Economía argentina se contrae 6,2% a fines de 2018, su peor nivel desde la crisis financiera
La actividad ya habría tocado fondo y podría empezar a revertirse, gracias a una mejor cosecha y al impulso de Brasil, estima BTG Pactual.
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La economía de Argentina profundizó su crisis a fines de 2018, cerrando el año de la peor forma posible: con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 6,2% con relación al mismo período de 2017.
Según cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el año pasado la economía trasandina retrocedió 2,5%, dejando al presidente Mauricio Macri en un complicado escenario preelectoral tras asegurar, a mediados de 2017, que vendría una recuperación que parece estar tardando en llegar más de lo esperado.
Ya entre julio y septiembre, el país había caído en recesión luego de anotar una contracción de 3,7%, en momentos en que apenas se superaba la crisis financiera que llevó al peso a perder la mitad de su valor frente al dólar.
En cuanto al dato desestacionalizado, la caída fue de 1,2% frente a los tres meses previos.
El comportamiento de la actividad económica se vio arrastrado por un fuerte descenso del comercio mayorista y minorista (13,5%), de la industria manufacturera (11,9%)y de la construcción (9,5%).
En tanto, los sectores que más crecieron fueron la pesca (14%); y el área de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura que avanzó 3,7%.
Suben los desocupados
Otro indicador que tampoco ha logrado levantar cabeza fue el desempleo, que creció entre octubre y diciembre un 9,1%, convirtiéndose en el peor cuarto trimestre desde 2005.
La cifra del Indec se compara con el 7,2% del mismo período del año anterior y revela que se sumaron más de 350 mil desocupados en todo el año.
A este dato, apuntó el instituto, se agrega el 17,3% de la población de ocupados demandantes de empleo, que son personas que aún con un trabajo buscan activamente otros empleos.
"El panorama se presenta bastante oscuro. Los puestos laborales se pierden y cada vez más gente busca trabajo", escribió la socióloga argentina Ximena de la Fuente en Twitter.
El gobierno había reconocido hace unos días, a través de varios de sus ministros, que la tasa de ocupación había caído fuertemente en noviembre y en diciembre, pero tanto el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, como su par de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmaron que en enero la economía ya habría comenzado a generar nuevos puestos de trabajo gracias al impulso de una actividad que, según dicen, estaría en recuperación.
Tocando fondo
Una posible recuperación que también es vista por BTG Pactual. El mayor banco de inversión privado de América Latina estima que aunque este año el desempeño del PIB seguirá siendo negativo, con una caída de 1,3%, será mucho mejor que el resultado de 2018.
"Esperamos una pequeña mejora, pero va a ser pequeña", dijo a Diario Financiero el economista jefe de BTG Pactual Argentina, Andrés Borenstein.
"Los números muestran que probablemente se tocó fondo en noviembre, que hubo una leve mejoría en diciembre y que ésta podría ser mayor en el primer trimestre de 2018. Sin embargo, sabemos que todavía eso no ha llegado a la gente", explicó.
A su juicio, la recuperación económica vendría impulsada por una "muy buena cosecha, después de haber vivido la peor el año pasado producto de la sequía".
Como segundo factor, que influiría a favor de Argentina, estaría el avance del salario real.
Siobhan Morden, jefe de estrategia de ingresos fijos de América Latina en Nomura, explicó a Bloomberg que la prioridad de Macri "es reducir la volatilidad del tipo de cambio, porque la única forma indirecta de impulsar el consumo es una recuperación de los salarios reales a través de una menor inflación".
Y es que, agobiados por los altos precios, los argentinos han reducido sus gastos y cambiado sus tendencias de consumo, con el temor de que el fin de la crisis tarde en llegar.
BTG Pactual también evalúa, como aspecto que impactaría, una mejor situación económica en Brasil. "Esto es muy importante para Argentina. En la medida en que a Brasil le vaya bien, a Argentina le va a ir bien. Pero también hay que reconocer que son factores que uno no controla", apuntó.