Datos de empleo en EEUU dan aliento, pero cifras comerciales frenan efecto
Mayor déficit comercial desde 2008 señala enfriamiento.
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El número de estadounidenses que pidió subsidio por desempleo por primera vez bajó a un mínimo de cuatro meses la semana pasada, según un informe oficial del Departamento del Trabajo de EEUU, una luz de esperanza para una economía golpeada por una baja de calificación de deuda y desplomes accionarios.
Las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo cayeron en 7.000, a una tasa ajustada estacionalmente de 395.000, el menor nivel desde la semana concluida el 2 de abril.
Sin embargo, datos de la balanza comercial entregados por el Departamento de Comercio confirmaron el enfriamiento del país, luego de que el déficit alcanzara en junio su nivel más alto desde octubre de 2008. Tanto las exportaciones como las importaciones cayeron, pero los envíos retrocedieron con más fuerza debido a la baja en la demanda global.
El déficit comercial avanzó 4,4% a US$ 53.100 millones desde US$ 50.800 millones en mayo. Las exportaciones retrocedieron 2,3% -el mayor declive desde enero de 2009- mientras que las importaciones cayeron cerca de 1%.
“Esto fue más de lo anticipado en las estimaciones previas sobre el PIB. Por eso vamos a ver el PIB del segundo trimestre corregido a la baja, a 1%”, dijo a Reuters el economista de Moody’s, Ryan Sweet. Actualmente la cifra está en 1,3%. “Esto sería una señal de que la economía se estancó en el primer semestre”, agregó.
Autocrítica de Obama
El presidente de EEUU, Barack Obama, aprovechó una visita a una fábrica de baterías de litio en Michigan, para reconocer que la crisis de deuda de la eurozona está “golpeando las costas de EEUU”, puntualizando que su país es una nación herida, no sólo por los problemas de su economía sino también por factores externos, que incluyen las turbulencias financieras por las que atraviesa Europa, la inestabilidad en Medio Oriente y las consecuencias del desastre natural en Japón.
Asimismo, Obama aprovechó de criticar al Congreso de su país, diciendo que el estancamiento político en Washington afectó la confianza de los inversionistas y del público y que sólo podrá superarse si ambos partidos logran encontrar un camino para comprometerse con políticas que ayuden a la economía a crecer.
“No hay nada de malo con EEUU, hay algo malo con nuestra política”, dijo el presidente de EEUU, refiriéndose a las iniciativas que ha respaldado para impulsar la economía y el crecimiento laboral han sido frenadas en el parlamento.