Banco Central reconoce que deterioro del escenario económico es mayor al previsto en su último IPoM
En la Reunión de Política Monetaria de hace dos semanas, según la minuta, se advirtió que existen “crecientes dudas” sobre la velocidad de recuperación en la segunda mitad del año, junto con reconocer que las señales para la inflación son “poco alentadoras”.
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Un mayor deterioro en el escenario económico al previsto en el Informe de Política Monetaria (IPoM), que pone una alerta sobre la capacidad de las compañias de retomar sus actividades sin sucumbir ante la presión que les imponen las cuarentenas, reconocieron los consejeros del Banco Central en su última Reunión de Ploítica Monetaria (RPM).
Según la minuta de la reunión de inicios de este mes, ante esto “todos los consejeros coincidieron en que, dado el cambio en las perspectivas para la economía, podría ser necesario intensificar el impulso monetario en lo venidero, con especial atención a su impacto sobre el flujo de crédito a la economía”.
Con el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en su mínimo técnico de 0,5%, no sorprendió que el 6 de mayo se mantuviera y se reiterara la señal de que este nivel se mantendría por un período prolongado, por lo que el acento en medio de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de Covid-19 está en “los esfuerzos adicionales” en que incurra el ente rector para adoptar “políticas no convencionales”
Ante esto, los consejeros acordaron iniciar un trabajo “intensivo” para identificar medidas no tradicionales que intensificaran el impulso monetario y el apoyo a la estabilidad financiera dado que “la urgencia de las acciones era vital para su efectividad".
En el análisis de hace dos semanas, los consejeros advirtieron que junto al complejo panorama que se vislumbra para retomar la actividad productiva “las noticias sobre la inflación tampoco eran alentadoras”. Esto porque, si bien las proyecciones como las expectativas de corto plazo se corregían de forma importante a la baja, influidas en una parte significativa por el precio del petróleo, la mayor debilidad que se avizoraba en el desempeño de la economía ponía desafíos relevantes para la convergencia de la inflación a la meta".
En este contexto, el aumento del crédito a las empresas es una pieza clave para evitar un daño permanente a la economía, según se desprende del análisis que se hizo en la reunión.
“Todos los consejeros reafirmaron que, en las circunstancias actuales, las decisiones de política monetaria y estabilidad financiera estaban íntimamente ligadas, y que seguía siendo fundamental que se produjera un incremento significativo del crédito que mitigara la quiebra masiva de empresas que, siendo solventes, no podían enfrentar este shock por la fuerte necesidad de caja que se había generado en muchas de ellas”, señala la minuta publicada esta mañana.
Explicaron que de producirse este aumento del crédito, se limitaría la destrucción de puestos de trabajo, llevando a una reactivación más rápida de la economía que permitiría la convergencia inflacionaria y evitaría los efectos adversos en el sistema financiero que pudieran profundizar los costos de la pandemia.
Ante esto, y dada la preocupación de que hasta ese momento aun se aprecian áreas de la economía a las que no llegaba el crédito en la escala de sus necesidades como en el caso de las Pymes, se reforzó la necesidad de asegurar que el instrumento de la Facilidad de Créditos Condicionales al Incremento de Colocaciones (FCIC) estuviese en línea con dicho objetivo.
Si bien, existe consenso en que el FCIC es un buen instrumento, uno de los consejero advirtió que al fijar la tasa de interés a su nivel mínimo por cuatro años para una parte significativa de la cartera de préstamos de los bancos, habría implicancias importantes para las decisiones de política monetaria futura.