Internacional

Dilma Rousseff gana la reelección en Brasil en los comicios más estrechos desde 1989

Mandataria agradeció el papel que jugó su predecesor, Lula da Silva, en la campaña, y prometió fuertes reformas para su segundo período.

Por: Belén López-Palop | Publicado: Lunes 27 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.
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Se le hizo cuesta arriba, pero finalmente lo logró. El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó la reelección de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, que comandará el país por otro período, en los que han sido los comicios más reñidos de los últimos 25 años. Con más de 54 millones de votos, 51,64% del total, la candidata por el Partido de los Trabajadores (PT) se impuso ayer al aspirante del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), Aécio Neves, quien obtuvo el 48,36% de los sufragios. El Tribunal informó que la abstención fue de 21,10%.

Como se preveía, el norte y nordeste del país votó mayoritariamente por Rousseff, que se impuso en 15 de los 26 Estados brasileños. En tanto, los estados del sur, con más recursos, prefirieron a Neves. Para Rousseff fue clave el triunfo en Minas Gerais, donde Neves ejerció de gobernador durante ocho años y donde la presidenta obtuvo 52,41% de apoyo.

"Gracias a todos los brasileños y, en particular, gracias al militante número uno de las causas del pueblo y de Brasil, el presidente Lula da Silva", afirmó Rousseff en su primer discurso tras la reelección. En la instancia, Rousseff se comprometió a buscar la unidad de los brasileños y el diálogo. "Mis primeras palabras son un llamado a la unidad. En las democracias, la unión no significa necesariamente unidad de ideas. Presupone, en primer lugar, apertura y disposición para el diálogo. Esta presidenta está dispuesta al diálogo y ese es su primer compromiso para este segundo mandato: diálogo", señaló. Sin embargo, Rousseff prometió que su próxima gestión estará marcada por profundas reformas. La mandataria señaló que la palabra cambio fue la que más dominó durante la campaña. "Sé que estoy siendo reconducida a la presidencia para hacer los grandes cambios que la sociedad brasileña exige. Entre las reformas, la primera y la más importante será la reforma política", precisó.

Rousseff, que fue interrumpida en varias oportunidades durante su discurso al grito de 'corazón valiente', prometió además combatir la inflación y avanzar en el terreno de la responsabilidad fiscal.

En tanto, el candidato opositor del PSDB confirmó que se había comunicado con la mandataria para reconocer la derrota. "Felicité a la presidenta reelecta y le deseé suerte en su próximo gobierno. Creo que su máxima prioridad debería ser unificar Brasil", dijo.

Rousseff recibió además el apoyo de su par de Argentina, Cristina Fernández. "Este nuevo triunfo representa un paso más hacia la consolidación de nuestra patria sudamericana", aseguró Fernández, que consideró que la victoria de la brasileña "ayudará a continuar en la senda que Argentina y Brasil emprendieron en 2003, cuando asumieron Néstor Kirchner y Lula da Silva".

El triunfo de su aliada es clave para Fernández, que junto con Rousseff conforman un bloque en la región y dentro de Mercosur. Neves, de hecho, había prometido durante su campaña, que en caso de ganar, buscaría firmar acuerdos comerciales con Europa y Estados Unidos con independencia de la unión aduanera.

Otro de los que se apresuró a felicitar a la mandataria reelecta fue el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Pero lejos de los deseos de buenas intenciones de sus aliados, los analistas creen que un nuevo gobierno de Rousseff será negativo para la economía, y así lo habían reflejado los mercados con fuertes caídas previas a la segunda vuelta.

El analista de la consultora Leme Inversores, Joao Pedro Brugger, señaló a Bloomberg que pese a las caídas, los inversionistas no tenían completamente internalizada la victoria de la candidata del PT, y que por eso esperaba un retroceso de hasta 10% del Ibovespa hoy.

Corrupción y crisis
Tras una dura campaña, Dilma se impuso finalmente a Neves en la segunda vuelta por una ventaja de apenas tres puntos, la más estrecha desde que Fernando Collor de Melo derrotó a Lula por un margen de seis puntos, en 1989.

Desde entonces, no obstante, el entorno político ha cambiado mucho. La crisis económica que enfrenta el país y la corrupción marcarán el nuevo período presidencial. A primeros de septiembre, antes de la primera vuelta de los comicios, Paulo Alberto Costa, ex director de Abastecimiento de la estatal Petrobras, aseguraba que diputados y algún ex ministro habían aceptado sobornos de las empresas que licitaban con la petrolera. Varios eran del Partido de los Trabajadores de Dilma Rousseff.

El otro gran tema es la economía. El anuncio de que Brasil se encontraba en "recesión técnica" fue un asunto recurrente por los opositores de Rousseff. Neves le recordó a la presidenta en cada uno de los debates que el país ha crecido un promedio de 1,6% en los últimos cuatro años; lejos de las tasas que asombraron hace una década.

Desde que comenzó, el 6 de octubre, cuando Marina Silva quedó eliminada, la campaña de la segunda vuelta estuvo marcada por un empate que se mantuvo casi hasta el final, lo que supuso una polarización extrema de la sociedad brasileña que ha quedado reflejada en el resultado final. Un día antes de la votación, Rousseff y Neves aparecían empatados técnicamente, con el 52% y el 48% de los votos válidos, respectivamente.

Finalmente, sin embargo, ni las acusaciones de corrupción, ni la gestión económica de Rousseff le han pasado factura al Partido de los Trabajadores, como en algunos momentos advirtieron las encuestas, que se asegura una continuidad en el poder de 16 años consecutivos.

Dura campaña

La mayoría de los colegios electorales brasileños cerraron sus puertas a las 17:00 hora local (19:00 GMT), tras unos comicios para los que estaban convocados 142,8 millones de votantes.

Rousseff depositó su voto en Porto Alegre, poco después de abrirse los colegios y tras reconocer que la campaña electoral, la más impredecible de los últimos 25 años, si bien "permitió la confrontación de opiniones y el debate sano", tuvo momentos en los que "el nivel no fue muy alto".

La candidata defendió los logros de su mandato y el del anterior presidente, Luiz Inácio Lula da Silva. "Brasil cambió para que las personas crezcan", afirmó Rousseff. "No vamos a permitir que nada en este mundo, ni la crisis ni el pesimismo lo echen por tierra", añadió.

El candidato PSDB, por su parte, acudió a votar en torno a las 10:30 horas de Belo Horizonte.

"Vamos a gobernar para los más pobres, en la regiones que más necesitan de la acción del gobierno", dijo Neves.

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