Ocho años lleva el conflicto entre los hermanos Gómez Pacheco en cuyo epicentro está Minera Carola-Coemin, una operación de mediana minería con vocación de crecer y que tiene previsto pasar a las grandes ligas en 2026. Y aunque la disputa filial no cesa, con acusaciones mutuas, los planes de la faena siguen en pie, aseguran ejecutivos del sector minero.

La pelea fraternal salió durante estos días a la palestra pública debido al pugilato entre el exministro de Educación y Justicia, Felipe Bulnes Serrano, y Jonás Gómez Pacheco en el restaurante César de Zapallar. Bulnes fue abogado del hermano de Jonás, Segundo Pacheco, controlador de Minera Carola-Coemin, y desde entonces la relación entre ambos es tensa, pasando en esa ocasión de las palabras a las manos.

Según documentos judiciales, los hermanos Segundo, Teresa y Magdalena Gómez Pacheco tienen dos tercios del grupo minero Carola-Coemin.

En todo caso, el exsecretario de Estado ya no representa al empresario minero y quien tomó ese rol fue el bufete Claro & Cía, cuyo socio relevante para estos efectos es Cristóbal Eyzaguirre.

Más allá de la confrontación física protagonizada por Bulnes y Gómez, entre los integrantes del clan empresarial sigue la tensión societaria por Minera Carola-Coemin.

Según abogados ligados al caso, Jonás Gómez tiene derecho a dos directores en la mesa, pero se incumplió dicha disposición en la renovación del directorio de abril de 2021. Para zanjar la disputa hay un arbitraje en curso, el cual está suspendido desde el 2 de julio del 2020 porque Jonás Gómez impugnó y demandó al mediador, Hermann Chadwick Piñera, luego que éste, -según consta en una de las demandas- recibiera un presente de parte de Magdalena Gómez Pacheco, aliada de su hermano Segundo al igual que su hermana Teresa.

Felipe Bulnes, Ex ministro y. Ex abogado de Segundo Gómez Pacheco. Jonás Gómez Gallo, empresario ya fallecido que encabezó el grupo.

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Una historia radical

Los Gómez Pacheco son hijos del político y empresario Jonás Gómez Gallo, masón y militante del Partido Radical, diputado y senador por las provincias de Tarapacá y Antofagasta.

A la par de su vocación por los temas públicos, Gómez Gallo fue un activo empresario minero y atesoró numerosas pertenencias, dando origen a Minera Carola-Coemin. Según cercamos a la familia, la operación minera posee más de 3.500 hectáreas en pertenencias mineras en la Región de Atacama.

Las disputas familiares se desencadenaron tras su fallecimiento, ocurrido el 24 de junio de 2019, a los 96 años. Menos de un año después, Jonás Gómez Pacheco -junto a su hijos Jonás y Pablo Gómez Alonso- presentó una demanda en contra de sus hermanas Magdalena, Teresa y su hermano Segundo. Este empresario -accionista minoritario y a la sazón, director de la Clínica Las Condes- acusó a sus hermanos de incumplir el acuerdo del 20 de noviembre de 2016 para la distribución de utilidades de Comercial e Inmobiliaria Nacional Limitada (INASA). Desde entonces se han sucedido las escaramuzas legales de lado y lado.

Y, en el caso de Carola y según consta en la demanda contra Chadwick, “regularon de manera expresa y clara que las acciones que el grupo familiar tiene en las sociedades mineras Coemin S.A. y Sociedad Contractual Minera Carola serían asignados o repartidos en las siguientes proporciones: 1/3 para el Grupo de nuestros representados (Jonás Gómez Pacheco, Jonás Gómez Alonso y Pablo Gómez Alonso) y 2/3 para los restantes comparecientes del compromiso” esto es, para Segundo, Magdalena y Teresa Gómez Pacheco y sus hijos.

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El enclave minero

Minera Carola-Coemin tiene sus faenas productivas en Tierra Amarilla, a 20 kilómetros de Copiapó. Extrae y produce concentrados de cobre, oro y plata desde un yacimiento subterráneo a través del método de explotación denominado “Sub Level Stopping” y posteriormente se procesa en Planta Cerrillos, para luego ser maquilado en la Fundición Hernán Videla Lira de la Empresa Nacional de Minería (Enami).

El grupo en la actualidad da trabajo a 1.100 personas, todas ellas de la Región de Atacama y especialmente de la comuna de Tierra Amarilla, de las que un 70% son empleos directos y un 30% son contratistas o empleos indirectos.

En 2018 lograron los permisos para ampliar su capacidad productiva, pasando desde 14 mil a 25 mil toneladas de cobre fino al año. Según una entrevista del gerente general, Víctor Hugo Álvarez a la revista de Sonami, Boletín Minero, el plan era pasar a 50 mil toneladas y ser de la gran minería hacia el 2026, invirtiendo unos US$ 380 millones.

Según fuentes del sector minero, dicho plan continúa y están afinando la contratación de las empresas encargadas de los estudios ambientales, la etapa más crítica del proyecto.