Detención de Carlos Ghosn por evasión fiscal remece al segundo mayor grupo automovilístico del mundo
El empresario franco-brasileño es acusado de no informar sus ingresos reales. Nissan, Renault y Mitsubishi sufren el golpe en bolsa de los actos indebidos de su presidente.
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Ayer fue un día sorpresivo para el mundo automovilístico. Carlos Ghosn, el magnate y hombre fuerte del resurgir de las automotrices, fue arrestado en Japón y sería destituido hoy como presidente de Nissan después de dirigir la firma por casi dos décadas, acusado de cometer “numerosos” actos indebidos.
En concreto, el magnate franco-brasileño, quien también es presidente ejecutivo de Renault y de Mitsubishi, es señalado por la presunta violación de la legislación financiera por no haber informado de su salario de forma correcta, minimizando sus ingresos en cientos de millones de yenes.
La noticia derrumbó de golpe las acciones de Renault, que llegaron a caer más de 13% en la jornada para cerrar finalmente con un retroceso de 9,15% hasta los 59,06 euros. Este es el nivel más bajo de la cotización de la firma en cinco años. En tanto, Nissan perdió un 0,45% hasta los 1.006 yenes japoneses; y Mitsubishi un 0,14% a 730 yenes por papel.
Adiós al asesino de costos
La partida de Ghosn marca una abrupta caída para uno de los ejecutivos más poderosos de la industria global y deja a Nissan y a Renault sin “Le Cost Killer” (asesino de costos), como es conocido en Francia.
Según las investigaciones, el creador de un imperio que se extiende desde París hasta Tokio también habría incurrido en el uso del dinero del grupo para su beneficio personal, al igual que otro de los directores, Greg Kelly.
Hiroto Saikawa, director ejecutivo de Nissan -quien reemplazó a Ghosn en abril cuando éste pasó a liderar la alianza Renault-Mitsubishi- dijo ayer que la empresa lo removería hoy de su cargo durante una reunión, lo que podría remecer la alianza internacional entre las tres automotrices y poner en vilo una eventual fusión.
Su retiro ya no será gradual como él había planificado. En una entrevista con Financial Times en junio, Ghosn dijo que su salida comenzaría con una dimisión del cargo de director ejecutivo de Renault antes de que expirara su mandato en 2022.
Escrutinio de larga data
La alta remuneración de Ghosn por parte de Nissan ha enfrentado un duro escrutinio desde 2010, luego de que se convirtiera en el ejecutivo mejor pagado de Japón, un país donde la compensación de ejecutivos suele ser mucho más baja que las normas internacionales.
Su salario anual en la firma nipona alcanzó un récord de 1.100 millones de yenes (US$ 9.800 millones) en el período fiscal 2016-2017. Además recibió 735 millones de yenes el siguiente año y otros 227 millones de yenes de Mitsubishi.
Por su parte, los accionistas de Renault aprobaron en junio pagar 7.400 millones de euros por su labor de 2017.
Por ello, en la misma entrevista del FT, le preguntaron si alguna vez había considerado que le pagaban demasiado. Ghosn defendió sus remuneraciones y respondió entre risas: “Ningún director general va a decir: ‘Me pagan demasiado’. Eso no me corresponde a mí, el directorio tiene esa potestad”.
A su juicio, “la compensación es mucho más escrutada hoy que en el pasado. Y se evalúa lo que se está haciendo por la sociedad”. “Los CEOs tienen que desempeñarse absolutamente en aspectos básicos: crecimiento, ganancias, efectivo libre”, apuntó.
Imperio en duda
Hasta ahora Ghosn desempeñaba un nuevo ambicioso papel: dirigir un imperio mediante una asociación entre tres grandes fabricantes de autos que recientemente se veía desequilibrado. A la alianza Renault-Nissan forjada hace 19 años (Renault controla el 43% de Nissan), le sumó en 2016 a Mitsubishi Motors, afectada por varios escándalos.
Había esperanzas de que el trotamundos de 64 años de edad, un “hombre de Davos” por excelencia, liderara el esfuerzo por simplificar esa estructura y sacara a las firmas del momento actual de extraordinaria turbulencia del sector.
Eso ahora queda en duda y, según analistas de Bloomberg, con su salida sólo se desata un nuevo período de más incertidumbre.
Hitos de su liderazgo
- Nació en 1954 en Porto Velho, Brasil. Es de ascendencia libanesa y también ciudadano francés.
- Comenzó su carrera en Michelin en Francia y en 1985 fue nombrado Jefe de Operaciones de la división de Sudamérica de la firma.
- En 1996 fue contratado por Renault por sus exitosas fórmulas de ahorro.
- En 1999 pasó a Nissan, como parte de la compra de participación desde Renault.
- Un año más tarde era llamado "el milagro Nissan", al lograr que la compañía volviera a generar ganancias y redujera su deuda. De ahí surge su apodo "el asesino de costos".
- Se convirtió en presidente ejecutivo de la firma nipona en 2001 y se mantuvo en ese cargo hasta 2017, cuando pasó a liderar la alianza Renault-Mitsubishi.
- En 2005 fue nombrado CEO de Renault y de Nissan, y desde ambas impulsó el desarrollo de autos eléctricos.