Integración de bolsas, lo que viene

A solo un mes de la elección de su nueva plana ejecutiva se encuentra el plan de fusión entre la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS), la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) y la Bolsa de Valores de Lima (BVL), con miras a iniciar el próximo año la oferta de servicios de transacción bursátil.

“A lo que estamos aspirando es a la integración de los mercados financieros de la región como un objetivo de mediano y largo plazo”, dijo a DF el coordinador del proceso de integración y presidente de la BVC, Juan Pablo Córdoba, en su primera entrevista a un medio chileno.

“Tenemos unas metas ambiciosas para el holding regional, donde obviamente queremos generar mayores oportunidades de negocio y de crecimiento en los ingresos”, dijo Juan Pablo Córdoba.

“El primer paso, el más próximo, es la integración corporativa. Cerca de mayo ya deberíamos estar consolidando este holding regional que va a ser el propietario de las infraestructuras y las bolsas de los tres países. Ahí se inicia la implementación de la integración de los mercados financieros que, aspiramos, para el año 2024 ya tenga una primera entrega”, adelantó.

Córdoba indicó que esta primera entrega se dará en el ámbito del mercado accionario -considerado el más emblemático de las bolsas en general- y más adelante vendrán avances en la intermediación de otros instrumentos.

Consultado por la situación de los accionistas minoritarios en esta fusión, el coordinador respondió que los actuales titulares de los papeles de las tres plazas continuarán siendo accionistas del holding regional. “Lo que queremos es que todos los accionistas intercambien sus acciones en igualdad de condiciones entre los títulos que tienen hoy en de cada uno de los países por las acciones del holding”, dijo.

Consecuentemente, si hoy cualquier persona pasara a convertirse en accionista minoritario de alguna de las tres bolsas latinoamericanas, pasaría automáticamente a tener propiedad y derechos como tal en el holding regional.

“Tenemos unas metas ambiciosas para el holding regional, donde obviamente queremos generar mayores oportunidades de negocio, de crecimiento en los ingresos de las compañías y también sinergias en lo que tiene que ver con inversiones, tecnología y algunos gastos de operación. Entonces, si uno proyecta a cinco años, vemos un horizonte muy favorable para esta compañía integrada”, agregó.

Córdoba resaltó que “nuestro portafolio abarca una gran cantidad de servicios para los actores financieros y ahí es donde vemos, en toda la transformación digital, muchísimas oportunidades nuevas para nuestras infraestructuras”.

Dividendos a repartir

Mientras avanza la integración, la Sociedad de Infraestructuras de Mercado (SIM) y la BCS enviaron a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) sus hechos esenciales con las citaciones para realizar juntas ordinarias de accionistas el 27 de abril.

Quedó escrita la citación de que a partir del 1 de marzo surtió efecto la división de la BCS. Ambas entidades, SIM y la BCS, adjuntaron cada una por su parte el balance financiero de la división societaria, donde está consignado que la SIM se quedó con el 83,15% del patrimonio atribuible a los propietarios de la controladora, el que antes de la división ascendía a cerca de $ 43.591 millones.

El directorio de la SIM propuso a sus accionistas repartir un dividendo de aproximadamente $ 124,49 por acción, con cargo a sus utilidades acumuladas y a pagarse el 12 de mayo de 2023.

Por su lado, el directorio de la BCS acordó proponer un dividendo definitivo cercano a los $ 6,30 por acción, con cargo a la utilidad de 2022 y programado para distribuirse también el 12 de mayo.

En ambos casos, quienes tendrán derecho a percibir el dividendo son los titulares inscritos en el registro de accionistas a la medianoche del 6 de mayo de 2023.