Los líderes empresariales instan a Brasil a liderar el clima o quedarse atrás
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Ejecutivos de más de 100 grandes empresas instaron a Brasil a tomar una posición de liderazgo en las conversaciones de la ONU sobre el clima en noviembre, en un momento en que la destrucción de la selva amazónica bajo el presidente Jair Bolsonaro ha convertido al país en un paria ambiental.
Los líderes corporativos, generalmente jefes ejecutivos de empresas brasileñas o de las unidades locales de empresas multinacionales, en una declaración conjunta advirtieron que Brasil podría ser "excluido de un nuevo orden económico-climático que se está desarrollando ante nuestros ojos".
Los firmantes incluyen a los jefes locales de la empresa de comercio electrónico Amazon y de la petrolera Shell, así como a los directores ejecutivos globales del mayor envasador de carne del mundo, JBS y del fabricante de aviones Embraer ).
"Brasil debe mantener su posición central en este diálogo, o arriesgarse a sufrir enormes pérdidas para el sector productivo y para la sociedad brasileña", dijo la declaración.
El comunicado pide que se llegue a un acuerdo sobre las normas de los mercados mundiales de carbono, uno de los principales puntos de fricción en las pasadas negociaciones de la ONU.
En la última gran cumbre de la ONU sobre el clima, celebrada en 2019, los países no lograron llegar a un acuerdo sobre los mercados de carbono, ya que Brasil, Australia y otros países se negaron a renunciar a la exigencia de transferir los créditos de los antiguos sistemas de comercio de carbono.
La carta también insta a Brasil a tomar medidas para detener la destrucción ilegal de la selva amazónica.
La deforestación y los incendios en la Amazonía brasileña se dispararon después de que Bolsonaro asumiera el cargo en 2019, lo que provocó una protesta internacional porque el presidente derechista no estaba haciendo lo suficiente para detener la devastación.
La deforestación alcanzó un máximo de 12 años en 2020 con un área casi 14 veces el tamaño de la ciudad de Nueva York destruida.
En agosto, el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Pereira Leite, señaló un cambio de política que incluía la duplicación de los presupuestos de aplicación del medio ambiente y la contratación de unos 700 trabajadores de la agencia ambiental.
Bolsonaro dijo a la Asamblea General de la ONU en un discurso la semana pasada que Brasil está comprometido con la conservación y se comprometió a combatir la deforestación ilegal, aunque los grupos ecologistas dijeron que eran escépticos de que el tono conciliador representara un verdadero cambio de política.