Bernie Sanders regresa para desafiar a Trump como la ficha izquierdista de los demócratas
Su segunda postulación surge un día después de que el presidente Donald Trump arremetiera contra el socialismo. “EEUU nunca será un país socialista”, dijo.
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El senador estadounidense Bernie Sanders volverá a intentar llevarse la nominación del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2020, sumándose así a una larga lista de aspirantes que buscan desafiar a un Donald Trump convencido de que “el socialismo no se instalará nunca en el país”.
El autodenominado demócrata socialista, que libró una sorprendente competencia contra Hillary Clinton al defender programas políticos progresistas como el Medicare de Barack Obama, reveló ayer su aspiración y arremetió de inmediato contra el jefe de Estado republicano.
“Creo que el actual ocupante de la Casa Blanca es una vergüenza para nuestro país. Creo que es un mentiroso patológico”, dijo en una entrevista con la radio pública de Vermont. “También creo que es un racista, un sexista, un homófobo, un xenófobo, alguien que está ganando puntos políticos baratos al tratar de elegir minorías, a menudo inmigrantes indocumentados”.
Su ingreso a la contienda deja la puerta abierta para una álgida y controvertida campaña, llena de señalamientos y calificaciones con Trump quien, horas antes, había lanzado duras críticas a la izquierda en un discurso frente a la comunidad venezolana en Florida.
Por momentos, el mandatario se dirigió más a su base de votantes que a la audiencia, al asegurar que “EEUU nunca será un país socialista. Somos y seremos un país libre”.
Segundo intento
En 2016, Sanders remeció el establishment del partido al apropiarse del apoyo del ala liberal demócrata y de la gente joven, dando inicio a un movimiento más cercano a la izquierda que introdujo en la arena política a líderes progresistas como la representante por Massachussetts, Alexandria Ocasio-Cortez.
Ahora, el senador inicia una carrera con una larga lista de ventajas potenciales: maneja a su favor una masiva lista de correos electrónicos de simpatizantes, un historial comprobado de pequeñas recaudaciones de fondos y asesores veteranos que hace tres años ayudaron a trazar el camino hacia la victoria de estados clave como New Hampshire.
“Hace cuatro años, no habríamos soñado nunca con hablar de un ‘Medicare para todos’, un salario mínimo de US$ 15 o un ‘Green New Deal’. La campaña de Bernie Sanders es la que puso esos temas en primer plano”, aseguró su exasesor Chuck Rocha.
Esa forma de abordar los temas sensibles ha llevado a que muchos simpatizantes del Partido Demócrata consideren votar por el legislador.
Según una encuesta de Morning Consult, del 12 de febrero, Sanders se ubica en el segundo lugar, pues los votantes lo consideran un aspirante consistente.
El sondeo arrojó que un 22% evalúa votar por él, frente a un 29% que dijo que lo haría por el exvicepresidente Joe Biden, aunque aún no ha declarado oficialmente su postulación.
Carrera de desafíos
Ese será uno de los principales desafíos del senador quien se enfrenta en esta oportunidad a condiciones completamente distintas a las de hace tres años: una mayor cantidad de rivales y muchas figuras haciendo eco de sus mismas propuestas económicas en la búsqueda del voto de las mujeres, jóvenes y las minorías.
La lista ya incluye al menos una docena de políticos, entre los que destacan sus compañeros del Congreso Cory Booker, Kamala Harris, Amy Klobuchar y Elizabeth Warren, y se espera que se sumen Biden y el empresario Michael Bloomberg, entre otros.
Por ello, Sanders -quien además tendrá 79 años al momento de las elecciones- ha empezado a prometer que ésta será una campaña “muy diferente”, en la que armará con sus partidarios un gran movimiento de base amplia para combatir los intereses particulares que, según dice, han pasado a dominar al Ejecutivo y a la política.
“Nuestra campaña se trata de crear un gobierno y una economía que funcione para la mayoría, no sólo para unos pocos”, aseveró.