Citas con Valdés y Marshall marcan la primera semana de Rodríguez Grossi en BancoEstado

A las nueve de la mañana del jueves 1 de octubre, Jorge Rodríguez Grossi ingresó por la Galería Gabriela Mistral, por primera vez, como presidente de BancoEstado. Ahí, por la misma puerta de acceso para clientes, tomó el ascensor que lo llevó hasta el noveno piso, donde se encuentra su oficina. Desde ahí deberá dirigir al tercer banco del país (medido por activos).

En la institución financiera comentan que las jornadas del ex presidente de Alto Maipo se inician cada día a las nueve de la mañana, y se extienden hasta cerca de las siete de la tarde. En esta primera semana, sus jornadas se han dividido en reuniones -tres o cuatro diarias- con varias áreas del banco (como riesgo y comercio) para ir poniendo al día en las materias más relevantes al ejecutivo.

Pero no parte de cero. Esto porque el también decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado sólo necesita una actualización sobre las condiciones de la entidad estatal, puesto que hasta inicios del año pasado ocupó un asiento en el Consejo Directivo, incluso como presidente del Comité de Auditoría.

Por lo mismo, no ha sido problema para Rodríguez Grossi integrarse al Comité Ejecutivo de BancoEstado, que decide la política y entrega de créditos.

En esta instancia, además de otras ocasiones, ha compartido con Jessica López, gerente general del banco, quien también le ha acompañado a recorrer las instalaciones.

Actos públicos

Con quienes aún no se reúne el ex triministro de Energía, Economía y Minería de Ricardo Lagos, es con el sindicato del banco. Cercanos a los representantes de los trabajadores comentan que esto no ha ocurrido, principalmente, puesto que “los dirigentes están en regiones en giras informativas” respecto a los polémicos últimos acontecimientos. No obstante, es probable que se realice una reunión la próxima semana.

Tampoco ha habido reunión de directorio, ya que la primera cita está agendada recién para el 29 de este mes. Éste será su primer acto oficial.

Según cercanos a Rodríguez Grossi, sus actos públicos hasta ahora se han limitado a almorzar con algunos de los ejecutivos de la entidad en el mismo comedor del banco, sin privilegios.

Sin embargo, estos primeros días dos han sido los hitos que han marcado su llegada. El primero de ellos, su asistencia a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, hasta donde fue citado dos días antes para acudir con el ministro Rodrigo Valdés para explicar el controvertido bono que significó la salida de su antecesor en la presidencia, Guillermo Larraín (ver recuadro).

El segundo hito fue una cita que sostuvo con Enrique Marshall, ex consejero del Banco Central, que el próximo 15 de octubre asumirá como vicepresidente de la entidad con quien conversaron sobre su llegada.

La dupla con Valdés

En el círculo de Rodríguez Grossi comentan que desde su nombramiento el economista no ha tenido contacto con la presidenta Michelle Bachelet.

Hasta ahora su relación ha sido con el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, quien lo llamó para ofrecerle el cargo y con quien ha tenido varias citas de trabajo, antes y después de asumir. Las reuniones, aseguran, le han servido para ir interiorizándose de las metas del banco; por ejemplo, subir a 9 millones el número de Cuentas RUT, hasta aumentar la cobertura para micro y medianas empresas.

Quienes saben de estas citas cuentan que la relación entre Rodríguez y Valdés ha sido bastante estrecha. De hecho, aseguran, habría sintonía total entre ambos, pues hablarían “el mismo idioma”. Algo que, agregan, antes no sentía el titular de Hacienda.

La cercana relación de Valdés con Rodríguez Grossi se apreció en la sesión de la Comisión de Hacienda de la Cámara a la que asistieron esta semana. En el transcurso de la instancia fue muy común que el ex Guacolda consultara al jefe de Hacienda por las cosas que podían o no hablar, mediante notas a mano.

El debut ante el Congreso

El martes, Jorge Rodríguez Grossi expuso ante la comisión de Hacienda de la Cámara, por el bono que entregó su antecesor, Guillermo Larraín, a los trabajadores del banco. Su mensaje estuvo marcado siempre por la cautela: "Quiero que nos ubiquemos en qué industria estamos funcionando", dijo el ex ministro, destacando que en bancos de similar tamaño las remuneraciones fluctúan entre $ 2,4 millones y $ 2,1 millones.

"Un trabajador de BancoEstado tiene todo el derecho de solicitar mejores remuneraciones", afirmó. No obstante, advirtió que "no corresponde, a mi juicio, que los trabajadores aspiren a mucho más de lo que el banco pueda otorgar".

De todas formas, concluyó, "no es que se esté entregando la mitad de las utilidades del banco".