La Polar se reúne con tenedores de bonos para explicar su salida de Colombia

Por Miguel Bermeo



En las oficinas de LarrainVial, en Av. El Bosque Norte, a primera hora de la mañana se reunieron ayer los tenedores de bono de La Polar con el gerente de Finanzas y abogados de la compañía de retail, quienes acudieron para explicar la decisión de salir de Colombia.

En la cita participaron representantes de los tenedores de bono y de los acreedores del retailer, entre ellos el Banco de Chile.

Según cuentan quienes participaron de la reunión, los ejecutivos de La Polar habrían expuesto las razones por las cuales el directorio decidió salir del país cafetero. En todo caso, añaden, no se habría tocado la posibilidad de renegociar el convenio judicial preventivo.

La salida


A fines de febrero, La Polar anunció que abandonaba su filial en Colombia. Según cercanos a la compañía, el directorio se habría autoimpuesto un plazo de dos meses para concretar la salida de ese país.

El retailer explicó, al dar a conocer la decisión basada en los malos resultados de la operación, que se encuentran evaluando las posibilidades para materializar su salida de ese país. Una de éstas es la venta de activos y, si bien reconoció que hay procesos en curso, destacó que “no se han alcanzado acuerdos específicos”.

Sin embargo, fuentes de la compañía comentaron que la cadena conversa con tres interesados en quedarse con dicha operación.

Incluso, uno de los interesados está haciendo su análisis de la filial y podría concretar una oferta en el corto plazo, aseguran cercanos.

Los otros dos, en tanto, ya habrían entregado sus ofertas, aunque por parte de la operación, por lo que La Polar estaría a la espera del primero antes de decidir.

En caso de que la alternativa de venta falle, tendrían que activar el plan B: bajar la cortina. En este escenario, el plazo para terminar con La Polar Colombia sería de unos 90 días, calculan cercanos.

La eventual venta de su filial cafetera podría gatillar una renegociación del convenio judicial preventivo. La razón está en que dicha operación está considerada como garantía a determinadas acreencias, por lo que si ésta es enajenada, y no alcanzan a pagarse todas las garantías –que es considerado el escenario más posible-, se van a tener que constituir nuevos respaldos.