Pese al repunte del viernes, el S&P 500 y el Nasdaq cerraron su tercera semana seguida de caídas
El registro es la racha negativa más larga para ambos índices desde fines de septiembre, a medida que las señales de recesión se suman a las persistentes presiones inflacionarias.
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Aunque el rally navideño ya está perdido para Wall Street, el optimismo volvió a los operadores hacia la tarde del viernes, tras terminar de digerir los últimos datos de inflación, después de la negativa jornada del jueves para las bolsas en todo el mundo.
En la Bolsa de Nueva York, el S&P 500 ganó 0,6% y el Dow Jones subió 0,5%, mientras que el Nasdaq Composite escaló 0,3%. La liquidez escaseaba en el mercado, de cara a un fin de semana largo por el feriado del lunes en Estados Unidos.
De todos modos, el tímido avance no fue suficiente para salvar la semana en Wall Street, que terminó en terreno negativo por tercera ocasión consecutiva tanto para el S&P 500 como para el índice de las tecnológicas, su racha negativa más larga desde fines de septiembre.
El mercado de bonos del Tesoro cerró anticipadamente por el break de Navidad: los rendimientos subieron en todos los tramos, signo de inquietud sobre la inflación y el crecimiento económico.
El índice paneuropeo Stoxx 600 no tuvo cambios al cierre de la sesión, pero avanzó 0,63% en el curso de la semana. Este viernes, el CAC 40 de París bajó 0,20% y el DAX de Frankfurt subió 0,19%, mientras que el FTSE 100 de Londres y el IBEX 35 de Madrid cerraron planos.
Por el lado local, el S&P IPSA repuntó 0,66% a 5.257 puntos, liderando las ganancias Falabella (2,17%), Itaú (2,13%) y CCU (2,07%). La Bolsa de Comercio de Santiago cerró a la 1 de la tarde este viernes por las fiestas de fin de año.
El IPSA anotó un avance semanal de 1,85% gracias al efecto positivo que tuvo en las acciones chilenas la noticia de que un fondo de pensiones canadiense lanzó una oferta de adquisición para expandir su participación en Hortifrut.
Foco en la inflación
"La bolsa estadounidense recortó sus pérdidas iniciales mientras los operadores digieren una amplia gama de datos económicos mixtos que, en general, apoyan la narrativa de que la inflación está bajando", escribió en una nota el analista sénior de mercados de Oanda, Ed Moya.
El índice de consumo personal subyacente tuvo una variación anual de 4,7%, superando en una décima las estimaciones de consenso, pero ubicándose tres décimas por debajo de la cifra de octubre. El indicador es monitoreado de cerca por la Fed para calibrar sus políticas.
Destacó también el reporte preliminar con las órdenes de bienes durables de noviembre, que registraron su mayor caída intermensual desde abril de 2020, con una contracción de 2,1% en relación al mes previo.
"La tendencia desinflacionaria se ha consolidado tras la caída de los pedidos de bienes durables y el debilitamiento del gasto personal. La destrucción de la demanda debería continuar, lo que será bien recibido por la Fed en su lucha contra la inflación", apuntó Moya.
Adicionalmente, las expectativas de inflación de los consumidores estadounidenses hacia 2023 se revisaron a la baja en dos décimas a 4,4% -su menor nivel desde junio de 2021-, según la lectura final de diciembre del índice de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan.
La encuesta también mostró un índice principal más robusto que lo anticipado, revisado al alza en seis décimas a 59,7 puntos. Asimismo mejoraron las nociones sobre situación actual, mientras que el subíndice de expectativas avanzó a máximos de ocho meses.
En paralelo, las ventas de viviendas nuevas sorprendieron con un alza de 5,8% intermensual, gracias a un saldo de noviembre que venció los pronósticos y una serie de octubre revisada a la baja. Se esperaba una caída de 5,1%.
Wall Street tuvo el jueves una sesión de infarto donde el Nasdaq llegó a caer hasta 3,6%. El temor fue gatillado por un PIB revisado al alza y bajas peticiones de subsidios por desempleo en EEUU, con débiles proyecciones de Micron -el mayor fabricante de chips de EEUU- y una fuerte contracción del índice líder del Conference Board.
La combinación de fuertes datos de actividad y notas de cautela hacia adelante llevaron al mercado a temer que la Fed cometa un error de política y empuje a EEUU hacia una grave recesión.
"La caída de noviembre del índice líder marcó una novena baja consecutiva. Desde 1960, nunca hemos visto una racha tan larga sin la economía ya en una recesión", tuiteó la estratega jefe de inversiones de Charles Schwab, Liz Ann Sonders.
Inflación japonesa
Al cierre de las bolsas asiáticas, el Nikkei 225 de Tokio cayó 103% diario y 4,69% semanal, mientras que el CSI 300 de China continental retrocedió 0,20% diario y 3,19% semanal.
Distinto fue el caso del Hang Seng de Hong Kong, que si bien bajó 0,44% este viernes, cerró la semana con un alza de 0,73%.
Un foco de atención en la última sesión de la semana asiática fue el IPC japonés, después de que el Banco de Japón (BoJ, sigla en inglés) remeció a los mercados globales con su decisión de subir el techo de rendimiento de los bonos soberanos a 10 años, considerada un ajuste monetario tras décadas de políticas expansivas.
La inflación subyacente en Japón alcanzó un 3,7% anual, la mayor cifra desde 1981, tal como había apuntado la estimación de consenso de los analistas.
"Puede que el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, haya rescatado la eficacia de la política de control de la curva de rendimientos en los mercados financieros, pero a cambio ha dañado la credibilidad del BoJ, y sigue elevando la especulación del mercado y la incertidumbre sobre la futura dirección de la política", escribió Min Joo Kang, economista sénior de ING para Corea del Sur y Japón.