La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, hizo un llamado a la unidad entre bancos, gobiernos y reguladores para "superar los desafíos que vienen, mejorar la resiliencia y hacer que las economías vuelvan a crecer". Botín señala en un artículo escrito en su perfil de LinkedIn que es necesario que "los gobiernos establezcan planes claros para desbloquear más inversión privada para impulsar el crecimiento". La banquera agrega que este crecimiento tendrá que ser verde y para ello se necesita "un plan de transición".
"La política fiscal y monetaria hace su trabajo, pero hacen falta reformas estructurales para lidiar con los retos como el clima y el envejecimiento", explica.
Botín recuerda que operamos con una regulación de hace 15 años y que el mundo "es muy diferente ahora". Por lo que es fundamental realizar esta transición para seguir creciendo.
Balance de 2020
Botín, que participa en el Foro Internacional de Davos, hace un balance del pasado año y destaca que "2022 fue otro año desafiante. Marcó el fin del dinero barato, el fin de la baja inflación y el fin de la paz en Europa", pero habla de un "resquicio de esperanza", a pesar de que "el mundo se volvió mucho más complejo geopolíticamente.
"En general, la economía de la zona euro fue resistente, en EEUU y en muchos países emergentes aún más. El impacto de la dramática crisis energética y de la cadena de suministro no fue tan severa como se esperaba inicialmente", subraya.
Perspectivas para 2023
La presidenta de Santander señala que este es el año de la "incertidumbre" y reconoce que "no será un año sencillo".
"El Índice de Incertidumbre Global de la Fed de Saint Louis se encuentra en niveles superiores incluso a los de 2008", añade.
"Eso puede deberse a que, en este momento, es difícil ver cómo terminará la guerra de Ucrania. Además, es probable que la crisis energética europea continúe durante algún tiempo. Es poco probable que las tensiones entre Estados Unidos y China disminuyan pronto y pueden empeorar", lamenta la banquera.
"Es probable que el crecimiento mundial sea menor que en 2022, ya que la economía mundial inicia el año con una posición vulnerable", expone.
Botín apoya su argumento en que "curiosamente, cuando lees los informes de los analistas hay la misma cantidad de referencias a la recuperación que a la recesión".
Botín también advierte de que la fractura de la economía global "aumentará los costes" y también lo hará "una población envejecida".
Recuerda que "también tenemos la inflación más alta en tres generaciones".
Aunque reconoce que "hay señales de que ha tocado techo y se desacelerará a lo largo del año, aunque todavía está muy por encima del objetivo". "Necesitamos acostumbrarnos a las tasas de interés positivas", afirma.
Aumento de los costos
No obstante, apunta que realizar la transición energética debería mejorar los costes, pero será difícil conseguirlo y también defiende el papel de la tecnología.
"En los últimos años, algunos han lamentado el coste cada vez mayor de la informática debido a la mayor dificultad y el coste de fabricar microchips más potentes. A pesar de esto, ha habido una oleada de avances científicos y desarrollos de la inteligencia artificial (IA) que podrían señalar el final del gran estancamiento de la productividad", afirma.
Todos estos retos "requieren capital", subraya la banquera. Por eso pide que "el sector privado intensifique y ayude a impulsar el crecimiento económico", porque "no hay forma de salir de nuestra situación sin crecimiento", concluye.
Lee aquí el artículo que escribió la presidenta de Banco Santander completo.