Sarkozy pide al G20 que no se estanque en discusiones sobre indicadores

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtió hoy en la apertura del G20 que este grupo "sólo conservará su legitimidad si es capaz de ser eficaz" y pidió que la reunión no se estanque en "discusiones interminables sobre los indicadores" de los desequilibrios financieros mundiales, principal punto de fricción.

En su alocución ante los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del grupo de los veinte, Sarkozy llamó también a impedir que se repitan las prácticas que llevaron a la crisis "como si aquí no hubiera pasado nada", en particular en lo que se refiere a los sueldos y primas de los directivos bancarios.

En relación a la polémica sobre la lista de indicadores comparables para poner en marcha una política de coordinación de la economía a escala mundial, que Francia propugna desde su presidencia de turno del G20, Sarkozy quitó importancia al debate al asegurar que se trata también de la voluntad política de cada país de ser responsable de su regulación financiera.

Los países emergentes del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) prefieren que tales indicadores se queden en "recomendaciones", ya que consideran que la causa profunda de la persistencia de los desequilibrios mundiales es que los países desarrollados no se han recuperado de la crisis, y por tanto la mejor solución es dar estímulos para que salgan de esa situación.

Sarkozy reconoció que, una vez iniciada la recuperación de la crisis, "la tentación de dar prioridad a los intereses nacionales es grande", pero fue claro al señalar que esto constituiría "la muerte del G20".

Por otra parte, insistió en su defensa de una tasa "infinitesimal" a las transacciones financieras internacionales, y se preguntó "si no es razonable que aquellos que tanto han contribuido a la crisis ayuden un poco a los que más la han sufrido", una idea que considera "al margen de izquierda o derecha, países del norte o países del sur".

El presidente francés se mostró también partidario de reformar el Fondo Monetario Internacional como "piedra angular de la cooperación monetaria internacional".