Security: “No hubo posibilidad con BancoEstado de llegar a un acuerdo previo”

Luego de que hace dos semanas se conociera que los bancos Security, Internacional y Bice acudieron al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) para interponer una demanda contra BancoEstado, acusando el cobro discriminatorio en la recepción de transferencias electrónicas de sus clientes, los representantes de uno de estos se refirió por primera vez al tema.

Se trata del gerente general del Grupo Security, Renato Peñafiel, quien al ser consultado por la demanda dio a entender que la entidad habría intentado llegar a un acuerdo con el banco estatal previamente, sin obtener resultados positivos.

“No hubo posibilidad con el BancoEstado de llegar a un acuerdo previo y esperamos que sea la justicia la que resuelva favorablemente para nosotros”, dijo Peñafiel.

Adicionalmente, el ejecutivo explicó que los bancos que presentaron esta demanda consideran que hay una discriminación en contra de los bancos de tamaño mediano y pequeño de parte de BancoEstado.

“La discriminación de precio es una posición abusiva en nuestro juicio... No hay ninguna explicación de esas diferencias, más aún si consideramos que todos los demás bancos por el mismo tipo de transacción usamos todos el mismo precio”, afirmó Peñafiel.

Silva critica al gobierno

Las palabras de Peñafiel fueron tras la realización del Seminario Económico Security, instancia en la cual el presidente de la entidad, Francisco Silva, criticó duramente al gobierno de Michelle Bachelet en su discurso inaugural.

Silva dijo que mientras el mundo está lleno de oportunidades, “nuestro país está lleno de amenazas debido a los desacuerdos básicos que nos atraviesan como sociedad”.

En esta línea, señaló que el actual gobierno ha desoído a las mayorías y ha decidido caminar por la vía del populismo. “La coalición gobernante pasó por encima de los acuerdos políticos alcanzados durante décadas”, sentenció.

De acuerdo a Silva, el gobierno de Bachelet destruyó los equilibrios macroeconómicos, y hoy deja a “un país endeudado, polarizado, sin inversión ni crecimiento y con una baja en su clasificación de riesgo”.