La entrega de información personalizada genera un mayor ahorro previsional que antecedentes generales
Estudio evidencia que menos de la mitad de la muestra puede responder correctamente cómo se calculan sus pensiones y qué porcentaje de sus ingresos aportan a las AFP.
- T+
- T-
Encontrar caminos para mejorar las pensiones que reciben las chilenas y chilenos es una preocupación central para el gobierno, que hace casi un mes dio inicio a los diálogos sociales para la futura reforma previsional. El tema también está en la mira del mundo técnico, que analizó si una solución desde la información puede contribuir a una mejor planificación de ahorro a largo plazo.
La Superintendencia de Pensiones quería evaluar el simulador que creó para ayudar a la población a planificar sus ahorros previsionales, y académicos de la Universidad Católica, Universidad Adolfo Ibáñez y la misma SP apostaron por “llevar el simulador a la gente”, instalando módulos en oficinas de ChileAtiende para analizar su impacto.
“Los chilenos muestran poco conocimiento financiero y, en particular, insuficiente conocimiento y comprensión del sistema de pensiones”, se lee en la investigación.
José Tessada, Coautor y director de la Escuela de Administración UC. Jeanne Lafortune, Coautora y directora de Investigación del Instituto de Economía UC. Aldo Madariaga, académico Escuela Ciencia Política UDP.
El ejercicio reveló que entregar información personalizada genera más ahorro que información genérica. “Una señal muy breve llevó a modificar acciones por varios meses”, relata José Tessada, director de la Escuela de Administración UC y coautor del estudio.
Detalla que “una campaña más permanente tendría el potencial de mejorar mucho el bienestar financiero de las familias y hogares, usando, por ejemplo, mecanismos que conocemos generan impactos por períodos más duraderos como recordatorios vía mensajes o la posibilidad de modificar opciones de ahorro voluntario una vez recibida la información”.
La investigación también evidenció que en un sistema de contribuciones definidas, como en Chile, donde las pensiones no son garantizadas sino las contribuciones son las determinadas por ley, se necesita información personalizada y actualizada para apoyar la toma de decisiones de un afiliado, para permitirle que sus opciones sean concordantes con sus preferencias y planes futuros.
Según el paper, menos de la mitad de la muestra puede responder correctamente una pregunta de opción múltiple sobre cómo se calculan las pensiones, y también menos de la mitad conoce el porcentaje de sus ingresos que aporta a las AFP.
Jeanne Lafortune, coautora y directora de Investigación del Instituto de Economía UC, explica que en un sistema donde el afiliado tiene que tomar decisiones activas para poder obtener una pensión más cercana a la deseada, “esta falta de conocimiento dificulta mucho esta toma de decisión”. A su juicio, “es posible que el afiliado no haga ahorros previsionales no porque no quiere sino también porque no entiende que sin estos ahorros su pensión no llegará al monto deseado”.
La doctora en Economía del MIT recalca que “esto es válido en cualquier sistema donde los aportes personales sean los que determinen el monto final de la pensión, incluso si estuviésemos en presencia de un sistema mixto con un pago base tipo reparto”.
La reforma que viene
De cara a la reforma previsional que diseña el Ejecutivo, Tessada plantea que una opción es romper el paradigma de ahorro individual y pasar a reparto, pero “una opción mucho más razonable es mantener un componente importante de ahorro individual”. Ante la pregunta de cómo orientar a las personas a buscar un nivel de ahorro adecuado para los ingresos que quieren mantener al momento de jubilarse, dice que su trabajo “apunta justo a eso: dándoles información simple y personalizada”.
Aldo Madariaga, académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, discrepa. Afirma que para la reforma es importante tener en cuenta la necesidad de reducir los espacios en que las personas pueden tomar, o se les obliga a tomar decisiones. Su apuesta es por, más bien, “tener opciones que les aseguren un determinado ingreso en el futuro, con una fórmula sencilla, en vez de estar tratando de multiplicar los espacios de decisiones y por lo tanto complejizando los espacios de información”.
Lafortune añade que su intervención no generó un aumento en el ahorro para todos, ya que hay una fracción de la población que anticipaba pensiones muy bajas, que recibieron “buenas noticias” del simulador y respondieron disminuyendo sus contribuciones. “Eso sugiere que no todos quieren la pensión futura más alta posible, particularmente cuando se enfrentan con necesidades urgentes hoy”.