Brendan Ahern, director de inversiones de KraneShares: “El foco de los inversionistas es que China desarrolle una vacuna que destrabe el consumo interno”
Según el ejecutivo, los hogares han sido conservadores ante la incertidumbre que les genera la política de cero Covid.
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El principal foco de interés de los inversionistas en China es el desarrollo de una vacuna contra el Covid de alta eficacia, que permita dejar atrás la política de cero Covid, dice el director de inversiones de KraneShares, Brendan Ahern.
De visita en Chile para analizar nuevas oportunidades de negocios y para actualizar su visión sobre el mercado local, conversó con DF sobre los principales desafíos del gigante asiático. Uno de ellos es el componente político, ya que este año se realizará el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, un evento que se realiza cada cinco años y que debería ratificar un tercer período para el presidente Xi Jinping.
“La economía china en los últimos dos años ha sido impulsada por el estímulo global. Eso mantuvo el funcionamiento de la fábrica mundial. El retroceso del apoyo fiscal y monetario significa que hay menos demanda por los productos que salen de China”.
“China tiene una edad de jubilación implícita de 68 años para los funcionarios del gobierno y numerosos personeros están en torno a esa edad. El primer ministro Li Keqiang ya ha dicho que se jubilará. No sabemos si lo hará el viceprimer ministro Liu He, que es el enviado comercial, pero él también tiene esa edad. Eso plantea la pregunta ¿quiénes van a ser los reemplazantes? En China hay mucho énfasis en la estabilidad y por eso la economía será tan importante”, afirmó el ejecutivo de KraneShares, cuyo distribuidor oficial en América Latina es BTG.
- ¿Cómo ve la economía global?
- El estímulo global que vimos en respuesta a la pandemia, se está contrayendo. Las tasas de interés y el estímulo fiscal se están reduciendo en el mundo desarrollado, así como en los mercados emergentes. Esa es la respuesta al repunte económico, así como al efecto de las presiones inflacionarias. Los bancos centrales responderán para anular los efectos de la inflación, lo que ejerce mucha presión sobre las poblaciones. Pero mientras el mundo avanza hacia este ajuste, China se está moviendo hacia un ciclo expansivo, proporcionando más estímulo fiscal a su economía. Es una dicotomía interesante entre China y la mayoría de las economías globales.
- ¿Cree que existe el riesgo de un ajuste demasiado rápido por parte de los bancos centrales?
- Hay una disparidad con los gobiernos que quieren apoyar a sus poblaciones por los efectos negativos en la economía. La desigualdad es un problema global. Al mismo tiempo, muchos de los estímulos que vimos están teniendo un efecto inflacionario, que se combina con la invasión de Rusia a Ucrania y su impacto en los precios del petróleo y gas natural. La contracción de la oferta y una demanda estable hicieron subir los precios. El mandato final de los bancos centrales es tratar de luchar contra la inflación, lo que los pone en contradicción con la postura más populista, pro estímulo, de muchas economías. Eso es cierto en Estados Unidos y en Chile. Ciertamente no es exclusivo de un país, es un fenómeno global.
Cero Covid
- En China hay una política más expansiva, pero también hay interrupciones en la cadena de suministro por un alza en los casos de Covid. ¿Cómo ve a ese país?
- La economía china en los últimos dos años ha sido impulsada por el estímulo global. Gran parte del apoyo monetario y fiscal de los países a sus poblaciones, se destinó a comprar iPhones, televisores, notebooks y bicicletas de Peloton. Eso mantuvo el funcionamiento de la fábrica mundial. El retroceso del apoyo fiscal y monetario significa que hay menos demanda por los productos que salen de China. En los últimos meses en las encuestas de PMI se ha visto una desaceleración en los pedidos de exportación. Fue como si cinco años de demanda se contrajeran en dos. Eso es cierto para muchas cosas, como los Iphones, televisores, y autos nuevos y usados. La economía china necesita encontrar una manera de compensar esa caída en la demanda y eso será el consumo interno.
- Pero mantendiendo la política de cero Covid...
- Sí, recientemente reiteraron que las vidas están primero. Se combina una vacuna con una tasa de eficacia baja con un sistema de salud que no puede reaccionar si hay una ola significativa de casos y una población más anciana. El respeto por las personas mayores los llevó a adoptar un enfoque conservador frente a los continuos brotes de Covid, que es lo que vimos en Shangái. Lo interesante es que últimamente hay un ligero cambio en esa política, porque en Beijing la cuarentena se concentró en un distrito en particular. Y dentro del cierre de Shangái, mantuvieron el puerto abierto. Lo intentaron con diversos grados de éxito o fracaso en función de permitir que los camiones pasaran por la ciudad hacia la provincia. Se está viendo una ligera relajación en la severidad de los bloqueos, que es el reconocimiento de que no se puede volver al primer trimestre de 2020 porque la consecuencia económica es muy grave. Se necesita encontrar un término medio para tratar de proteger a la población, pero también protegiendo la economía.
- Pero de todos modos el puerto no está funcionando a plena capacidad.
- No, en absoluto. Los conductores de camiones con contenedores no han podido atravesar la ciudad y entrar a la provincia, a pesar del énfasis en la logística. Eso reitera la necesidad de una vacuna fuerte.
- China tiene vacunas. No son tan eficaces como las occidentales, pero algunos plantean que el problema es que la población no se está vacunando.
- Sí. El problema es que el grupo demográfico más susceptible a los efectos negativos de contraer Ómicron es el que está menos dispuesto a vacunarse. El foco de los inversionistas es ¿en qué etapa está China en el desarrollo de su propia vacuna de ARNm que destrabe el consumo interno? Hay seis empresas biotecnológicas y farmacéuticas locales que se encuentran en diversas etapas de ensayos clínicos. Dos de ellas están en la etapa tres. Uno de estos ensayos tiene 25 mil participantes. La esperanza es que desarrollen una vacuna de ARNm y que eso les permita alejarse de esta política de cero Covid. Eso permitiría impulsar el consumo interno, que ha sido tibio debido al carácter conservador de los hogares ante la incertidumbre de una cuarentena.