Laboral & Personas

Bárbara Figueroa advierte: “Si se nos dice que se revisará la reforma laboral, vamos a tener tensión con el gobierno”

Ve como “sano” la llegada de Alfredo Moreno a Desarrollo Social: “Elimina la carga de que las organizaciones gremiales no pueden tener postura política”.

Por: | Publicado: Viernes 2 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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A días de iniciar sus vacaciones, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, realiza un balance de lo que será el próximo gabinete y la relación de la CUT con los nuevos ministros.

Respecto al mundo sindical, Figueroa recalca que la multigremial sigue siendo la más representativa del país, afirmando que el surgimiento de más centrales no es sano para el sindicalismo.

- ¿Cómo se van a relacionar con el próximo gobierno?

- Tuvimos una definición muy clara que no nos daba lo mismo quién gobierne. Ahora bien, la ciudadanía se manifestó y a través del voto señaló que quería que el próximo presidente fuera Sebastián Piñera, eso significa que nosotros vamos a tener que establecer una relación con el gobierno entrante en el rol que tenemos, que es ser contraparte.

- El llamado público que realizaron para votar por Alejandro Guililer ¿complejizará el diálogo?

- No debería, pero supongo que para el futuro gobierno no será fácil sentarse a conversar con una CUT que tuvo una clara postura política.

- ¿Qué le pareció el nombramiento de Alfredo Moreno, ex titular de la Confederación de la CPC, en Desarrollo Social?

- El nombramiento de Moreno elimina la carga de que las organizaciones gremiales, sindicales y sociales no pueden tener postura política. Este nombramiento es algo sano porque al fin estamos rompiendo esos mitos y esas falsas verdades, las organizaciones y dirigentes no podemos ser neutros, ni apolíticos. Ese criterio debería ser parejo para todos.

- Francisco Vidal dijo que “poner al presidente del gran empresariado en ese cargo es equivalente a poner a Bárbara Figueroa en la Sofofa”.

- No hay que caer en caricaturas de ningún tipo. Acá hay un gobierno que legítimamente triunfó en la elección, guste o no guste, por lo tanto nadie podría esperar que la conformación del gabinete tuviera posiciones ajenas a lo que ese gobierno representa.

- ¿Cómo ve el nombramiento de Nicolás Monckeberg en Trabajo?

- Tengo que tener la capacidad de entender que somos de posiciones políticas distintas, pero en nuestro rol de contraparte no haré caricaturas de los próximos ministros. Mientras no conozca la carta de navegación del Ministerio del Trabajo, difícilmente puedo suponer qué es lo que van hacer.

- Pero ya se ha hablado de perfeccionamientos a la reforma laboral.

- Parto de la base de que el futuro gobierno, en toda su campaña, puso un tema central: más empleo. Esa fue su gran bandera de lucha. Por lo tanto, supongo que su primera prioridad, más que estar retrotrayendo avances de la reforma laboral, será poner el pie en el acelerador en la creación de empleo. Ahora, si se nos dice que hay que revisar la reforma laboral y que hay que hacerle esto o lo otro, ahí creo que vamos a tener puntos de tensión con el gobierno.

- Con este gobierno tendrán que negociar las próximas alzas del salario mínimo. El que Felipe Larraín en Hacienda sea un ministro ya conocido por ustedes, ¿facilita el diálogo?

- Creo que sí. Si se mira la conformación del nuevo gabinete se puede ver que hay una clara señal de que ellos no quieren perder ni un minuto, y que van a sacarle mucho provecho a los cuatro años que tienen. Por lo tanto, no debe extrañar que hayan ministros que están ‘probados’ en ciertas carteras. Felipe Larraín tiene un trayecto recorrido y puede ser muy favorable para el diálogo que viene. Es en cierta forma ‘una mano conocida’, pero habrá que ver si la disposición del gobierno a dialogar es la misma que tuvo hace cuatro años.

¿Queda atrás la crisis?

- La CUT impulsó un proceso de autoreforma en 2017 tras el escándalo de las elecciones de 2016, ¿en qué quedó eso?

- Siempre hay cosas por mejorar, pero podemos decir que vamos a enfrentar al nuevo gobierno con mejor pie, con una CUT fortalecida, porque nos hicimos cargo de corregir aquellos déficit y vicios internos por los que el mundo de oposición -que mañana va a ser gobierno- tanto nos ha cuestionado.

- ¿Se dejó atrás la crisis de 2016?

- Dimos pasos muy significativos, pero tengo la impresión de que con eso no se cierra esta etapa. Todo esto lo hemos hecho en un rango de siete meses, en los que además hemos crecido en afiliación: desde junio a la fecha hemos tenido la afiliación de seis nuevas federaciones. Hemos avanzado, pero aún nos queda mucho por recorrer.

- En enero Arturo Martínez lanzó su nueva central de trabajadores. ¿Cómo fortalecerán la representatividad de la CUT?

- Nadie puede decir que es un triunfo para el sindicalismo la atomización, y que se creen nuevas centrales lo único que hace es generarle más dificultades a los trabajadores para avanzar en la mejora de sus condiciones. No nos parece que sea sano que la apuesta del movimiento sindical sea seguir dividiéndose.

Ahora bien, la CUT es la central más representativa de Chile, eso está oficiado por documentos, y uno lo que espera es que la autoridad, aun cuando tiene el legítimo derecho de mantener relación con todas las centrales, respete lo que cada una representa.

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