El legado de Eduardo Pollak, presidente de Tricot que falleció por Covid en Nueva York
El empresario lideró la transformación de la empresa familiar, que debutó en bolsa en 2017, y que actualmente tiene 100 tiendas dedicadas a vestuario y 24 locales de venta de electrónica menor entre Arica y Punta Arenas.
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La noticia generó impactó en la industria del comercio: el miércoles en la noche, falleció a causa del coronavirus Eduardo Pollak Ben-David, presidente de la cadena de tiendas de ropa Tricot. El empresario murió en Nueva York, donde se encontraba desde diciembre pasado por asuntos personales.
La noticia sorprendió a muchos en la colonia judía, de la cual el empresario era un activo participante, así como a directivos de las empresas de retail del país, dado que Pollak, destacan altos ejecutivos, era una persona muy activa y saludable.
También asombró a sus compañeros de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Chile, donde realizó un magister en Finanzas, quienes coincidieron en destacarlo como una persona íntegra y generosa.
Junto a su padre Jaime Pollak Ganz (quien falleció en 2009 a los 84 años), Eduardo fundó una biblioteca con el nombre del patriarca del clan en el Edificio de la Cultura del Círculo Israelita de Santiago, en La Dehesa, en 2011.
Además, junto a sus hermanos y su madre Yoná Ben-David dieron vida al Museo Interactivo Judío de Chile.
Los orígenes del clan
En el ámbito de los negocios, el empresario lideró la transformación de la empresa familiar Tricot, que debutó en bolsa en 2017, y que actualmente tiene 100 tiendas dedicadas a vestuario y 24 locales de venta de electrónica menor, todas repartidas entre Arica y Punta Arenas.
Pollak es reconocido en la industria del retail chilena como el precursor del fast fashion en el país, un modelo que había sido desarrollado por el español Amancio ortega, controlador de Zara. Esta estrategia se fundamenta en temporadas muy cortas con lo cual se aumenta el número de visitas a las tiendas.
De hecho, el propio Eduardo Pollak reconoció que Zara fue su referente. Según decía, las tiendas por departamento están en retirada en el mundo, porque los metros cuadrados donde se ubican este tipo de establecimientos son caros, los márgenes son muy bajos y la compra online tiene cada día más fuerza.
Frente a esto, apostó a la moda rápida al mejor precio. Y obtuvo muy buenos resultados, hasta 2020, año en que -producto de la pandemia y las cuarentenas masivas- las utilidades de la compañía se desplomaron, aunque vivió un buen cuarto trimestre gracias al retiro de parte de los fondos de pensiones.
Sus rivales, principalmente las multitiendas, siguieron su apuesta. Pero al ser una compañía enfocada en vestuario, Tricot supo reaccionar más rápido.
La empresa partió a mediados de la década del 50, cuando la familia Pollak (originaria de la ciudad de Borsa, en la región de Transilvania, en Rumania) decidió lanzar su propia cadena de ropa, a la que denominó como Tricot, que significa tejido en francés.
“Los orígenes de las tiendas Tricot se remotan al área de ventas de la fábrica Textiles Pollak Hermanos. Ésta se especializaba en la elaboración de lanas y textiles que comercializaba fundamentalmente a nivel mayorista”, destacó la empresa en su Memoria 2020.
La cadena de tiendas debutó con un primer local en calle Monjitas, en el centro de Santiago y, a los pocos años, lanzó su plan de regionalización con una primera sucursal en Arica.
Los primeros pasos de Eduardo Pollak en la empresa los dio en 1984, específicamente en el área de sistemas. En esa época la firma era liderada por su padre Jaime y su tío Marcos.
En 1999, la compañía, siguiendo los pasos de las grandes empresas de retail chilenas, ingresó al negocio crediticio con su filial Tricard y, dos años después comenzó a otorgar avances en efectivo.
Ya en la década del 2000, la familia separó aguas: los Pollak Ben-David (Eduardo, Andrés, Henry y Dalia) se quedaron con Tricot y el resto del clan (los Pollak Friedman y Pollak Goidel) con Textiles Pollak y Bagir.
Tras este cambio en la estructura de propiedad de la cadena de tiendas de ropa, realizado en 2004, se profesionalizó su administración y se efectuó una reorganización comercial destinada a aumentar la comercialización de productos importados, reforzar el programa de marketing, racionalizar el nivel de inventarios y fortalecer el manejo del negocio financiero.
Contó con el apoyo de su brazo derecho y amigo, el gerente general de la empresa, Antonio Egidio, quien arribó a la compañía desde Ripley en 2004.
El futuro de la compañía
Un año antes, la firma había contratado una asesoría financiera y renegoció deudas bancarias. Pero, en 2007, se pagó anticipadamente el convenio con los bancos acreedores, producto de la reestructuración de pasivos del año 2003.
Luego se abrieron más locales, se llegó a un acuerdo con Visa para potenciar el negocio financiero y se materializó la apertura a bolsa de la compañía.
En su Memoria 2020, que no contó con la tradicional carta del presidente a sus accionistas, la empresa destacó que es un especialista en vestuario y accesorios de vestir.
“En la actualidad, como una forma de satisfacer las necesidades de los nuevos clientes y diversificar a la vez sus ingresos, Empresas Tricot ha complementado su oferta de productos de vestuario y calzado, con la inclusión de servicios financieros y la venta de electrónica menor en forma exclusiva a través de su cadena Tricot Connect”, señaló la firma, la cual destacó su importante crecimiento a través de los canales digitales.
“El e-commerce ha tenido un desarrollo, crecimiento y penetración récord en un año en que la pandemia (Covid-19) llegó para modificar los hábitos futuros de compra en la industria del retail”, sostuvo la empresa.