Eterovic: “Las autoridades políticas no han sido capaces de mejorar las expectativas”
Para el experto, la incertidumbre local está dificultando el reacomodo de la economía al fin del súper ciclo de los commodities.
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Los mercados internacionales partieron el año convulsionados y la volatilidad ha sido el ingrediente principal en casi todas las sesiones de las últimas semanas. Esta incertidumbre se ha traspasado a las expectativas de crecimiento para las economías globales, principalmente las emergentes, entre ellas Chile.
Para el economista jefe del Grupo Security, Dalibor Eterovic, hay cuatro factores detrás de esta volatilidad: sorpresas negativas en el ritmo de expansión de las economías principales, especialmente de Estados Unidos; el rebalanceo de la economía China, que ha desacelerado en los últimos años, provocando salidas de capitales; la caída del petróleo y sus efectos financieros; y recientes dudas respecto de la calidad en los balances de del sector financiero europeo.
“En los bancos europeos, en general, está subiendo el porcentaje de activos que se considera como incobrable y el mercado anticipa que una parte importante de esos activos podrían ser castigado en el futuro”, plantea el economista.
Pese a este escenario externo más desfavorable, a Eterovic le preocupan más los shocks internos que vive el país y que, a su juicio, podrían transformar una desaceleración pasajera en algo permanente.
- Las proyecciones del mercado para el incremento del PIB de este año se han reducido de manera persistente. ¿Comparte usted esta visión más negativa para la economía chilena?
- Desde fines del año pasado que notamos que las condiciones del impulso externo para Chile iban a ser menores y eso es lo que estamos viendo actualmente. Hacia el tercer trimestre del año pasado, ya habíamos recortado nuestra proyección de crecimiento de la economía chilena a un 1,7% para este año.
- ¿En qué se fundamenta esta proyección, incluso menor al 2% en que se habría expandido el PIB en 2015?
- Primero, en el deterioro de las condiciones externas. Segundo, en una política monetaria que continuaría expansiva, pero con menor intensidad; y una política fiscal que, en términos de impulso, tendría un cambio negativo importante.
Y si a eso uno suma que las expectativas de los agentes se mantienen deterioradas, concluímos que era muy difícil repetir o tener un crecimiento similar al del año pasado.
- ¿Hay posibilidades de recortar su proyección si el deterioro externo persiste?
- El deterioro del escenario externo en lo que va de 2016 ha sido mayor a lo que esperábamos y eso le pone un sesgo negativo a nuestra proyección.
Sin embargo, en nuestro escenario base las condiciones internacionales debieran mejorar algo respecto de lo que vemos actualmente por varias razones. Creemos que las probabilidades de recesión tanto a nivel global como para Estados Unidos permanecen acotadas; pensamos que la situación en China va a ser manejada por las autoridades de manera eficiente y podrá estabilizar su economía; y creemos que la situación de los bancos europeos, en general, dista del pesimismo actual que se está viendo en los mercados.
- Pero en el corto plazo la debilidad global no ha dado muchas señales de ceder. ¿Esto nos llevaría a ver caídas en la actividad de los próximos meses?
- Siempre es una posibilidad, particularmente dada la volatilidad del escenario externo que puede entregar un shock negativo en cualquier momento. Eso es inherente a una economía que crece a una tasa bajo el 2%.
Riesgo de “histéresis”
- En su opinión, ¿cuál es el principal riesgo que enfrenta la economía chilena actualmente?
- El tema complicado para la economía chilena es a mediano plazo y está relacionado con elementos de política.
En los últimos años, la economía chilena ha sufrido dos grandes shocks. El primero fue el fin del ciclo de los commodities, que generó una pérdida en los términos de intercambio, debilitó la demanda y también golpeó la oferta, porque reduce el crecimiento potencial de la economía de manera transitoria mientras ésta ajusta las exportaciones a otros sectores más allá de las materias primas. Ese reajuste genera un crecimiento potencial más bajo por un tiempo, que uno diría es transitorio.
- ¿Y lo segundo?
- Por otra parte, tenemos un segundo shock, que es interno, de incertidumbre política y de cambios regulatorios, que hacen ruidos mientras la economía está reacomodando sus sectores productivos. Y esta incertidumbre se ve reflejada en el pesimismo de los distintos agentes económicos, tanto de consumidores como de empresarios.
Eso dificulta este reacomodo, lo hace más lento, y hace que el período de desaceleración también sea más largo. ¿Y cuál es el problema grave que ocurre con eso? Desaceleraciones que en principio pueden ser transitorias, más probabilidades tienen de hacerse permanentes. Eso es un proceso que en economía se llama histéresis.
- ¿Eso es lo que estamos viendo en Chile?
- El consenso está esperando un crecimiento de 1,9% para este año y eso, dadas las condiciones externas, es esperable, pero hacia el año 2017 la proyección está apenas en 2,5%. O sea, ya claramente se está esperando que el crecimiento bajo sea permanente y eso impacta en las expectativas de los agentes para tomar decisiones de consumo e inversión.
- Lo que a la larga también impacta en el crecimiento de mediano plazo.
- Esto genera que lentamente vaya bajando el crecimiento potencial hacia estos niveles esperados. Creo que ese es el principal riesgo que corre la economía chilena y una parte importante de la responsabilidad está en las autoridades políticas, ellos no han sido capaces de mejorar las expectativas, por lo menos dar un empuje para evitar este fenómeno hacia adelante.
- ¿Las autoridades deberían concentrarse en cambiar las expectativas? ¿Sólo eso podría modificar el rumbo?
- Es normal que durante ciclos económicos desacelerados las expectativas estén deterioradas, pero distintos estudios han mostrado que las expectativas actualmente se encuentran más deterioradas de lo que justifica el ciclo económico y eso es lo que lleva a pensar que es este segundo shock el que lo está provocando.
Y hacia adelante, el riesgo está en la medida que no seamos capaces de generar un modelo de crecimiento sustentable hacia los próximos años. Algunas cosas claves, como la productividad, ya se han mencionado, pero también son fundamentales estímulos a la inversión vinculados con una mejora en la relación riesgo/retorno. Y estímulos al ahorro personal y de empresas que permitan financiar esta nueva inversión.
Al fin y al cabo, si miramos a los países que crecen a velocidades importantes, tienen niveles de inversión altos, los que en gran parte son financiados con ahorro interno. Y, en eso, la relación riesgo retorno es clave.
Si quieres estimular la inversión, debes ofrecer retornos atractivos para que el tipo vaya e invierta dado el riesgo.
"La inflación no será un problema este año"
- ¿Cuál es su visión para la inflación este año?
- Esperamos una inflación en torno al 3%, que contiene una convergencia hacia el rango meta del Banco Central algo más rápido que su escenario base.
- ¿Qué factores estarían detrás de la baja en los precios?
- Tenemos dos razones para tener una proyección de inflación menor a la del mercado (3,4% a fines de año). Una de ellas es que esperamos una estabilización del dólar, tanto a nivel local como global, con un tipo de cambio que se mantendría en niveles de $ 700 durante el resto del año, lo que junto a la caída en los precios internacionales mantendría muy acotado el crecimiento de la inflación transable. Y el segundo factor es que continuarían moderándose los costos laborales unitarios, un fenómeno que hemos visto los últimos meses y pensamos que continuarán hacia adelante.
- Entonces, ¿la inflación no será un problema este 2016, a diferencia de los dos últimos años?
- Ese no debiera ser uno de los problemas que vamos a enfrentar este año.
- ¿Qué pasará con la política monetaria entonces?
- De darse nuestro escenario base, la tasa de política monetaria experimentaría una pausa prolongada con un alza quizás de 25 puntos base los próximos 12 meses.
- Con la inflación contenida, ¿hay posibilidades de retornar a una política más expansiva para estimular la economía en caso de seguir desacelerándose?
- Por ahora, se ven lejanas. En este momento, la mayor probabilidad apunta a una pausa prolongada. Pero de tener una desaceleración mayor a la que nosotros estamos pronosticando o si hay shocks negativos a nivel global que sean mucho más deflacionarios, bueno la política monetaria reacciona a eso. Uno nunca puede descartar de plano, pero tienen que ocurrir cosas adicionales para que haya un cambio de perspectiva. El Central tiene la flexibilidad para poder responder.