Gobiernos de Europa del Este endurecen control sobre los disidentes

Hungría está endureciendo la supervisión sobre los medios de comunicación mientras la libertad de prensa se encuentra bajo ataque en toda la región.

Por: | Publicado: Sábado 25 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
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La libertad de prensa está bajo ataque en el este de Europa. Los líderes de la Unión Euroepa han reprendido a Hungría por sus duros intentos por reforzar la supervisión de la prensa. La propiedad de los medios de comunicación está muy concentrada en algunos países, complicando el debate. Y los periodistas han sido agredidos físicamente por decir las cosas equivocadas. Es alentador que hayan surgido protestas populares en contra de la represión, lo que sugiere que los votantes son más tolerantes que los gobiernos a las críticas de la prensa. Pero hay muy pocos indicios de que los políticos están dispuestos a tolerar una prensa verdaderamente libre 20 años después de la caída del comunismo.

El parlamento de Hungría aprobó una nueva ley de medios que dice ajusta y moderniza la supervisión de la prensa. Pero otros la han calificado como una amenaza a la libertad de prensa. Se estableció un consejo de medios de comunicación con poderes para multar emisoras y editoras que incumplan la ley – por ejemplo, al no dar una cobertura equilibrada. El 22 de diciembre, la canciller alemana Angela Merkel denunció de modo enérgico la represión. “Como futuro presidente de la Unión Europea, Hungría naturalmente tiene una responsabilidad especial hacia la imagen de la Unión Europea en su conjunto”, dijo su vocero.

También hubo fuertes protestas en el interior del país. Unos 1.500 estudiantes protestaron en Budapest y varios periódicos húngaros publicaron portadas en blanco en señal de protesta a que los periodistas se vieran obligados a revelar sus fuentes. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa advirtió que la ley daría “poderes sin precedentes en la regulación de los contenidos a la recién creada autoridad de medios de comunicación”. El consejo de medios de comunicación tiene derecho a investigar, juzgar y multar a editores y emisores que considere que han afectado a la “dignidad humana” o “causado ofensas” a nacionalidades, iglesias o minorías.

Lamentablemente, la dura acción de Hungría es parte de una tendencia general hacia la intolerancia de los medios de comunicación libres en la región. El Índice de Democracia 2010 de The Economist Intelligence Unit encontró un deterioro mundial en los puntajes para la libertad de prensa entre 2008 y 2010 (en 36 países en total). Esto fue especialmente marcado en el este de Europa, donde ocho países (Albania, Azerbaiyán, Hungría, Macedonia, Montenegro, Rumanía, Rusia y Serbia) vieron desplomarse su puntuación para la libertad de prensa entre 2008 y 2010. Los ataques a la libertad de prensa reflejan una declinación general de la democracia en la región. El Índice de Democracia de EIU mostró una baja en los puntajes en 19 de los 28 países de la región en 2008-10.

Hungría es un ejemplo clásico entre los nuevos estados miembros de la UE. En las elecciones de abril de 2010, un partido nacionalista extrema, Jobbik, logró casi tantos votos como el ex gobernante Partido Socialista Húngaro (MSZP). Desde que ganó la mayoría parlamentaria de dos tercios en las elecciones, el centro-derechista Unión Cívica Fidesz-Húngaro (Fidesz) ha tomado sistemáticamente el control de las instituciones del país: la presidencia, la oficina estatal de auditoría y el consejo de los medios de comunicación están todos en manos de comisionados del partido. La nueva ley de prensa es sólo un ejemplo de este debilitamiento de la democracia.



Tendencia regional

En la Comunidad de Estados Independientes (CEI) hay una incidencia creciente de intimidación y también se informaron ataques contra periodistas. Hay pocos medios de comunicación verdaderamente independientes. En los últimos años, los países del sudeste de Europa, en particular, han sufrido la disminución de la libertad de prensa.

La intimidación de periodistas, la presión política y las subvenciones ilegales a los medios de comunicación controlados por el gobierno son comunes en la mayoría de países de los Balcanes. En Albania, los periodistas siguen siendo atacados y hay presión política sobre los medios de comunicación. En Macedonia hay una campaña contra los medios de comunicación y periodistas que critican al gobierno. La policía y los funcionarios públicos no han intervenido en la incitación a la violencia contra los periodistas.

En Serbia, los patrones de propiedad de los medios son opacos. En 2009 se aprobaron a toda prisa controversiales nuevas leyes sobre medios de comunicación y enmiendas, sin debate público. Muchos casos de violencia contra los periodistas no han sido adecuadamente investigados. Los medios de comunicación en Serbia están bajo presión, con la participación directa de agentes del Estado en los órganos de gobierno y a través de nombramientos políticos de directores y editores. En Montenegro, la libertad de expresión en la prensa es “irregular”, según la Comisión Europea.

En Croacia, persiste la preocupación sobre la seguridad de los periodistas que escriben sobre la corrupción y la delincuencia organizada. En Rumania, el gobierno llegó a identificar los medios de comunicación como una amenaza potencial para la seguridad nacional.

Los problemas han sido exacerbados por la crisis financiera y económica, que también ha afectado a los medios de comunicación en la región y dio lugar a un nuevo aumento en la concentración de la propiedad, por lo general en grupos con vínculos estrechos con los gobiernos. El miedo al desempleo ha incrementado la presión sobre los periodistas y la autocensura.

La tendencia no ha pasado por alto el centro de Europa. Por ejemplo, en Polonia, el gobierno ha hecho esfuerzos para someter a los organismos de radiodifusión pública directamente al ministro de Finanzas y de limitar su cuota de mercado para beneficiar a empresas privadas de medios proclives al gobierno. Los tribunales han tomado decisiones controvertidas que infringen la libertad de expresión, y se ha visto un acoso constante a los periodistas de investigación por la Agencia de Seguridad Interna.

Esto no es un problema nuevo para la región. Sin embargo, muestra una intolerancia creciente a la crítica de gobiernos que reciben golpes de periodistas locales cada vez más hábiles. Afortunadamente, países como Hungría, ahora pueden ser reprendidos por sus pares de la UE, y ya hay indicios que el gobierno podría retractarse de su polémica nueva ley de los medios. Pero fuera de la UE, los gobiernos de Europa oriental están siendo cada vez más descarados en la supresión de los medios. Y eso es una afirmación de lo poco que ha madurado la escena política.

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