Jackson Hole parte en medio de la caída del PIB de EEUU en el segundo trimestre

Con los ojos puestos en el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el discurso que dará durante esta mañana en el simposio de Jackson Hole, el mercado espera señales sobre si seguirá el agresivo enfoque monetario para la próxima reunión, que podría marcar la tercera alza consecutiva de 75 puntos base.

El escenario está marcado por la alta inflación que enfrenta Estados Unidos -registrada en 8,5% interanual durante julio- y la posible recesión que podría enfrentar el país.

Y es que, según informó el Departamento del Comercio de EEUU ayer, el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre se deterioró algo menos que las expectativas, pasando de una estimación de un retroceso a tasa anual del 0,9% a una contracción del 0,6%.

Aún así, esto confirma una posibilidad de recesión, ya que el indicador convierte a este en el segundo trimestre consecutivo con contracción, después de que la actividad económica del periodo anterior entre enero y marzo haya caído a una tasa interanual de 1,6% y que el gasto de consumidor haya sido mayor con 1,8%.

No obstante, el ingreso interno bruto real aumentó un 1,4% entre abril y junio, en comparación con un aumento del 1,8% en el periodo anterior. De esta manera, el promedio del PIB real y el GDI real -lo que supone una medida complementaria de la actividad económica de EEUU- aumentó un 0,4% en el segundo trimestre, en comparación con un aumento del 0,1 % en el primer trimestre.

Esta nueva estimación del Producto Interno Bruto (PIB), se basa en datos fuente “más completos”, con revisiones al alza del gasto de los consumidores, pasando de 1% a 1,5%, y la inversión en inventarios privados, mientras que la inversión fija residencia se ajustó a la baja.

China: siguen medidas económicas

Ayer también China anunció una nueva medida para intensificar su estímulo económico con un billón de yuanes adicionales (US$ 146.000 millones) de financiamiento, los cuales estarán centrados principalmente en el gasto en infraestructura, con el objetivo de contrarrestar el daño de los cierres y confinamientos por Covid-19, sumados a la caída del mercado inmobiliario.

Según informó Bloomberg, esto corresponde a un paquete de políticas de 19 puntos, que incluye 300 mil millones de yuanes para que los bancos de políticas estatales pueden invertir en proyectos de infraestructura, que se suman al mismo monto anunciado a fines de junio.