Clínicas ponen en tela de juicio a la ley corta: “Dilata la incertidumbre y agrava los problemas”

En medio de la fuerte controversia generada en torno al envío de la ley corta de isapres que instruye el fallo de la Corte Suprema por tabla de factores al Congreso el martes pasado, hasta ahora el sector prestador de salud se había mantenido al margen del debate público.

En este marco, la primera institución de la industria en dar a conocer su posición respecto del escenario abierto tras la presentación del proyecto es Clínica Alemana. Su gerente general, Cristián Piera, sostuvo este lunes que “la propuesta de ley corta y el debate que se ha instalado parece haber olvidado a los pacientes”, afirmando que el diseño de la iniciativa “implica dilatar la incertidumbre y agudizar los problemas que las personas ya están enfrentando respecto a sus reembolsos y coberturas”.

Cristián Piera, gerente general de Clínica Alemana. Foto: Julio Casto

Desde este diagnóstico, puntualizó que a pesar del marco propuesto por el Ejecutivo, “además, persiste el riesgo para los prestadores privados, dado que en el actual escenario el endeudamiento de las isapres con las clínicas y centros médicos seguirá creciendo, pudiendo comprometer una parte de ellos, generando un efecto en cadena en el sistema de salud”. En relación con las implicancias de un desenlace en este sentido, el ejecutivo advirtió que “esto podría aumentar la demanda en los hospitales, abultando las listas de espera y dejando a cada vez más personas sin las atenciones que requieren”.

Al entrar en el detalle de la fórmula propuesta en la iniciativa de ley que comienza hoy su discusión en el Senado, Piera manifestó que “también nos preocupa enormemente que el proyecto no se hace cargo de los mecanismos en que se protegerá a los pacientes en caso de quiebra de isapres, ya que no establece medidas concretas para asegurar, por ejemplo, la continuidad de tratamientos, especialmente para las personas con preexistencias y tratamientos de alto costo”.

Situación de las clínicas

La situación financiera de las isapres se ha convertido en el principal factor de riesgo para los prestadores privados, ya que se ha traducido en una extensión progresiva de la cadena de pagos y del nivel de endeudamiento.

De hecho, Clínicas de Chile informó en un oficio enviado a fines de marzo pasado a la Comisión de Salud del Senado que las deudas de las isapres con los prestadores privados totalizaron $ 507.057 millones al cierre de 2022. Ese monto, indicaron, representaba un 71% de las cuentas por cobrar por hospitalizaciones realizadas en instituciones del sector privado.

Es por ello que Clínicas de Chile, a través de su presidente Gonzalo Grebe, ya señalaba en marzo pasado en el marco de una cumbre entre privados, expertos y autoridades que analizó las bases del proyecto de ley corta, que esa iniciativa estaba “lejos de resolver el problema y alerta sobre un posible colapso”, ya que estába centrada “básicamente en la necesidad de devolver los excesos de cobros que se han realizado y adolece de un pilar fundamental que tiene que ver con la deuda que mantiene el sector asegurador con los prestadores”.