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Valdés sufre su peor derrota: Cámara rechaza fórmula para salvar reajuste salarial de 3,2%

Por primera vez desde 1990, sueldos de trabajadores estatales y municipales no serán reajustados.

Por: | Publicado: Jueves 10 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Por N. V. Caviedes y L. Gómez

Fue probablemente la jornada más dura para el gobierno de Michelle Bachelet y, particularmente, para el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. Con 44 votos a favor, 28 en contra y 37 abstenciones -estas últimas se suman al rechazo-, la Cámara de Diputados echó por tierra el reajuste de 3,2% para los trabajadores del sector público. Con una votación similar, la Corporación reprobó también los bonos de término de conflicto.

Así, fracasó el llamado veto aditivo, la herramienta elegida por el gobierno para salvar el aumento salarial de los empleados del Estado, quienes -por primera vez desde 1990- se quedan con reajuste cero.

La historia no comenzó tan mal para el Ejecutivo. La comisión de Hacienda aprobó el veto aditivo con 8 votos a favor y 5 abstenciones. Parecía que el acuerdo político alcanzado horas antes en La Moneda entre el gobierno y los presidentes de partido de la Nueva Mayoría, tenía algún valor, algo que quedó descartado con el transcurrir de las horas.

El oficialismo no fue capaz de convencer a sus legisladores, especialmente en la Cámara de Diputados, donde el 3,2% de reajuste ya se había rechazado y sin un solo voto a favor.

El apoyo en las bancadas oficialistas no era unánime. Al interior del comité DC reconocían que “más de un diputado se podía escapar”. En el PPD, sumando y restando, concluían que “el 90% respaldaría al gobierno”. En el PS y el Partido Radical el panorama era similar: apoyo mayoritario, pero no total.

La oficina de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) de la Cámara se constituyó en el comando del gobierno. Ahí se reunió el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, con el presidente de la corporación, el diputado socialista, Osvaldo Andrade, quien luego de la conversación se trasladó a la Sala para pedir “sobre tabla” la votación del reajuste. No hubo unanimidad. El legislador insistió, pero el resultado fue el mismo.

Valdés junto al titular de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, continuaban con las bilaterales. Ahora con la jefa de la bancada comunista, Karol Cariola, y el diputado Daniel Núñez. El PC era el único partido de la NM que no respaldaba al gobierno. Ambos parlamentarios plantearon que la única forma para lograr el apoyo de la bancada era que La Moneda entregara una señal y se comprometiera a “reajustar el reajuste”, si la inflación a doce meses de noviembre -que se publica el 7 de diciembre- es igual o superior al 3,2%. “Nunca se ha hecho eso y hacerlo ahora es muy difícil y poco probable”, explicaba una fuente de gobierno.

Al salir de la oficina de la Segpres de la Cámara, Valdés señaló sobre los votos: “Estamos ahí, juntándolos”. Los asesores de la Segpres, con hoja y lápiz en mano, contaban cada respaldo, indeciso y voto en contra que confirmaban en el oficialismo.

Comenzó la votación con las intervenciones de los diputados. En las tribunas, más de 200 trabajadores del sector público increpaban a quienes respaldaban el proyecto del gobierno y aplaudían a los que lo rechazarían, no importaba si eran de Chile Vamos o la Nueva Mayoría. Los ánimos se caldearon y Andrade pidió el desalojo. El diputado fue cuestionado por varios legisladores, como René Saffirio, Camila Vallejo, Karol Cariola y Gabriel Boric. Éstos últimos subieron a interceder por los dirigentes que eran expulsados por carabineros.

Este evento terminó por convencer a los indecisos. La bancada del PC reafirmó su voto en contra. También 6 legisladores de la DC, 3 del PS, 2 del PPD y 2 del Partido Radical. Ni las conversaciones de último minuto con la UDI y Renovación Nacional salvaron el veto del gobierno. El rechazo al reajuste del sector público era un hecho y la Nueva Mayoría quedaba nuevamente fracturada. El Ejecutivo sumaba una nueva derrota.

Los pasos de Valdés

El ministro de Hacienda, que se retiró del Congreso sin decir una sola palabra, deberá resolver su futuro. En la reunión con la bancada socialista señaló, según varios asistentes al encuentro, que rechazar el veto significaba “una derrota política para el gobierno y para él”. También que un eventual proyecto para intentar reajustar los salarios de los trabajadores del sector público, que debe considerar una cifra distinta al 3,2%, “no será tramitado por él, porque si el veto fracasaba, él pondría su cargo a disposición”.

El presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, informó que los trabajadores públicos resolverán hoy la continuidad del paro nacional que se extiende por más de dos semanas. El dirigente culpó a Valdés por el fracaso y llamó al gobierno a reflexionar y elaborar, junto a los trabajadores, una nueva propuesta.

No fue el único. En la Cámara el diagnóstico fue similar. “Acá hubo un mal manejo de Valdés y su equipo”, señaló el jefe de la bancada del PPD, Ramón Farías. El diputado del PC, Daniel Núñez, complementó: “La responsabilidad es del ministro Valdés, porque era un rechazo anunciado”.

Con el fracaso consumado, el gobierno convocó a una reunión extraordinaria del comité político en La Moneda. El Ejecutivo debe resolver si envía y en qué términos un nuevo proyecto, ya que el actual está despachado, pero sin guarismo y sin bono de término de conflicto, y sólo con algunos bonos y aguinaldos menores.

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