EE.UU. desencadenó una "guerra de divisas" en 2010
Con su política monetaria expansiva la principal economía del mundo llevó a otros países a frenar la apreciación de sus monedas.
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Estados Unidos desencadenó este año una fuerte
depreciación del dólar con una política monetaria extremadamente expansiva con
la que quiere hacer frente a su estancamiento económico, pero que ha llevado a
otros países a prevenir la apreciación de sus divisas.
"Con el término 'guerra de divisas' se describe, en términos triviales, la
actual situación en la que algunos países tratan de devaluar su divisa para
mejorar sus niveles internos de actividad", según PricewaterhouseCoopers
(PwC).
El economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer, dijo que el término
"guerra de divisas" es muy agresivo, aunque sí consideró que existe
un serio conflicto de divisas originado por EE.UU.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) anunció a principios de noviembre una
segunda ronda de compras de deuda del Tesoro a gran escala por valor de US$ 600.000
millones.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo "que la cooperación política
internacional es especialmente difícil ahora por la naturaleza de dos
velocidades de la recuperación global" con un fuerte crecimiento en
economías emergentes y el estancamiento de las economías industrializadas.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI), que no menciona el término
"guerra de divisas", destaca que el dólar se depreció entre finales
de agosto y principios de noviembre frente a la mayoría de las principales
divisas, lo que unido al diferencial de las tasas de interés, convirtió al
billete verde en la moneda de financiación para las operaciones de "carry
trade" e intensificó los flujos de capital a mercados emergentes.
Por ello subieron los precios de la renta fija y variable en las economías
emergentes de mayor crecimiento, que adoptaron medidas para frenar las entradas
de capital.
Muchos países trataron de moderar la apreciación de su moneda mediante la
acumulación de reservas o la reducción del atractivo de su divisa con tasas
fiscales más elevadas para los inversores exteriores.
China, Japón y Corea intervinieron en los mercados de divisas, Brasil aumentó
su tasa fija sobre las inversiones extranjeras desde el 2% hasta el 6% en
octubre, Tailandia redujo el atractivo de la inversión extranjera de cartera
eliminando las ventajas fiscales para la deuda soberana y Corea volvió a
aplicar una tasa del 14% a la inversión exterior en deuda.
En EE.UU. los tipos se sitúan actualmente entre el 0 y el 0,25%, en Japón en el
0,1%, en la zona del euro están en el 1% y en el Reino Unido en el 0,5%,
mientras en Australia están en el 4,75%, en India en el 6,25%, en China en el
5,56%, en Corea del Sur en el 2,25% y en Brasil en el 10,75%.
El euro se cambiaba por encima de US$ 1,43 a comienzos de enero de 2010.
La crisis de endeudamiento de Europa contribuyó a depreciar a la moneda única
hasta US$ 1,19 en junio para apreciarse aen los meses siguientes y volver
hasta los US$ 1,43 en noviembre.
El euro perdió posiciones de nuevo en diciembre, hasta US$ 1,30, tras el
rescate a Irlanda, por el temor a un contagio a otros países como Portugal y
España y las tensiones en los mercados europeos de deuda soberana.
En tanto, el dólar cayó a finales de noviembre a los 86 yenes, su nivel más bajo en
catorce años.
Este conflicto de divisas crea el riesgo de que los países impongan medidas
proteccionistas, lo que puede ser muy negativo para el comercio mundial y el
crecimiento, como ocurrió en los años 30, dijo Krämer.
Entre 1928 y 1935 el volumen de importaciones cayó casi un 10% en EE.UU. y más de
un 30% en Alemania, en un sistema de tipos de cambio anclados al precio del
oro, según el banco regional alemán Helaba.
Durante más de una década se han acumulado significativos desequilibrios por
cuenta corriente en los principales bloques económicos mundiales.
Al superávit corriente de los productores de materias primas se añade un
significativo superávit en los países de Extremo Oriente, con China a la
cabeza, que con la depreciación artificial del yuan es una de las causas de los
problemas económicos de EE.UU.
EE.UU. ha mantenido un abultado déficit corriente que ha podido financiar por una
acumulación de reservas de divisas a escala mundial, que han alcanzado los US$ 8
billones en 2010, frente a los US$ 1,6 de 1999.
La mayor parte de estas reservas están denominadas en activos en dólares, y
hasta un 60% en poder de las autoridades monetarias asiáticas, especialmente de
China (30%), Japón (12%), Taiwán (4%) y Corea del Sur (3%), según PwC.
Dadas las dificultades de mantener la depreciación artificial del yuan, el
Banco Popular de China incrementó este año en seis ocasiones el coeficiente de
reservas mínimas de los bancos hasta el 19% para frenar la inflación.