La apuesta por nuevas cepas para un mercado más exigente
Como respuesta a los consumidores de mercados extranjeros, las viñas nacionales están innovando con nuevas producciones de vino en sus líneas de alta gama. Algunas se usan puras y otras funcionan en ensamblajes, aportando su aroma, color y sabor.
- T+
- T-
Gewürztraminer, Mourvèdre y Riesling son algunas de las cepas que han comenzado a producir las viñas nacionales para satisfacer a los consumidores alrededor del mundo.
Ésto porque los amantes del vino se han vuelto cada vez más exigentes y arriesgados a la hora de probar nuevos sabores, pero también como una manera de renovar la imagen vitivinícola de Chile, ya que el país era visto como sinónimo de cepas como Cabernet Sauvignon, Merlot o Carménère.
En 1982, los dueños de Terramater fueron pioneros en importar Zinfandel desde Estados Unidos. Ese año iniciaron la introducción de esta variedad en Isla de Maipo.
Alfredo Schiappacasse, gerente general de esta viña, explica que el proceso no fue simple. Tuvieron que experimentar y asesorarse con entendidos del país del norte, hasta que hace 10 ó 12 años lograron la calidad deseada.
El ejecutivo añade que la Zinfandel es una cepa tinta fácil de tomar, que no tiene astringencia y puede ser mezclada con un pequeño porcentaje de Syrah. Además, tiene la particularidad de poder ser vinificada como un blanco -rosado en realidad-, que es muy cotizada en EEUU.
Esta viña también produce Sangiovese, que se usa como blend con Cabernet. Esta uva de origen italiano también se cosecha en Isla de Maipo, donde la escasa riqueza del suelo da pie a una cepa menos exuberante, que logra un vino ligero y una acidez que, según Schiappacasse, combina a la perfección con comidas italianas.
Petit Verdot
El Petit Verdot es otra variedad tinta que están produciendo viñas como Pérez Cruz, Sutil Family Wines (SFW) y Errázuriz.
Su lugar de origen es Burdeos, Francia y acá en Chile se encuentra en el Valle de Colchagua y en el Maipo Alto.
Se usa principalmente como ensamble, en una porción no mayor al 10%, logrando aportar color, aroma y acidez a la cepa dominante.
Germán Lyon, enólogo jefe de Viña Pérez Cruz, cuenta que en su línea Chaski innovaron con una producción monovarietal que destaca por su acidez e intensidad.
El Tempranillo y el Mourvedre son las dos variedades tintas más importantes de España.
SFW optó por producirla en la zona de Cauquenes, en la región del Maule, mientras que la Viña Errázuriz lo hace en el Valle de Aconcagua.
Además, en las mismas zonas ambas firmas tienen pequeñas siembras de Grenache o Garnacha, una cepa que no es tan nueva en el plano local.
Por su parte, Francisco Juanicotena, jefe agrícola de la zona norte de Viña Errázuriz explica que escogieron un cerro de Aconcagua, que mira hacia la cordillera para sembrar sus viñedos, donde consiguen pequeños volúmenes de vino de estas variedades, los que exhiben una alta calidad.
En viña Santa Rita optaron por el Cabernet Franc, al igual que SFW y Errázuriz. Esta variedad tinta es usada tanto en solitario, como la versión 120 Cabernet Franc, de Santa Rita, así como en ensambles. Este último es el caso de Acrux de SFW, donde lo mezclan con Petit Verdot.
Viña Errázuriz además tiene variedades como el Marsanne y Rousanne en Quillota; y Marselan en Aconcagua.
Raimundo Albarrán, subgerente de marketing de esta última productora, comenta que debido a que estas cepas son muy aptas para su uso en mezclas y por la gran calidad que han obtenido en sus cultivos, las están usando en sus vinos The Blend Collection Red y White.
En éstos, el enólogo de la viña, Francisco Baettig, escoge las cepas cada año para lograr mezclas innovadoras.
Cepas blancas
Viña Cono Sur también ha hecho lo propio con sus cepas blancas. La variedad Gewürztraminer proviene de Francia, y Riesling de Alemania.
Éstas son cepas aromáticas de alta intensidad y personalidad, que se adaptan perfectamente a los climas fríos de la región del Biobío.
A ellas se suma el Viognier, que se caracteriza por sus notas de damasco y durazno y que también lo produce la Viña Errázuriz en Quillota.
Algunos territorios más hacia el sur también están comenzando a ser explorados por pequeños grupos de viñateros.
El enólogo de SFW, Óscar Salas, explica que más al sur, cerca de Osorno o Temuco, hay pequeñas viñas de este tipo, pero que es difícil prosperar con proyectos más grandes por el viento y la lluvia, que pudren las plantas. A ello se suma el costo mayor de mantención de estos viñedos.
Principalmente para Exportación
En Sutil Family Wines explican que Chile ha sido reconocido por sus vinos tintos, pero que eso mismo ha llevado a que deban renovarse para hacerse un espacio en los mercados extranjeros.
El vocero de esta viña cuenta que el destino más exigentes es principalmente Estados Unidos. "Ellos han hecho un switch y nos están pidiendo más de estas categorías nuevas, sobre todo los más jóvenes", dicen.
Además cuenta que no más del 5% de su producción se queda en el mercado local.
En viña Errázuriz la situación es similar. Raimundo Albarrán, subgerente de marketing, explica que su producción va a mercados como Reino Unido y Europa y el precio para la caja de 12 unidades llega a US$ 250 FOB.
En Terramater tienen una producción cercana a las 18 mil cajas entre las variedades de Sangiovese y Zinfandel y un 80% de ellas va a destinos como Rusia o Japón, que según el gerente general de la viña, respondería a que son mercados menos conocedores, están más dispuestos a probar cosas nuevas.
Todos coinciden en que estas cepas se destinan a la producción de vinos de la más alta categoría, desde reserva hasta premium y que los resultados se verán a largo plazo.
El caso del carignan
El Carignan es una cepa tinta de origen francés. Fue introducida en la zona sur del país alrededor del año 1939. En la industria explican que el mejor desempeño de esta variedad se logra en plantas con más de 30 años.
En un principio esta uva se usó en ensamblajes con la cepa País, pero hace aalgunos años se produce en forma pura o en solitario, dando como resultado vinos de gama premium, que principalmente se destinan a la exportación.
Derek Mossman, director de la agrupación VIGNO que reúne a aproximadamente 13 viñas que producen vinos carignan, destaca el éxito registrado estos mostos locales.
Entre las producciones de esta variedad destaca El León, de viña de Martino, reconocido recientemente con 95 puntos por The Wine Advocate.