¿Cómo Concha y Toro convirtió un laboratorio en un centro para diagnosticar Covid-19?

A mediados de febrero, Gerard Casaubon se encontró en uno de los pasillos del Centro de Investigación e Innovación (CII) de Viña Concha y Toro -institución que él dirige- con el investigador Felipe Gainza, quien está a cargo del laboratorio de biología molecular de esa institución que funciona en la Región del Maule. Ambos venían siguiendo de cerca a través de diversas publicaciones científicas el desarrollo de la pandemia y se pusieron a conversar sobre el tema. En esa oportunidad acordaron analizar si el centro podía ayudar en esta crisis sanitaria que de seguro también afectaría en un futuro cercano a Chile.

"Le pregunté a Felipe si era factible que el CII pudiera colaborar en la realización de diagnósticos para detectar la presencia del Covid-19 en seres humanos, ya que una de las funciones principales de nuestro laboratorio de biología molecular es precisamente determinar la presencia de virus en las plantas", recuerda Casaubon. Gainza le contestó que él estaba justamente analizando el mismo tema y que evaluaría las posibilidades.

Unas semanas después, el investigador y doctor en biología envío un mail al director del centro con las alternativas de colaboración y cómo la tecnología que tenían ahí podía resultar de gran ayuda en las tareas de diagnóstico del Covid-19.

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