¿Deben pagar impuestos las actividades realizadas en el metaverso? El nuevo debate tributario a nivel global
Algunas aplicaciones consideran transacciones que podrían estar afectas a IVA o impuesto a la renta. Informe del CIAT aterriza los puntos a considerar en la incipiente discusión.
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La tecnología avanza a pasos agigantados y obliga a las autoridades a ponerse al día con la legislación. Este es el caso de los impuestos y el denominado "metaverso".
Dicho concepto, masificado en los últimos meses a partir de la decisión del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, de potenciar esta nueva forma de realidad aumentada, hace referencia a la denominada "siguiente generación de internet", que describe una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet. En simple, un mundo paralelo a la realidad física como se conoce hoy.
Dicho universo implica la realización de actividades comerciales que eventualmente podrían ser objeto de impuestos. Así lo analiza un documento del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).
"En un sentido más amplio, el metaverso puede no solo referirse a los mundos virtuales, sino a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de internet en su conjunto, especialmente el espectro que combina la web 2.0, la realidad aumentada, la tecnología de tercera dimensión y la realidad virtual", señala el autor del análisis Alfredo Collosa.
En el documento, Collosa enfatiza que ciertas operaciones habituales en el mundo físico eventualmente se llevarán a cabo en el metaverso, lo que puede originar una posible obligación impositiva.
"Las actividades que actualmente se llevan a cabo en entornos aislados eventualmente se llevarán a cabo en un solo metaverso, como: compra de atuendos y accesorios para avatares en línea, compra de terrenos digitales y construcción de casas virtuales, participar en una experiencia social virtual, compras en centros comerciales virtuales a través del comercio inmersivo, uso de aulas virtuales para experimentar el aprendizaje inmersivo, compra de arte digital, coleccionables y activos, interactuar con humanos digitales para incorporar empleados, servicio al cliente, ventas y otras interacciones comerciales", señala el análisis.
Esto ya que es una economía virtual independiente, habilitada por monedas digitales y tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés, donde tecnologías como blockchain son "protagonistas", dice el profesional argentino.
Ganar más que en el mundo físico
El análisis publicado por el CIAT recalca que en el metaverso las personas obtienen criptomonedas en mundos virtuales y las venden a cambio de moneda fiduciaria. "De hecho, en algunos casos están ganando miles o incluso millones más de lo que ganarían en el mundo real", apunta.
Así, ejemplifica con un caso: en diciembre, una parcela de bienes raíces virtuales en The SandBox se vendió por US$ 4,3 millones a un desarrollador de Atari.
"Por otra parte las ventas de NFT alcanzaron unos US$ 25.000 millones en 2021 según muestran los datos del rastreador de mercado DappRadar, y todos los pronósticos indican que continuarán en marcado ascenso", asegura el profesional.
Una primera aproximación, dice Collosa, es analizar la tributación de los NFT, lo que abre la puerta a otras interrogantes en materia impositiva.
"Habrá que definir cómo tributará la renta o venta de bienes inmuebles virtuales, o la creación de contenidos digitales, como será el tratamiento en el IVA y cuál será el lugar de prestación de los servicios, y cuál el nexo jurisdiccional por ejemplo a los fines de definir residencia, fuente, aplicación de los tratados internacionales, etc.", recalca el análisis, el que de todas maneras apunta a que cada Estado o jurisdicción defina su potencial marco normativo, siempre en un marco de cooperación multilateral.
En esta línea, el autor plantea que el uso de la tecnología disponible será clave para determinar el tratamiento fiscal de las operaciones realizadas en el multiverso.
"Las tecnologías actuales y emergentes pueden combatir el fraude al acercar los impuestos a las transacciones en lo que se conoce como controles de transacción continuos. Por ejemplo mediante contratos inteligentes basados en blockchain sería posible automatizar parte de la recaudación de los impuestos", concluye.