Reino Unido impondrá fuertes controles a la entrada de europeos tras el Brexit
El informe sugiere que solo se permitirá cruzar la frontera a los europeos que cuenten con una oferta de empleo firme.
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El Gobierno británico prepara estrictas medidas en política migratoria tras su salida de la Unión Europea, según un informe del Ministerio de Interior elaborado el pasado mes de agosto y que hoy publica la prensa británica.
El documento de 82 páginas ofrece un detallado estudio sobre los planes del Gobierno y presenta un panorama poco alentador para los europeos que desean ir a trabajar a Reino Unido.
El Gobierno de Theresa May prevé, entre otras medidas, limitar la residencia de los inmigrantes menos cualificados a dos años, mientras que los considerados de alta cualificación podrán estar un máximo de cinco. El informe sugiere que solo se permitirá cruzar la frontera a los europeos que cuenten con una oferta de empleo firme, con el fin de impedir la búsqueda de empleo por parte de los comunitarios.
Otra de las iniciativas que pretende el estudio es que se implante la política de "británicos primero", lo que supone que solo se aceptarán inmigrantes para un puesto de trabajo si no hay ningún británico interesado en cogerlo. "La inmigración debe beneficiar no solo a los inmigrantes en sí mismos, sino hacer la vida mejor a los residentes", dice el informe al que ha tenido acceso el diario The Guardian. De forma muy clara el documento dice que "se dará preferencia en el mercado laboral a los trabajadores que sean residentes" británicos.
Si sigue las directrices del documento, el Gobierno podría acabar con el derecho a establecerse en Reino Unido que actualmente disfrutan los europeos. También se plantean restricciones a la reunificación de las familias, lo que podría acabar con miles de familias divididas en varios países. El informe indica que si un ciudadano de la UE que vive en Reino Unido quiere traer a un miembro de su familia deberá ganar un mínimo de 18.600 libras.
Enseñar el pasaporte será obligatorio en los aeropuertos británicos y ya no será válido el Documento Nacional de Identidad (DNI), como sucede ahora.
Todas estas medidas tenderán a equipar a los europeos con los inmigrantes procedentes de otros lugares del mundo, que no gozan de los privilegios ofrecidos por la libertad de movimiento promovidos por la Unión Europea.
El documento será muy aplaudido por los partidarios del llamado Brexit duro, que pretende imponer un férreo control de fronteras en Reino Unido, aun a costa de perder el acceso al mercado común europeo. Bruselas ha anunciado de forma tajante, en nombre de los 27 países miembros de la UE, que si Reino Unido limita la llegada de inmigrantes no podrá seguir manteniendo los ventajosos acuerdos comerciales con el bloque.
Reino Unido votó en referéndum la salida de la UE en junio de 2016. Las conversaciones con Bruselas para acordar un pacto final deberían acabar en marzo de 2019, aunque los expertos considera que será imposible cumplir este calendario.