Mercado valora realismo de Valdés sobre débil actividad en enero pero no ve repunte en febrero

El año pasado, la economía local partió con buenas noticias: el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero arrojó un incremento de 3,4%, ante lo cual en el gobierno se comenzó a hablar de “brotes verdes”, un optimismo necesario tras haber cerrado 2014 con un aumento de solo 1,9% para el Producto.

Pero un escenario de crecimiento “de menos a más” no se concretó y la actividad se apresta a cerrar otro año con un desempeño en torno a 2%, ante lo cual, el Ministerio de Hacienda ha optado al parecer por una estrategia más mesurada en cuanto a los pronósticos del desempeño de la actividad.

El ministro de la cartera, Rodrigo Valdés, además de reconocer que la proyección de 2,75% para el PIB de este año -utilizado para la elaboración del Presupuesto- se ve como una cifra “muy alta” para la realidad económica actual, advirtió que el Imacec de enero será “muy malo”.

El mensaje, más que generar preocupación en el mercado ante el panorama de un débil inicio de año, fue bien recibido. Como explica el economista de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra, existe consenso de que enero será un mes malo para la actividad, partiendo por la alta base de comparación, un día hábil menos y datos de comercio exterior débiles, que reflejan una contracción de las importaciones cercana a 13%, la más fuerte desde junio pasado.

“Es muy importante que el Ministro sea capaz de conectarse con la realidad. Lo peor que nos podría pasar hoy es tener un Ministro que nos diga que van a pasar cosas que no van a ocurrir. Es muy importante que sea sincero con lo que viene porque eso prepara al mercado y da la seguridad de que la autoridad tienen consciencia de la situación en la que estamos”, plantea Sierra.

El economista de Banco Penta, Pablo Witto, también valora la responsabilidad en las palabras del jefe de las finanzas públicas, especialmente “en un período donde hay mucha presión política”.

“El ministro Valdés está siendo responsable al sincerar la situación económica y al reducir el gasto, lo cual es muy positivo”, dice Witto. Sin embargo, el economista hace una salvedad: los parámetros para elaborar el presupuesto de 2016 -tanto en crecimiento como en el precio del cobre a largo plazo- fueron muy optimistas en su opinión, por lo que no había otro camino más que el sinceramiento actual.

“No hay factores ni internos ni externos que puedan impulsar el crecimiento por sobre lo que estamos viendo hoy”, remarca.

Los gremios también comparten la visión de Hacienda y esperan que este 2016 parta con un crecimiento muy débil. “No hay ninguna señal que indique un cambio de tendencia respecto de lo que vemos hoy”, sostiene la gerente de Estudios de la Camara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva.

“Es un pronóstico que sintoniza con lo que venimos diciendo desde hace rato”, indica el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo.

¿Mejores cifras a partir de febrero?

Lo que no es muy compartido en el mundo privado es el pronóstico de Valdés para el Imacec de febrero, ya que señaló que la cifra debería ser “bastante mejor”.

“La cifra puede ser menos mala por un tema estadístico, pero un crecimiento de 1,5% sigue siendo malo”, ejemplifica Sierra, quien ve una reaceleración en la actividad a partir del segundo trimestre, pero muy leve y mantiene su pronóstico de crecimiento de 1,9% para este año.

En el agro, si bien la temporada agrícola 2015-2016 está en pleno desarrollo y se proyecta un crecimiento moderado, Crespo advierte que hay rubros “muy complicados”.

“En algunos sectores puede ser un año productivamente mejor, porque hemos tenido más agua, pero en rentabilidad para los productores será malo. Sólo algunas especies frutícolas se han salvado. La gran mayoría de la actividad que desarrolla la mediana y pequeña agricultura esta decaída y las perspectivas para la próxima temporada no se ven auspiciosas”, explica.

El dirigente enfatiza la “necesidad de rectificar rumbos” e “impulsar una agenda que priorice la reactivación, a través de un diálogo público-privado franco para contrarrestar el negativo escenario que se avecina. Hay que asumir el costo: el país no crecerá al 2% este año y podría acrecentarse la cesantía a fin de año”.

En el comercio, Silva advierte que los niveles de confianza si bien han registrado una tendencia creciente en los últimos cuatro meses, continúan en terreno pesimista, “lo que hace pensar que no veremos grandes crecimientos en el consumo de los hogares en el corto plazo”.

Imacec de diciembre entregará más luces

A primera hora de hoy, el Banco Central dará a conocer el Imacec de diciembre de 2015, y las expectativas no son muy optimistas: apuntan a un crecimiento máximo de apenas 1,5%.

Pero no son pocos departamentos de Estudio los que esperan resultados por debajo de esta cifra: Banchile prevé un incremento de 1,2%; BICE de 1% y Santander de 0,8%.

¿La razón? Una producción minera que continuaría presionada ante la baja del precio del cobre y una industria manufacturera que continuaría reflejando el débil dinamismo de la inversión y la desaceleración del gasto privado.

Con este panorama, el consenso del mercado estima que 2015 cerrára con un PIB de 2% y ven un escenario similar para este año, aunque la mayoría de los pronósticos tienen sesgo a la baja.

"Para 2016 se proyecta un escenario externo más tenso, mayores costos de financiamiento, políticas monetaria y fiscal menos expansivas que en años anteriores, y un precio del cobre bastante deprimido", resumieron en Santander.