central de China ha salido al paso de los mínimos de un año en el yuan al asegurar que mantendrá su cotización estable y a un nivel equilibrado.
La tasa de cambio de la divisa china frente al dólar cerró hoy en 6,64 yuanes, lo que supone una caída de 340 puntos básicos y un nuevo mínimo desde agosto de 2017.
Yi aseguró en declaraciones al diario financiero China Securities Journal que utilizará las herramientas políticas necesarias y su experiencia para "mantener la estabilidad básica de la tasa de cambio del renminbi (yuan) en un nivel razonable y equilibrado".
Precisó además que la política monetaria de su institución seguirá siendo neutra y prudente, que avanzará en la reforma del sistema de cambio de divisas y que jugará un importante papel en las políticas de regulación macroeconómica.
"Ha habido algunas fluctuaciones en el mercado de divisas recientemente y estamos siguiéndolas de cerca. Esto se debe principalmente a factores como la fortaleza del dólar y la incertidumbre externa, así como a algunos comportamientos cíclicos", explicó.
El gobernador lanzó un mensaje de tranquilidad al mercado y defendió que los pilares de la economía china son sólidos.
En concreto, destacó que los riesgos financieros son controlables, se está acelerando la transformación económica hacia un modelo de desarrollo de alta calidad, la balanza de pagos con el exterior es estable y los flujos de capital a otros países están equilibrados.
En el año 2005 China decidió desvincularse del dólar y desde entonces aplica un régimen cambiario de flotación controlada con referencia a una cesta de monedas. "La eficiencia del sistema se ha probado a lo largo de muchos años de práctica, y seguiremos rigiéndonos por él", apuntó Yi.
El anterior gobernador de la institución, Zhuo Xiaochuan, intentó que el país asiático abandonara este sistema para fomentar la internacionalización de su divisa al cambiarse yuanes por dólares u otras divisas internacionales, pero fue una propuesta que no obtuvo el respaldo del Ejecutivo.
La caída que ha sufrido la divisa china en los últimos días se relaciona con la tensión comercial creciente entre Pekín y Washington, ya que refleja la desconfianza de los inversores por el impacto que una guerra arancelaria podría tener en la economía del gigante asiático.
Un yuan más débil, además, podría compensar los aranceles a la importación de productos chinos que Estados Unidos empezará a aplicar desde el próximo viernes y evitaría una caída del volumen de exportaciones chinas.