Comienza cumbre de Celac en Ecuador marcada por la crisis de los commodities y las tensiones regionales
Desde La Paz, el vicepresidente boliviano acusó a Chile de pretender bloquear una candidatura de su país a encabezar el organismo.
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Los mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) iniciaron ayer una cumbre en la que buscarán acuerdos para luchar contra la pobreza, mientras la región atraviesa una crisis derivada del derrumbe de las materias primas.
El grupo, que en el pasado fue defendido por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez como un foro independiente frente a EEUU, aparece hoy dividido por tensiones ideológicas, en momento que cae la influencia de los gobiernos de izquierda, debilitados por crisis internas.
“Enfrentamos tiempos difíciles, la tecnocracia dice que se acabó el ciclo de los commodities, la región tiene más dificultades para crecer, generar empleo, disminuir la pobreza y garantizar derechos”, expresó el anfitrión, el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Por su parte, el subsecretario general de la cancillería brasileña, Paulo Estivallet, reconoció que “en los últimos años, con el boom de las commodities, todos los países orientaron sus exportaciones a Asia. Ahora que ese ciclo terminó, es importante que busquemos otras fuentes de dinamismo para el comercio y la economía”.
El sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, destacó a su llegada que la entidad debe ser una potencia de paz, unión y desarrollo. Antes de partir al encuentro, sin embargo, había prometido que se lanzaría “con todo” en contra de su par argentino, Mauricio Macri, quien denunció abusos a los derechos humanos en ese país, y contra otros gobernantes de derecha. “Voy a la cumbre de la Celac con todo, nadie me va a callar. No voy a aceptar abusos de nadie allí”, había dicho Maduro el domingo. Macri, sin embargo, no llegó al encuentro debido a problema de salud.
Disparos a Washington
El dueño de casa, sin embargo, se encargó de retomar el debate ideológico al señalar que Celac debe reemplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA), que tiene su sede en Washington. “Ecuador no tiene temor de pensar que la Celac, en el mediano plazo, debe reemplazar a una OEA que jamás funcionó adecuadamente”, señaló el mandatario. “¿Por qué tenemos que discutir nuestros problemas en Washington, país del criminal bloqueo a Cuba, que viola la carta fundacional de la OEA?”, se preguntó Correa, quien planteó que la OEA debe limitarse a un foro para discutir las relaciones entre Celac y Norteamérica.
Presidencia de Bolivia
Las tensiones también alcanzaron a Chile, luego de que el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, anunciara su deseo de usar la presidencia del organismo para levantar sus reivindicaciones marítimas y acusara a Chile de intentar bloquear los esfuerzos de La Paz por encabezar el organismo. “En el caso de que Bolivia asumiera, por supuesto que nuestra voz en América Latina tendría mucho más peso y nuestra influencia en el ámbito continental, vía instituciones democráticas soberanas, tendría aún muchísima más fuerza en esta campaña de hacer conocer nuestro derecho a una salida soberana al océano Pacífico”, dijo la autoridad en La Paz.
Según el vicepresidente boliviano, Chile intentaría bloquear una candidatura del país. “No va a lograr su cometido, lo único que va a hacer es ahondar su aislamiento y ahondar su presencia en el ámbito internacional como un país agresivo, provocador y que se enfrenta al derecho y a la institucionalidad internacional”, advirtió. El presidente boliviano, Evo Morales, no hizo referencia al tema.
Bolivia se disputaría la opción de encabezar la Celac en 2017 junto con Honduras. El presidente Colombiano, Juan Manuel Santos, señaló ayer que el tema se discutirá en marzo.
La presidenta Michelle Bachelet tampoco aludió a la polémica y en su discurso destacó que Celac “ha logrado profundizar la unidad y la integración política, económica, social y cultural de la región”. La mandataria señaló que pese a las discrepancias entre los miembros, el foro les permite participar en el debate global con una voz común.