Tesoro de EEUU presenta reforma a las regulaciones bancarias de la era Obama
Incluye ajustes a los test de esfuerzo anuales, flexibilizar reglas de trading y reducir los poderes del supervisor de las finanzas de los consumidores.
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La administración Trump quiere echar por tierra otro de los íconos de la era Obama. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, presentó un plan de reforma a la regulación bancaria, que busca reducir, aunque no eliminar, muchas de las restricciones que fueron impuestas en Wall Street después de la crisis financiera.
Los cambios, contenidos en un informe divulgado el lunes en la noche, incluyen ajustar las pruebas de esfuerzo anuales que evalúan si los prestamistas pueden soportar crisis económicas, flexibilizar algunas reglas de trading y reducir los poderes del supervisor que controla las finanzas de los consumidores.
El Tesoro dijo que su plan estaba diseñado para impulsar los préstamos y el crecimiento del empleo al hacer que la regulación sea “más eficiente” y menos pesada. A diferencia de la ley aprobada la semana pasada por parlamentarios republicanos, el informe pide que la mayoría de las reglas de la era Obama sean reducidas, no eliminadas.
“Una regulación correctamente estructurada del sistema financiero de EEUU es crítica para alcanzar la meta de la administración de un crecimiento económico sostenido y para crear oportunidades para todos los estadounidenses”, dijo Mnuchin en un comunicado.
La revisión del Tesoro, que fue solicitada por el presidente Donald Trump a través de una orden ejecutiva en febrero, abre un nuevo frente en el impulso desregulatorio de la Casa Blanca.
Las acciones de grandes bancos como Goldman Sachs y Morgan Stanley subieron ayer en la mañana, impulsadas por la esperanza de que las instituciones se beneficien de estándares de capital y liquidez más relajados, y de una siupervisión más suave bajo el nuevo régimen. Los críticos del marco regulatorio de la era Obama han argumentado que fue demasiado lejos en sus esfuerzos de controlar a los grandes bancos, ahogando la oferta de crédito a los hogares y las pequeñas empresas.
Oposición en el Congreso
Algunas de las recomendacones van requerir el apoyo del Congreso, lo que no será fácil, dada la fuerte oposición del Partido Demócrata en el Senado a una mayor flexibilidad de la reglamentación a la banca y a una agenda legislativa copada.
Los demócratas, que argumentan que la ley Dodd-Frank es vitar para mantener a Wall Street en regla después de las operaciones riesgosas que ayudaron a colocar a la economía estadounidense cerca del colapso en 2008, se apuraron en criticar el informe diciendo que defiende los intereses de la banca.
“Muchos trabajadores estadounidenses aún no se han recuperado totalmente de la crisis financiera, y Washington debería enfocarse en protegerlos haciendo que Wall Street sea responsable, no obedeciendo sus órdenes”, dijo el senador demócrata Sherrod Brown, del comité de Banca de la cámara alta, en un comunicado.
Pero varias de las propuestas de Mnuchin pueden ser implementadas por un nuevo conjunto de reguladores en las agencias del sector. Trump ya nominó a un aliado de Mnuchin cercano a la banca para que lidere la Oficina del Controlador de la Moneda, y nuevos jefes de supervisión serán designados en la Reserva Federal y en la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, su sigla en inglés).
Fiscal general niega haberse coludido con Rusia durante la elección de 2016
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se convirtió ayer en el oficial de mayor rango de la administración de Donald Trump en testificar ante el Senado por la presunta colusión de la campaña republicana con el gobierno ruso antes de las elecciones.
El funcionario, quien hace meses tuvo que inhabilitarse de tomar decisiones en torno a las indagatorias sobre la influencia rusa en las elecciones, señaló que la idea de que él fue parte del esquema "es una mentira detestable y horrorosa". Añadió que no discutió con autoridades del Kremlin sobre "tipo de interferencia alguno" en los comicios de noviembre.
Los senadores del comité intentaron presionar a Sessions para que revelara si, en discusiones privadas con Trump, se debatió el abrupto despido del director del FBI, James Comey, quien lideraba una investigación sobre la influencia rusa en las elecciones. El funcionario se rehusó a contestar esas preguntas.
"No puedo y no violaré mi deber de proteger las comunicaciones confidenciales que tuve con el presidente", señaló, en sus declaraciones iniciales. Su negativa llevó al senador demócrata Martin Heinrich a decirle que está "impidiendo esta investigación" y a su colega Ron Wyden a acusarlo de "ofrecer una pared" ante las preguntas. Sessions solo señaló que buscaba seguir "los pasos históricos del Departamento de Justicia".
La semana pasada, Comey insistió en sus acusaciones de que el presidente le exigió "lealtad" y que le pidió que "dejara pasar" las indagatorias contra uno de sus cercanos, el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien tuvo contactos con el Kremlin durante la campaña y no los reveló a sus superiores.
La interferencia del gobierno ruso en las elecciones estadounidenses es investigada por el fiscal especial Rob Mueller, exdirector del FBI, quien fue designado tras la salida de Comey. Sessions aseguró que tiene confianza en Mueller, pese a que cercanos a Trump han dicho que el presidente piensa despedirlo.