“No debiera haber grandes cambios si aumenta el impuesto de primera categoría”

Por Gonzalo Cerda M.




Incluso si no se hubiera aprobado la reforma tributaria, el impacto en las grandes empresas sería más bien neutro. Las compañías, según explica Jorge Vargas, socio de Consultoría Tributaria de Ernst & Young, han trabajado en dos escenarios: con un Impuesto de Primera Categoría de 18,5% y de 20%. “El resultado de la votación no debiera afectar los planes de inversión de la mayoría de las empresas, es algo más bien a nivel político, de gobierno, no debiera haber grandes cambios si se mantiene o si baja la tasa con la que comenzamos el año”, sostiene.

El problema que podría generar un rechazo del proyecto, agrega, es más bien de flujo en las empresas medianas y pequeñas, las que tendrán que realizar un cambio de 1,5 puntos en la carga prevista para el año o incluso, en sus impuestos diferidos de 3 puntos tanto al alza, si es trabajaron con un escenario de 17% o a la baja, de haberlo hecho con 20%.

“Un tema que afecta son los denominados impuestos diferidos, es decir un gasto hoy, financieramente puede ser un gasto mañana, por lo tanto, esas diferencias de plazo en el reconocimiento de los gastos o de los ingresos genera una estimación, la que se estaba haciendo con una tasa de 17% y si existía cambio de ley los impuestos se iban a reconocer con tasa de 20%. En ese contexto, sí tiene un efecto financiero muy importante”, detalla el experto.

Vargas reconoce que en la mayoría de los directorios se estaban trabajando los presupuestos con estos dos escenarios, pero el impacto en las empresas pequeñas dependerá de la capacidad de gestión que estas tengan, donde “el manejo de piernas” para realizar cambios, permitirá afrontar y ajustar los gastos a la realidad tributaria.

“Las empresas trabajan en base a presupuestos. Hoy tienes claro cual va a ser tu presupuesto el próximo año, pero se debe ir evaluando y modificando el forecast (…) no creo que de un año para otro cambien los planes de inversión, pero si el presupuesto de gasto. En las empresas que hemos visto -no particularmente por este tema-, cambian todo su presupuesto, pero si es algo importante de evaluar en el corto plazo. Deben evaluar ese efecto impositivo que está dentro de los presupuestos de corto plazo”, enfatiza.

Otros temas en que las empresas estaban evaluando los cambios posibles, eran los costos de los derechos de acciones, la homologación en la enajenación de derechos de las acciones, pero Vargas explica que “la gran mayoría de las empresas grandes y pequeñas, que estaban preocupadas, tenían planes de contingencia para cada uno de estos temas”.

De igual forma, respecto de los precios de transferencia, que también que iban de la mano con la reforma tributaria, al rechazarse el proyectos, el marco legal que las compañías esperaban queda sin efecto. Por esta razón, Vargas advierte que es de esperar que Servicio de Impuestos Internos (SII), vía circular pueda normar dado que es una arista que la entidad puede fiscalizar.