Banco Mundial enciende alerta por el aumento de la “pobreza” en educación que ocasiona la pandemia
Según el organismo, la pérdida de educación, capital humano y productividad se podría traducir en una caída de ingresos agregados a nivel regional de US$ 1,7 billones.
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Un llamado a actuar de manera inmediata para proteger el capital humano que se inicia en la edad escolar de las personas lanzó el Banco Mundial, ante el incremento de la “pobreza de aprendizaje” que está ocasionando la pandemia.
De acuerdo con el informe de la entidad “Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños: Los costos y la respuesta ante el impacto de la pandemia de Covid-19”, en América Latina y el Caribe el cierre masivo de colegios elevaría en un 20% dichos niveles, ocasionando una crisis educativa “sin precedentes”.
Para el organismo, los esfuerzos deben centrarse en asegurar el funcionamiento del sistema escolar, o de lo contrario la pobreza de aprendizaje -definida como el porcentaje de niños de 10 años incapaces de leer y comprender un relato simple- podría elevarse desde un 51% a 64,5% en la región. Esto equivale a 7,6 millones de niños y niñas que se sumarían a este tipo de pobreza.
“Esta es la peor crisis educativa jamás vista en la región y nos preocupa que podría tener consecuencias graves y duraderas para toda una generación, en especial entre los sectores más vulnerables”, advirtió el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe Carlos, Felipe Jaramillo.
Según el analisis, luego de un año escolar sin clases, los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria que no serán capaces de comprender adecuadamente un texto de moderada extensión aumentaría desde el 55% (que se registraba previo a la pandemia) al 71%. Y si los colegios permanecen cerrados por otros tres meses, ello se elevaría a 77%.
A esto se agrega que estas pérdidas de habilidades "no son iguales para todos", si no que afectan principalmente al quintil inferior en la escala de ingresos, lo que según el informe "podría haber ensanchado en un 12% la brecha socioeconómica en materia de resultados educativos"
Según estimaciones del organismo, “a futuro, la enorme la pérdida de educación, capital humano y productividad se podría traducir en una caída de ingresos agregados a nivel regional de US$ 1,7 billones”.
¿Qué hacer?
Ante esto, la recomendación del Banco Mundial es iniciar una reapertura “segura y efectiva” de los establecimientos educacionales, en donde las políticas que se adopten permitan “abrir sin inconvenientes” con el financiamiento necesario.
Por una parte, para Jaramillo “los gobiernos deben actuar en forma urgente para recuperar el terreno perdido y aprovechar la oportunidad para mejorar los sistemas educativos aprovechando nuevas tecnologías.”
Por otra, está el desafío de superar la barrera tecnológica que hay en la región, donde menos del 43% de las escuelas primarias y menos del 62% de los colegios secundarios tienen acceso a internet con fines pedagógicos. Esto, en el contexto de garantizar una educación bajo el modelo híbrido que mezcla clases presenciales y online, asumiendo la incertidumbre que impone la evolución de la pandemia en cada país.
A largo plazo, el documento pone acento en construir sistemas educativos que sean más inclusivos, efectivos y resilientes.
“Hay numerosos ejemplos de programas eficaces, que podrían institucionalizarse y ser replicados en la región. Entre otros, sistemas de alerta temprana que permiten identificar a los estudiantes en riesgo de deserción como los implementados en Perú, Chile y Guatemala. Asimismo, hay sistemas de información y gestión educativa que están ofreciendo buenos resultados en muchos países, incluidos Colombia y Uruguay. Y las tecnologías adaptativas de aprendizaje que se emplean por ejemplo en Ecuador y la República Dominicana ayudan a impartir enseñanza al nivel apropiado”, señala el informe.
Para ver el informe completo aquí