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Nouriel Roubini: “Chile puede dar el paso al desarrollo, pero corre el riesgo de polarización y populismo”

Sostuvo que “el viejo modelo” del país “ya no funciona” y que “debe haber un cambio en la mentalidad de negocios”.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Miércoles 15 de junio de 2016 a las 04:00 hrs.
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De los más de 53 minutos que duró su presentación, el economista de la Universidad de Nueva York y una de las voces más reconocidas a nivel mundial, Nouriel Roubini, dedicó los últimos 18 a hablar sobre la realidad chilena. Su visión, similar a la que entregó sobre el mundo y la región, es que existen aspectos positivos, como también grandes riesgos.

“Entre los países latinoamericanos, Chile es el que tiene la mejor oportunidad de dar el salto al ingreso per cápita alto, al nivel de economías avanzadas”, señaló el economista, quien destacó que el país es una democracia muy fuerte, donde hay debates muy abiertos, las instituciones son fuertes y estables y hay un estado de derecho.

Al hablar de los riesgos que enfrenta la economía nacional, el experto manifestó que “a diferencia de lo que veía hace pocos años, creo que en Chile está el riesgo de polarización social y política. Hay fuerzas de extrema izquierda que favorecen políticas populistas demasiado radicales y algunas de estas fuerzas influencian al gobierno actual. Pero también hay fuerzas en la extrema derecha, a las que no les importa la igualdad social ni la oportunidad económica”.

Añadió que “algunas de esas fuerzas son populistas en términos de su política económica, y está el riesgo de que si la sociedad se vuelve más radicalizada y más polarizada, se volverá más fragmentada. El conflicto político y social se hará más severo y habrá menos oportunidades. Quien sea que gobierne en Chile tiene que encontrar consenso”.

Se acabó la fiesta

Roubini también se refirió a los desafíos que plantea para Chile el fin del super ciclo de las materias primas. “El viejo modelo de negocios de Chile ya no funciona como en el pasado, si es que no está absolutamente roto”, señaló.

Detalló que “era un modelo que dependía esencialmente de la producción primaria y cobre. Ahora que el superciclo se acabó, las ganancias por el cobre no serán las mismas en el futuro. También era un modelo sin suficiente competencia, con monopolios y oligopolios. En un mundo más globalizado, ese modelo no funciona”.

Frente a ello, dijo, “debe haber un cambio en la mentalidad de negocios. Se necesita diversificación económica y producir más bienes y servicios, no sólo los tradicionales. Se necesita innovación tecnológica, más competencia y más emprendimiento”.

Al detallar las oportunidades, Roubini manifestó que “países como Canadá y Australia han podido construir una ventaja comparativa en el sector de los servicios mineros. En Chile hay muchas mineras privadas y mucha innovación posible en la producción de cobre o de otros minerales. Ese es un área de potencial crecimiento para este país: construir las empresas que puedan convertirse en líderes globales en los servicios de minería. Para eso, se necesitan políticas que incentiven que esas innovaciones ocurran”.

Agregó que Chile “es un país al que le puede ir muy bien en esta economía global. Hay que enfocarse en las políticas correctas y pragmáticas, no en los debates ideológicos menos relevantes”.

Panorama global

Sobre la desaceleración de la economía china, Roubini sostuvo que es un tema de tamaño del país, que “es cinco veces más grande de lo que era antes. China está tropezando, pero no está en caída libre”. Añadió que dicho país “no logrará crecer más al 10%; sino 5% o 6% hacia el final de la década”.

También se refirió a la situación de los mercados emergentes. “Muchos de ellos giraron hacia el capitalismo de Estado: demasiado rol de las empresas estatales en la economía y de los bancos estatales en la alocación de ahorros e inversión. Ejemplos eran Rusia, China, India antes del gobierno nuevo, Brasil en los úlitmos años, y más radicalmente el populismo en Venezuela y Argentina, antes del cambio de gobierno. Esas políticas pueden parecer seductoras, pero ya han llegado a su límite”.

Sobre Latinoamérica, señaló que “es una región del mundo que ahora es políticamente estable. Las políticas económicas extremas se están convirtiendo en una excepción. Una salvedad es Venezuela o era Argentina antes del cambio en el gobierno. Cuando el éxito económico no ocurre, hay cambios políticos normales y democráticos”.

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