La Nueva York del trópico

El enclave asiático rivaliza con la isla de Manhattan y junto con ella se ha convertido en un centro financiero global.

Por: | Publicado: Viernes 28 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Si existe un lugar en Asia capaz de rivalizar con la exuberancia de acero, cristal y cemento de Manhattan, este es Hong Kong. La ex colonia británica, que ha celebrado este año el 15 aniversario de su retorno a la soberanía china, comparte numerosos rasgos con Nueva York. Por ejemplo, las dos ciudades crecieron a partir de importantes puertos de mercancías y ambas se han convertido en centros financieros globales.

No todo son, sin embargo, semejanzas. La vida vertical de Hong Kong es más extrema, pues gran parte de su territorio está salpicado de montañas, impracticables para la edificación, o protegido por reservas naturales. Ese es también parte de su encanto. Hay hermosas playas repartidas por los cientos de islas del territorio, bendecidas por el clima subtropical, y colinas y parques donde la gente se reúne los fines de semana a practicar senderismo. Huir de la jungla urbana no es un sueño en Hong Kong, es una realidad al alcance de la mano. Y en transporte público.

En la zona urbanizada de la metrópoli asiática, en cambio, el peatón ha perdido definitivamente la batalla frente al coche. Las calles, estrechas y empinadas, son para los vehículos de motor. Los caminantes se enfrentan a una carrera de obstáculos en el exterior, están cercados, ostensiblemente discriminados por las señales de tráfico que los guían, bien por el subsuelo a través de túneles, bien por el aire por encima de puentes. Imposible andar más de cinco minutos en línea recta.



Comida buena y barata


Hong Kong no es una ciudad multiétnica como Nueva York. El 95% de sus siete millones de habitantes son de origen chino. Y eso se nota, tanto en la vida cultural como en la pasión por la cocina. Se come muy bien y relativamente barato, en comparación, por ejemplo, con los precios inmobiliarios, entre los más caros del mundo.

La ex colonia es uno de los destinos preferidos por los expatriados en Asia. Miles de europeos, principalmente británicos, trabajan en el sector bancario y de servicios de la ciudad. Hong Kong es la ciudad más sofisticada, rica y abierta del sureste asiático. La lengua común en la calle es el cantonés, pero la mayoría de la gente habla el suficiente inglés como para permitir comunicarse a los extranjeros que desconocen el idioma local, a diferencia de lo que sucede en la China continental.

En las últimas tres décadas la economía de Hong Kong, además, se ha trasformado por completo, acoplándose y complementándose a su gigantesco vecino. Una vez convertido en un importante centro manufacturero en Asia en sectores como el textil o el juguete, la apertura económica de Deng Xiaoping borró del mapa las fábricas de la isla, que se trasladaron al continente, sobre todo a la vecina provincia de Cantón.

Hoy el 90% del PIB de la ex colonia se debe al sector servicios. Hong Kong es el tercer centro financiero del mundo, por detrás de Londres y Nueva York, y un importante vehículo en el comercio y las inversiones entre China y el resto del planeta. Además, la ciudad vive un boom reciente gracias a los turistas del continente, que acuden a devorar los artículos de sus tiendas de lujo, que pagan menos impuestos que del otro lado de la frontera. La aduana, por cierto, continúa existiendo pese a la reunificación siguiendo el lema un país, dos sistemas.

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