La desaceleración global es sincronizada

El crecimiento económico mundial se ha frenado, pero es probable que sólo sea un bajón temporal.

Por: | Publicado: Jueves 16 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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La economía mundial está experimentando una desaceleración sincronizada, a medida que los altos precios de la energía y las materias primas pasan la cuenta. El desastre en Japón, una desaceleración en la creación de empleo en Estados Unidos y las renovadas preocupaciones sobre el futuro de la zona del euro también ensombrecen las perspectivas de crecimiento. La Economist Intelligence Unit ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB mundial en 2011. En particular, esperamos que las economías estadounidense y japonesa tengan un desempeño más débil que el anticipado.

La economía mundial crecerá 4,1% (en paridad de poder adquisitivo) en 2011. No sólo es menor que el 4,3% que pensábamos el mes pasado, sino que también marca una desaceleración considerable del rebote post-recesión de 2010, cuando las políticas de estímulo en varios países llevaron el crecimiento mundial a cerca de 5%.

Nuestra opinión incorpora la evidencia de las últimas semanas, que sugiere que economías claves están perdiendo impulso. En EEUU, el alentador repunte en la creación de empleo visto a principios de 2011 se estancó. Japón está firmemente en recesión mientras los terribles efectos del tsunami del 11 de marzo siguen causando estragos en la industria. Más en general, las encuestas de gerentes de compras, los ejecutivos que compran las materias primas y bienes intermedios que usa la industria, muestran un deterioro en las condiciones en EEUU, Europa e incluso China. Mientras, los altos precios del petróleo siguen causando problemas en muchos países.

A estos factores se suman el resurgimiento de temores a un incumplimiento griego que pueda torpedear el sistema financiero europeo; los continuos disturbios políticos en el mundo árabe; y, quizás lo más importante, la posibilidad de una política fiscal y monetaria más ajustada en la mayoría de los países en los próximos 18 meses. Las tasas de interés ya están subiendo, en especial en los mercados emergentes, a medida que las autoridades lidian con la mayor inflación.

Como era de esperar, todo esto está despertando preocupaciones en cuanto a que la economía mundial se dirige a una repetición de 2010, cuando el fuerte crecimiento inicial dio paso a una desaceleración que llevó a hablar de una recesión “en W”. Sin embargo, pensamos que la actual desaceleración es más un “bache suave” que un retorno a la recesión, y que las bases de una recuperación siguen en pie.

Con todos sus problemas, ahora las economías desarrolladas parecen más capaces de sostenerse por sus propios pies, mientras que una desaceleración en los mercados emergentes puede no ser mala. Que la producción industrial en países como Corea del Sur y Polonia, por ejemplo, frenara bruscamente desde tasas de dos dígitos parece más una cuestión de normalización que un motivo de preocupación grave. Las empresas se han quedado con exceso de inventarios porque la demanda final no ha cumplido las expectativas de principios de año. Pero creemos que una vez que se sanee el exceso de inventarios, la recuperación debe recuperar impulso en el segundo semestre.

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