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“En el pecho nuestro corazón”

Alejandra Loyola, socia de TheHouse Advisory

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 9 de junio de 2022 a las 20:18 hrs.

Recientemente DF publicó el artículo “Los liderazgos con corazón son la cualidad más valorada por los trabajadores chilenos”, que mostró que el soporte al desarrollo profesional, el reconocimiento a los colaboradores, la autorreflexión y la capacidad de hacer equipo, fueron las cualidades más valoradas en los líderes.

Dar mayor importancia a las capacidades relativas a la gestión de las personas es una tendencia que veníamos viendo al alza en los últimos años producto de las transformaciones dentro de las organizaciones, la ruta digital, las metodologías ágiles, los procesos de innovación en los modelos de negocios ya tenían muy desafiado el concepto de liderazgo. Sin embargo, la pandemia extendida, su consecuente crisis económica, y, en el caso de Chile, un contexto de grandes cambios políticos y sociales, sin duda han acelerado la transición hacia el liderazgo con corazón sin vuelta atrás.

Hoy, en las gerencias y los directorios se necesita una visión clara, pero flexible y práctica, además una gran capacidad de escucha, que redundará en empatía hacia sus colaboradores y el medio con el que interactúa.

A nivel gerencial, se ha vuelto clave el cultivo de valores como la humanidad, el reconocimiento y la gratitud. Líderes que logran conformar equipos efectivos, que motivan e inspiran, mostrando una genuina preocupación por el bienestar de los colaboradores.

La mayor conexión con los equipos se logra instalando un fuerte sentido de propósito en el quehacer, mostrando que el desafío que hay por delante vale la pena y refuerzan la importancia de ir juntos “en equipo”.

Existen prácticas que apoyan este tipo de liderazgo como dedicar tiempo a escuchar, reflexionar e identificar aprendizajes, enfocarse más en la solución que en la brecha; entregar herramientas, autonomía y soporte a los colaboradores, en particular en momentos difíciles. También comprender el error como parte del proceso de formación.

Las organizaciones también necesitan este tipo de líderes para renovar y darle potencia a sus directorios. Profesionales capaces de ir un paso más allá e integrar en sus decisiones y lineamientos a los diferentes grupos de interés.  Que sepan comprender las nuevas fronteras de las empresas y el rol que hoy se les exige, logrando conectar la gobernanza de las organizaciones con los grandes desafíos que tenemos como sociedad.

Líderes que sean pioneros en impulsar los principios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), que entiendan que el fin último de las empresas es darle sustentabilidad al negocio y siendo conscientes y responsables de su impacto. 

Los líderes a nivel directivo y gerencial están llamados a transformar las empresas en un mundo de permanente cambio, a romper los esquemas convencionales y ser capaces de hacerse cargo de una serie de desafíos como el cambio climático, las demandas sociales, la convivencia y el valor compartido con las comunidades, la diversidad e inclusión al interior de la compañía, el desarrollo de proveedores, entre muchos otros. Deberán dirigir y gestionar las empresas con una mirada de futuro integradora y sostenible.

No puedo evitar recordar el himno de la UC donde dice “cruzados caballeros serenos de noble ambición, tenemos como escudo en el pecho nuestro corazón”. Al parecer esa es la llamada al liderazgo en tiempos de cambio e incertidumbre.

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