Central baja la tasa por cuarta vez este año tras un débil primer trimestre para la economía
Tipo rector quedó en 2,5%, su menor nivel desde septiembre de 2010. La señal es que hasta aquí llegarían los recortes.
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Con su cuarta baja de tasa de interés en el año se inscribió ayer el consejo del Banco Central. Mientras un sector del sistema financiero anticipaba dicho movimiento para junio, la autoridad optó sorpresivamente por otro recorte de 25 puntos base para dejar el tipo rector en 2,5%, el menor nivel desde septiembre de 2010.
Una señal más de la debilidad que enfrenta la economía nacional, lo que se ha traducido en una desaceleración no sólo de la actividad productiva sino que también de la misma variación de los precios internos. La inflación hoy se ubica en 2,7% en términos anuales, es decir, por debajo del 3% al que apunta idealmente el instituto emisor.
La entidad agregó que las expectativas a fines del horizonte de proyección -dos años- se ubican en torno a la meta. Una visión coherente con la moderación en el llamado mensaje o sesgo que entregó la autoridad a través del comunicado, el cual sugiere que hasta aquí podría llegar el estímulo monetario por ahora.
A diferencia de los textos anteriores, esta vez se planteó que “el Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias”.
Ya no hay mención a más flexibilidad sino que se vuelve a un tono más neutral.
“Por ahora, no vemos más movimientos en al menos dos o tres meses. Esperamos que el IPoM a revelarse a inicios de junio entregue luces sobre el tiempo que estima el consejo que la TPM permanecerá en 2,5%. No es descartable que incluso si la actividad e inflación ceden más de lo anticipado”, señaló el análisis de BBVA Research.
Lo anterior, por lo demás, parece congruente con la debilidad de la actividad económica y demanda, que -dijo el consejo- sigue en línea con el Informe de Política Monetaria de marzo. En ese entonces, redujo 50 puntos base su estimación de PIB para este año a un rango de 1% a 2%.
La evidencia de débiles meses
Ya el primer trimestre confirmó la pobreza en que está la actividad productiva local. De hecho, el Producto Interno Bruto (PIB) no cayó como se llegó a pensar a propósito de la huelga en Escondida, pero sólo se expandió 0,1% -la cifra más débil desde 2009-, según informaron ayer las Cuentas Nacionales del Banco Central.
El resultado coincidió con una aceleración de la demanda interna, que consiguió su mayor avance en seis trimestres tras subir 2,9%, impulsado por el aumento de 5,1% en el consumo del gobierno. El correspondiente a los hogares, en cambio, continuó desacelerándose y sólo creció 2%, el menor ritmo desde finales de 2015.
Pero mientras el PIB algo respiró, la formación bruta de capital fijo -un indicador clave de inversión- sumó su tercer trimestre de caídas (-2,4) arrastrada por la baja de 6% que anotó el ítem en construcción y otras obras.
Dado lo anterior, la inversión en capital fijo descendió a 20,7% del PIB en términos nominales y la inversión total quedó en 21,7% del PIB.
A nivel desagregado, la huelga de la minera Escondida corroboró su impacto en el sector de la minería y, en particular del cobre, los que acusaron contracciones de 13,8% y 14%, respectivamente. Esto, pese a que en un año el precio del metal rojo subió 20%.
El Banco Central destacó el dinamismo del sector pesquero, cuya actividad se incrementó 34%, comercio (5,5%) y servicios personales (4,3%).
La caída en la actividad minera tuvo un efecto directo en las exportaciones, que acentuaron la baja registrada en el trimestre anterior al descender 4,9%, mientras que las importaciones dieron una señal de recuperación al subir 4,2%, su mejor resultado en cuatro años.
¿Viene la recuperación?
Desde el gobierno, el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, reconoció que el bajo crecimiento “no nos puede dejar conforme” y reiteró que el panorama económico debiera mejorar hacia la segunda parte del año.
En esa línea, Santander destacó el mayor incremento del gasto interno y de las importaciones, resaltando que la caída en las exportaciones obedeció a un efecto puntual “que se irá revirtiendo gradualmente a lo largo del año”.
“Aunque lo peor ya pasó en términos de actividad, la recuperación será gradual”, puntualizó.
El economista de Nomura, Mario Castro, comparte la idea de que la economía ya tocó fondo y está lista para iniciar un proceso de recuperación cíclica en los próximos trimestres.