Empresas

Toyota también quiere que GM se salve de la quiebra

Si cae uno de los denominados 'grandes' de Detroit, podría hacer caer a proveedores de piezas de vital importancia para otros fabricantes.

Por: | Publicado: Martes 16 de diciembre de 2008 a las 07:46 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

No son sólo las principales afectadas las que requieren al Gobierno estadounidense un plan de ayuda para evitar sus quiebras. Junto a los gritos de auxilio de las tres grandes de Detroit se escuchan también las plegarias de otras automovilísticas que consideran que la ausencia de compañías como General Motors en el mercado del motor supondrían problemas en la producción, otro golpe a una débil demanda y dejar la puerta abierta a competidores ‘low cost’.

 

No por solidaridad sino por proteger sus espaldas, Toyota también está a favor de un plan de rescate para salvar de la bancarrota a GM, Ford y Chrysler. En estos años, la japonesa ha estado a punto de superar a General Motors como el mayor productor mundial de automóviles, pero ahora la delicada situación que está viviendo esta y las otras dos grandes de Detroit hace que la nipona también tema por su propia estabilidad. Considera que podría sufrir una situación similar si GM llega a anunciar la quiebra.

 

De suceder eso, "el daño para nosotros seguramente será tremendo", aseguró ayer a The Associated Press el portavoz de Toyota Motor Corp., Hideaki Homma. "Las condiciones son extremamente difíciles ahora y cualquier evento negativo adicional empeoraría de seguro las cosas".

 

Las causas de los temores

Uno de los motivos que lleva a pensar a Toyota que la bancarrota de General Motors podría ser el preámbulo de su propia quiebra es que los fabricantes de autos japoneses en EEUU comparten los mismos proveedores de piezas que sus rivales estadounidenses.

 

Si uno de los grandes de Detroit se desploma, los abastecedores le seguirían cuesta abajo, desatando una reacción en cadena que al final dañaría gravemente la producción japonesa en Estados Unidos, un mercado vital.

 

Además, la crisis en Estados Unidos pudiera llevar a enormes pérdidas de empleos y debilitar aún más los gastos de los consumidores, especialmente en productos costosos como automóviles.

 

En su conjunto, los tres productores estadounidenses de automóviles emplean a 239.000 trabajadores en el país. Contando los otros negocios que dependen del sector, los expertos estiman que 2,9 millones de empleos desaparecerían si las tres compañías quiebran.

Lo más leído