Actividad de ingeniería cae a mínimos y anticipa estancamiento en inversión

El Banco Central reveló el jueves pasado que la inversión se incrementó 2,7% en el segundo trimestre de este año, cifra que sorprendió a los analistas y que hace difícil que se cumpla el pronóstico del instituto emisor de un tercer año de caídas para la formación bruta de capital fijo.

Sin embargo, la tendencia alcista no se mantendría en los próximos trimestres, en vista del deprimido escenario a nivel de proyectos de ingeniería. Esta es la principal conclusión del índice elaborado por la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC).

En el segundo trimestre, la actividad de las empresas de consultoría cayó 2,36% en doce meses dejando atrás el alza de 1,7% que anotó en el primer trimestre, con el segmento de ingeniería de detalles -relacionada con la etapa inversional de proyectos ya iniciados- desplomándose 28%, lo que implicó tocar mínimos históricos.

“Los proyectos de infraestructura en Chile continúan a la baja. Las actividades de desarrollo de ingeniería alcanzaron el mínimo en los 20 años de historia del indicador de actividad económica”, advierte el presidente de AIC, Pedro Inojosa.

El ingeniero civil es categórico, señalando que la inversión privada se encuentra “estancada” y que el escenario es sólo comparable al de la crisis de 2009.

Pero no todo son noticias negativas, ya que en el desglose la actividad de ingeniería pre inversional (como la realización de estudios de gestión, planificación y prefactibilidad) creció 3,7% en el trimestre, mientras que la de gestión de la construcción e inspecciones avanzó 6,3%,

“En términos generales, se observa que continúa un fuerte estancamiento de la inversión, lo que mantiene en un nivel mínimo las actividades de ingeniería en Chile. Aun no es posible observar luces de recuperación”, asegura Inojosa.

Escenario sectorial

En el último año, la actividad de ingeniería ha sido un espejo del menor dinamismo de algunos sectores en la economía, principalmente la minería.

En particular, el índice real de actividad se contrajo 9,1% en el rubro minero en el período.

Así, los trabajos de ingeniería en detalles se desplomaron un 45% en el sector en el último año, mientras que la demanda por labores pre inversionales lo hicieron en un 11,4%. La buena noticia vino por el lado de gestión en construcción e inspecciones, que avanzó 5,8%.

El otro rubro que arrastró el índice general es energía: la disminución a nivel general fue de 4,5%, de la mano de un descenso de 47% en las asesorías en materia pre inversional. Dicha cifra no logró ser compensada por las alzas de 59% en ingeniería de detalles y de 31,6% en gestión de construcción e inspecciones.

¿Lo positivo? El avance de 71% en el índice de ingeniería del segmento industrial, impulsado por un crecimiento de más de 150% en el trabajo pre inversional, además de un alza de 59% en la demanda de ingeniería de detalles.

La edificación urbana también destacó por su dinamismo durante el segundo trimestre. El índice real alcanzó un avance de 32%, en medio un incremento superior al 1000% en el caso de la ingeniería pre inversional.

“Cabe destacar que las actividades en minería, infraestructural general y energía representan el 49%, 28% y el 11% respectivamente de las horas hombres invertidas en ingeniería” destaca el presidente de la AIC.

El índice de actividad se basa en las horas hombre que utilizan las compañías asociadas (más de 70) y permite anticipar el nivel de proyectos de inversión que están por realizarse. Las entidades asociadas representan sobre el 65% del mercado nacional.

Pedro Inojosa: "No veo signos de mejoras antes de 18 meses"

- ¿Qué hay detrás de las últimas cifras? ¿La inversión no va a repuntar este año?

- Nuestros indicadores revelan que hoy la actividad principal de la ingeniería está en inspecciones técnicas de obras en ejecución y las horas de ingeniería destinadas a proyectos nuevos son mínimas. Cualquier inversión, ya sea en minería, infraestructura, energía etc. requiere de un estudio de ingeniería previo, normalmente estudios conceptuales, de pre factibilidad y de detalle.

En estas condiciones, los bajos indicadores de la actividad de ingeniería nos revelan que no podemos esperar un repunte de la inversión al menos en 8 a 12 meses más, pues siendo conservadores, es lo que demora en desarrollarse un proyecto mediano de inversión en todas sus etapas.

- ¿A qué atribuye el bajo dinamismo del sector ingeniería?

- Como es sabido, los proyectos del sector privado están bastante lentos y con una baja inversión. Por otro lado, el sector público, con su Presupuesto normal, no alcanza a cubrir toda la capacidad disponible de ingeniería, más si se anuncian ajustes a la baja en el programa de inversiones para este segundo semestre y el próximo año.

La actividad de la ingeniería depende directamente de los niveles de inversión privada y pública.

- La demanda por ingeniería de detalles se ubica en su mínimo desde el inicio del informe (1996). ¿A qué lo atribuye y qué tan preocupante es esta situación?

- La baja demanda de ingeniería es el reflejo de una economía que crece a bajo ritmo y las razones son las mismas que explican el bajo crecimiento del país. Existen aspectos externos, como la baja en el precio del cobre y aspectos internos como es la incertidumbre que han ocasionado los anuncios de reformas de este gobierno. No hay nada peor para un inversionista que la incertidumbre de las condiciones en que deberá operar su proyecto.

- ¿Cuándo podría verse un repunte en la demanda del sector ingeniería?

- No veo signos de mejora antes de 18 meses, es decir, pienso que al menos durante el próximo año, los índices actuales se mantendrán bajos.

- ¿El gobierno debiera tomar medidas para reactivar la economía?

- Al bajar el Presupuesto fiscal se limita el efecto que puede tener el Estado como actor directo en la reactivación de proyectos de inversión. La herramienta más directa que tiene el Fisco hoy es activar fuertemente las concesiones de infraestructura, pues se trata de platas privadas que inyectan un dinero fresco a la economía.

Finalmente, si el gobierno desea incentivar la inversión privada, debe intentar recuperar las confianzas perdidas dando certezas en las reglas del juego y definiendo las condiciones en las que se moverán los proyectos de inversión.