Soto: “Es verdad que las cifras han decepcionado, pero esta economía tiene una capacidad de crecimiento importante”
Asesor clave de Rodrigo Valdés llama a la calma en medio de la persistente desaceleración de la actividad y apuesta a que “este año o el próximo debiera producirse un punto de inflexión en materia de déficit fiscal”.
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por sebastián valdenegro
Claudio Soto sabe que su escritorio tiene historia. Por la oficina del coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda, en el piso 12 de Teatinos 120, han pasado nombres ilustres como Joaquín Vial, Guillermo Larraín, José De Gregorio e, incluso, el hoy ministro del ramo, Rodrigo Valdés.
Este economista de la Universidad de Chile, con doctorado en la Universidad de Nueva York y una larga trayectoria en el Banco Central, asume la complejidad del cargo, sobre todo en medio de una actividad que no da señales de repunte, lo que fue ratificado tras las decepcionantes cifras de sectores económicos y el fuerte alza del desempleo que informó el INE para el mes de mayo, la semana pasada.
Soto llama a la calma ante los pronósticos de que la economía irá de más a menos en el actual ejercicio, anticipa que en el mediano plazo el Producto volverá a su crecimiento de tendencia y señala que la autoridad no claudicará en su esfuerzo por reducir el déficit estructural.
- ¿Qué tan apremiante es el escenario económico? Las cifras del INE de mayo fueron malas…
- Efectivamente, las cifras no fueron muy buenas, pero hay que tener cuidado con la lectura de alta frecuencia de los datos. Las cifras mes a mes son volátiles, en particular la minería. Sabemos que por una serie de factores de oferta la minería tiene alta volatilidad y eso incide de manera importante en el Imacec.
Por lo tanto, habría que leer con cautela los datos, a pesar de que sin duda no son buenos. Lo importante es la tendencia que se va configurando en la economía. Nosotros esperamos que durante este año veamos una cierta tendencia a la consolidación del crecimiento y una recuperación algo más vigorosa a futuro.
Hasta ahora, las señales no son muy claras, pero la lectura del dato puntual de un mes no nos tiene que confundir respecto de las tendencias que esperamos hacia adelante.
- Pero en la tendencia hace rato que la economía chilena viene sorprendiendo a la baja.
- El PIB del primer trimestre sorprendió al alza (2,1%). Pero es verdad, un 2% no es un crecimiento elevado, pero en el contexto en que estamos la economía ha seguido creciendo y eso es importante.
Hay que tener mucho cuidado al analizar las tasas de crecimiento anual, ya que tenemos algunas bases de comparación que son más exigentes que el año pasado, sobre todo en el tercer trimestre, lo que podría llevar a una lectura más negativa de los datos de lo que realmente son. Perfectamente podríamos tener una economía que sigue con cierto dinamismo, pero que por una base de comparación muy alta el año pasado se ve con un crecimiento más bajo. Hacia adelante esperamos una recuperación de la velocidad del crecimiento.
- ¿Qué los hace pensar que viene un repunte?
- La economía chilena hace un rato está en una etapa de transición después del boom de commodities. Esa transición implica que los sectores transables son los que deben empezar a tener un mayor liderazgo, y para eso es clave la señal de precios. Eso hasta ahora ha ocurrido de manera más lenta que lo esperado, pero en algún momento eso debiera ocurrir.
Lamentablemente, nosotros esperábamos que la contracción de la minería ya hubiera tocado fondo, pero lo que vemos es que todavía se han seguido produciendo correcciones a la baja en la inversión minera.
Uno esperaría que una vez que se despeje la incertidumbre de corto plazo, empiece un ciclo de reinversión porque el sector minero es rentable.
- ¿Chile está inmerso en un período prolongado de estancamiento?
- Estamos pasando por una fase de reacomodo, período en que la economía crece menos que su potencial. El reacomodo ha sido más lento de lo que hubiésemos previsto, pero eventualmente se va a producir y cuando pase la economía irá creciendo hacia su tendencia.
Incluso, uno debiera ver tasas de crecimiento superiores al PIB tendencial porque hoy tenemos brechas negativas, la economía está operando por debajo de su potencial y se tiene que producir una convergencia hacia sus niveles potenciales, y eso implica crecer por sobre ese nivel durante un período.
Es verdad que las cifras han decepcionado, pero la visión de mediano plazo sigue siendo que esta economía tiene una capacidad de crecimiento importante.
“Nuestro compromiso es la consolidación fiscal”
- Ya en enero de este año Hacienda hablaba de un escenario externo desfavorable para Chile. ¿El Brexit empeora ese diagnóstico?
- Había mucho temor de que si esto ocurría, se generara una volatilidad financiera muy grande. Para sorpresa de muchos, la volatilidad fue bien acotada. Eso, en el corto plazo, nos deja un poco más tranquilos.
La economía chilena tiene una serie de fortalezas que nos hacen estar bien preparados para enfrentar esto.
Sin embargo, se instala una incertidumbre en Europa que es bien grande respecto de la relación de Inglaterra con la Unión Europea. Hoy tenemos que pensar cómo nos vamos a relacionar con Inglaterra en el futuro. Y se instalan discusiones complicadas en otros países europeos y eso genera incertidumbre y una amenaza que ojalá no se materialice: se han escuchado voces más proteccionistas y eso es algo que es negativo para nuestra economía. Es muy importante para Chile que el mundo permanezca abierto. Esto, sin duda, nos impone un desafío más grande, a Chile le conviene un mundo abierto e integrado.
- El Brexit ha abierto la puerta a los bancos centrales del mundo para relajar su política monetaria. ¿Podría pasar algo similar en Chile?
- Sin duda, el Banco Central tiene que evaluar cómo las noticias impactan su trayectoria esperada para la inflación hacia adelante y cuál es la política monetaria coherente con esa trayectoria.
- Cuando se producen shocks externos, todas las miradas apuntan hacia una política fiscal más contracíclica.
- El gasto público está creciendo a una tasa estable y no está siendo un freno para la economía. Una manera de medir la expansividad de la política fiscal es el cambio en el déficit. En ese sentido, vemos que este año el déficit efectivo va a ser mayor que en 2015, con esa métrica la política fiscal está contribuyendo a la demanda agregada.
La situación fiscal de Chile es muy sólida. Nuestro compromiso de reducir el déficit estructural implica necesariamente que los déficit efectivos se irán reduciendo hacia adelante.
Durante este año o el próximo debería producirse un punto de inflexión en materia de déficit que haga que el balance efectivo vaya convergiendo hacia una situación de equilibrio.
- En un escenario más riesgoso para la economía chilena y en la que se requiere un apoyo del Fisco a la actividad, ¿qué posibilidad hay de relajar la meta de reducir el déficit estructural?
- Nuestro compromiso es transitar hacia una consolidación estructural, creemos que es bueno para el país, garantiza la solvencia y le da seriedad a la política fiscal.