Trump posiciona a EEUU como antagonista en G20 y cuestiona “voluntad de sobrevivir” de Occidente

Haciendo eco del tono oscuro del discurso con que inauguró su administración en enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscó ayer llamar la atención sobre las amenazas que enfrenta Occidente, poniendo énfasis sobre el terrorismo y la excesiva regulación gubernamental como riesgos globales.

El mandatario realizó sus declaraciones en Varsovia, Polonia, en medio de una visita que simbolizó la distancia que su gobierno ha tomado con los países tradicionalmente aliados-como Alemania o Francia- y con potencias internacionales de la talla de China o Rusia. Trump se reunirá con los líderes de todos esas naciones en la cumbre del G20 hoy, en Hamburgo.

“La defensa de Occidente depende no solo de las herramientas, sino también de la voluntad que tiene su gente de sobreponerse”, señaló ante una multitud de simpatizantes polacos. “La pregunta fundamental de nuestra era es si Occidente tiene la voluntad de sobrevivir”, sentenció.

El discurso del jefe de la Casa Blanca vinculó el aparataje estatal que caracterizó al comunismo polaco con la opresión que, asegura él, sufren las sociedades occidentales debido a la sobreregulación.

El mandatario atacó “el constante peso de la burocracia gubernamental que quita vitalidad y riqueza al pueblo”. Añadió: “Occidente no se volvió grande por el papeleo y las regulaciones, sino porque las personas podían perseguir sus sueños y sus destinos”.

También defendió su postura en torno a la inmigración ilegal, que, señaló, es parte del esfuerzo de preservación de Occidente. “Aunque siempre damos la bienvenida a nuevos ciudadanos que compartan nuestros valores y amen a nuestra gente, nuestras fronteras estarán cerradas al terrorismo y al extremismo de cualquier tipo”, subrayó.

La distancia política entre EEUU y Europa se reflejó ayer en el encuentro de Trump con la canciller alemana Angela Merkel, quien prometió no ocultar los “disensos”. Horas antes, había señalado que “necesitamos una sociedad abierta y especialmente flujos comerciales abiertos”.

Cara a cara con Putin

Horas antes de encaminarse a tierras germanas para su primera cumbre del G20, Trump esgrimió críticas contra Rusia por su “opresión” a Polonia en la lucha contra el Estado Islámico. El mandatario llamó a su par ruso, Vladimir Putin, a “poner fin a las actividades desestabilizadoras en Ucrania y en el resto del mundo”.

No solo eso. En una conferencia de prensa junto al presidente polaco, Andrzej Duda, reconoció por primera vez que el Kremlin podría haber estado involucrado en una campaña cibernética para interferir en las elecciones presidenciales de EEUU. “Creo que fue Rusia, pero también creo que probablemente fueron otras personas o países. Nadie lo sabe, realmente”, manifestó.

El mandatario se reunirá hoy por primera vez con Putin y sus comentarios parecen adelantar que no intentará presionarlo sobre el tema. Actualmente, la justicia estadounidense indaga posibles vínculos ilegales de Moscú con los asesores de Trump durante la campaña presidencial y decenas de organismos de inteligencia de EEUU han asegurado que el Kremlin buscó influir en la carrera hacia la Casa Blanca.

La discusión de los presidentes también podría incluir las sanciones que EEUU ha impulsado contra Moscú tras la invasión a Crimea y las recientes provocaciones de Corea del Norte, que esta semana probó con éxito su primer misil intercontinental.

La semana pasada, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster, dijo que el gobierno llegaría al encuentro “sin una agenda específica”, mientras que autoridades del Kremlin aseguran que la conversación se enfocará en Siria y Ucrania.

“Medidas severas”

El ensayo balístico de Corea del Norte, que esta semana demostró que es capaz de alcanzar suelo estadounidense, también dominará la agenda de la cita internacional que parte hoy.

Trump sostuvo ayer que el régimen de Pyongang “es una amenaza que confrontaremos con mucha fuerza”. Agregó que su gobierno está considerando “medidas severas” y que el régimen de Kim Yong-un “se ha estado comportando de una manera muy, muy peligrosa y algo tendremos que hacer. El presidente Duda y yo llamamos a todas las naciones a enfrentar esta amenaza y demostrar públicamente que hay consecuencias”.

Las provocaciones de Corea del Norte han reavivado las tensiones entre EEUU y China, cuyo presidente, Xi Jinping, también estará presente en la cumbre. Trump ha exigido a Beijing que aumente la presión para que Pyongyang cese su programa armamentista y ha cuestionado el creciente comercio entre ambos países vecinos.

En contraparte, Xi ha liderado una campaña política que busca aumentar la influencia del gigante asiático en Occidente, a través de alianzas empresariales y comerciales con Rusia y Alemania.

Su postura, favorable al libre comercio y a combatir el cambio climático, posiciona a la segunda economía mundial como un aliado estratégico para las potencias occidentales incómodas con el EEUU de Trump.

Prioridades de las potencias económicas

El líder de la segunda mayor economía mundial apunta a aprovechar la oportunidad de liderazgo que se abre en momentos en que EEUU parece renegar del multilateralismo. Xi ha defendido la apertura comercial y los acuerdos de París sobre el cambio climático. Esta semana, ha firmado acuerdos de cooperación con Rusia (para dar financiamiento a empresas afectadas por las sanciones de Washington) y Alemania (cuyas compañías tendrán un rol en las iniciativas de inversión que impulse Beijing).

A pocos meses de enfrentar elecciones generales, la líder de la primera economía europea busca mostrar fuerza y determinación para asegurar su reelección. Sus dichos contra el proteccionismo que defiende Trump han ido en aumento, como también lo ha hecho su cercanía con grandes economías como China, India y México. Bajo el liderazgo de Merkel, la Unión Europea firmó esta semana un acuerdo de libre comercio con Japón. Es probable que plantee revivir el acuerdo comercial que el bloque no ha logrado firmar con EEUU.

€El Brexit estará al principio, al medio, y al final de la lista de prioridades del Reino Unido en la cumbre. El liderazgo de May aún tambalea tras el golpe que su partido conservador sufrió en las elecciones adelantadas que ella convocó, y que resultaron en la pérdida de la mayoría parlamentaria. La premier buscará asegurar a sus pares que, pese a la retórica proteccionista de la campaña por salir de la UE y la incertidumbre política tras los comicios, el Reino Unido está, en sus palabras, "abierto para los negocios".

La agenda de los líderes sudamericanos

Tras volver a los mercados globales de bonos y poner fin a quince años de aislamiento, el gobierno de Cambiemos busca fortalecer sus vínculos comerciales con las grandes potencias del G20. Macri ha estado en China, Japón, Alemania y Davos. También ha expresado su voluntad de firmar acuerdos comerciales con o sin la venia del Mercosur. Su agenda incluye reuniones bilaterales con el presidente francés, Emmanuel Macron, la primera ministra británica, Theresa May, y el premier indio, Narendra Modi.

El jefe de la mayor economía de la región llega a Hamburgo en un momento delicado: los escándalos que lo vinculan a un esquema de corrupción y pago de sobornos casi lo obligaron a cancelar su participación, pero la posibilidad de que EEUU retrase la entrada de Brasil a la OCDE lo hizo optar por asistir. Temer mostrará a su país como el mejor ejemplo de que las políticas comerciales proteccionistas han fracasado y de que es necesario abrir las fronteras. También buscará que el comunicado final mencione a la Organización Mundial del Comercio, que preside Brasil.

Déficit comercial cae en mayo

€Las exportaciones de Estados Unidos llegaron a niveles máximos de más de dos años en mayo, ayudando a reducir el déficit comercial, según cifras del Departamento de Comercio reveladas ayer. La institución reportó que la brecha comercial bajó un 2,3% a US$ 46.500 millones, un poco por encima de las expectativas de economistas consultados por Reuters, que apuntaban a un nivel de US$ 46.200 millones. Ajustado por inflación, el promedio de déficit comercial entre abril y mayo fue de US$ 63.300 millones, por encima de los US$ 62.200 millones del primer trimestre. Ello sugiere que el sector podría ayudar a desacelerar el crecimiento del PIB en el segundo trimestre. Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron 0,4% a US$ 192.000 millones en mayo, el nivel más alto desde abril de 2015.