Internacional
Mitt Romney enfrenta larga campaña electoral tras ganar “Super Martes” sin convencer
Aunque salió victorioso en la mayoría de los estados, las primarias mostraron que sigue sin conectar con las bases.
Por: | Publicado: Jueves 8 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Al candidato Mitt Romney aún le espera una larga carrera en la lucha por la nominación presidencial republicana, a pesar de ganar ayer las primarias en la mayoría de los 10 estados en juego en el “Super Martes”, coincidieron los analistas.
Las victorias de Romney, que sigue siendo favorito, no bastaron para dar un golpe final, y los comicios demostraron que no logra conectar con las bases de los republicanos.
“De algún modo se ha convertido en un boxeador que no puede vencer por knock out, aunque de a poco va ganando su pelea por puntos”, señaló John Whitesides en un análisis de Reuters.
Romney ganó ayer en 6 de 10 estados, incluido Ohio, el más importante de la jornada, pero sigue sin convencer y sus rivales continúan en carrera, tanto Rick Santorum, victorioso en tres, como Newt Gingrich, en uno.
“Avisos negativos”
Romney se impuso fácilmente en Massachusetts, donde fue gobernador, Virginia, Vermont y Idaho, donde los mormones como él son numerosos. En Ohio ganó por 38%, sobre todo en las zonas urbanas, contra 37% de Santorum -ganador en las rurales- y lideraba el caucus de Wyoming, que durará varios días.
La victoria en Ohio es especialmente importante, ya que allí Santorum lideraba los sondeos hasta las primarias y porque ningún republicano ha sido presidente sin ganar ese estado. “Gastó mucho dinero en avisos televisivos, muchos de ellos negativos sobre sus rivales”, señaló a DF el analista Judd Legum de American Progress para explicar por qué se impuso finalmente.
“Luego de anoche me siento muy bien”, dijo Romney ayer a la emisora CNBC. “Tuvimos una respuesta muy fuerte, desde Alaska hasta Vermont”, añadió.
Santorum dijo que sus victorias en Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte demuestran que es el mejor candidato para representar a la filosofía conservadora del partido. “Hemos ganado en el oeste, el medio oeste, el sur y vamos a ganar en todo el país”, aseguró. Gingrich tuvo éxito en Georgia, su estado natal, y dijo que seguirá en carrera.
“Victoria es victoria”
En una nota ayer a la prensa, Rich Beeson, asesor de Romney aseguró que su candidato ha ganado más de la mitad de los delegados en juego hasta ahora y tiene casi el 40% del total necesario.
Además, la victoria de Romney en Ohio, a pesar de ser estrecha, refuerza su estatus como favorito republicano, señaló John Green, un profesor de ciencias políticas en la Universidad de Akron, a Bloomberg.
“Una victoria es una victoria”, dijo Green. “Creo que el ganador de Ohio probablemente gane un impulso”, agregó.
Otros creen que el favorito sigue sin conectar con las bases, lo cual podría pesarle más adelante.
“El breve margen en Ohio y las decisivas derrotas en el sur demostraron que Romney no está logrando su objetivo de atraer a los conservadores, los cristianos evangélicos y los trabajadores, en una competencia que seguramente durará hasta fines de abril o más”, señaló Whitesides.
El analista Thomas Mann del Instituto Brookings afirmó a DF que Romney seguirá sumando delegados, pero que el fin de la carrera “no está a la vista”. “La cuestión clave es si será capaz de moverse hacia el centro o su compromiso con posiciones de extrema derecha lo marginan en noviembre”, aseguró.
Las victorias de Romney, que sigue siendo favorito, no bastaron para dar un golpe final, y los comicios demostraron que no logra conectar con las bases de los republicanos.
“De algún modo se ha convertido en un boxeador que no puede vencer por knock out, aunque de a poco va ganando su pelea por puntos”, señaló John Whitesides en un análisis de Reuters.
Romney ganó ayer en 6 de 10 estados, incluido Ohio, el más importante de la jornada, pero sigue sin convencer y sus rivales continúan en carrera, tanto Rick Santorum, victorioso en tres, como Newt Gingrich, en uno.
“Avisos negativos”
Romney se impuso fácilmente en Massachusetts, donde fue gobernador, Virginia, Vermont y Idaho, donde los mormones como él son numerosos. En Ohio ganó por 38%, sobre todo en las zonas urbanas, contra 37% de Santorum -ganador en las rurales- y lideraba el caucus de Wyoming, que durará varios días.
La victoria en Ohio es especialmente importante, ya que allí Santorum lideraba los sondeos hasta las primarias y porque ningún republicano ha sido presidente sin ganar ese estado. “Gastó mucho dinero en avisos televisivos, muchos de ellos negativos sobre sus rivales”, señaló a DF el analista Judd Legum de American Progress para explicar por qué se impuso finalmente.
“Luego de anoche me siento muy bien”, dijo Romney ayer a la emisora CNBC. “Tuvimos una respuesta muy fuerte, desde Alaska hasta Vermont”, añadió.
Santorum dijo que sus victorias en Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte demuestran que es el mejor candidato para representar a la filosofía conservadora del partido. “Hemos ganado en el oeste, el medio oeste, el sur y vamos a ganar en todo el país”, aseguró. Gingrich tuvo éxito en Georgia, su estado natal, y dijo que seguirá en carrera.
“Victoria es victoria”
En una nota ayer a la prensa, Rich Beeson, asesor de Romney aseguró que su candidato ha ganado más de la mitad de los delegados en juego hasta ahora y tiene casi el 40% del total necesario.
Además, la victoria de Romney en Ohio, a pesar de ser estrecha, refuerza su estatus como favorito republicano, señaló John Green, un profesor de ciencias políticas en la Universidad de Akron, a Bloomberg.
“Una victoria es una victoria”, dijo Green. “Creo que el ganador de Ohio probablemente gane un impulso”, agregó.
Otros creen que el favorito sigue sin conectar con las bases, lo cual podría pesarle más adelante.
“El breve margen en Ohio y las decisivas derrotas en el sur demostraron que Romney no está logrando su objetivo de atraer a los conservadores, los cristianos evangélicos y los trabajadores, en una competencia que seguramente durará hasta fines de abril o más”, señaló Whitesides.
El analista Thomas Mann del Instituto Brookings afirmó a DF que Romney seguirá sumando delegados, pero que el fin de la carrera “no está a la vista”. “La cuestión clave es si será capaz de moverse hacia el centro o su compromiso con posiciones de extrema derecha lo marginan en noviembre”, aseguró.