Economía y Política

Bitácora de un notario: los mitos que rondan la tradicional actividad

Seguridad judicial, orientación gratuita para los más pobres o justicia preventiva, sin contar el riesgo inherente de firmar documentos valiosos para las personas, son los argumentos centrales de un rubro que busca mantener su importancia en el sistema legal chileno.

Por: | Publicado: Viernes 10 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Sebastián Vega



“Esta es una actividad que está totalmente estigmatizada, donde la gente percibe que el notario es una persona que se sienta, firma y gana mucho dinero, lo que, obviamente, no es real, para nada”. Alfredo Martin Illanes, abogado de profesión y titular de la 15º notaría de Santiago, explica de entrada, que los prejuicios en contra de su gremio son grandes, pero que cuentan con argumentos suficientes para mantener la actividad vigente.



10:00 AM


Ubicada en el corazón de Providencia, la oficina de Alfredo Martin abrió hace media hora y ya está llena. Innumerables finiquitos y declaraciones juradas son los que minuto a minuto circulan por el despacho del notario, quien, con una habilidad insospechada, firma papeles y dialoga con naturalidad sobre los problemas que aquejan al oficio.

“En Santiago tenemos más de 120 notarías, en consecuencia, se ha generado una competencia bastante fuerte en cuanto al servicio. Nosotros trabajamos en base a un arancel que fija máximos y mínimos, o sea, determina un máximo a cobrar, eso porque el notario tiene esa facultad de acuerdo a la realidad de competencia que tiene”, respondiendo al ideario colectivo que los sindica como un negocio muy rentable. Según un estudio que ellos mismos llevaron a cabo, el ingreso bruto del sistema oscila entre los US$ 150 y US$ 180 millones anuales, derivados del trabajo de 391 Notarías y Conservadores en todo Chile. El gremio indica que sus entradas totales sólo representan la mitad de la facturación anual de la agencia de viajes más grande de nuestro país.



10:45 AM


“Al firmar un documento ante notario no van a poder desconocer la firma, la fecha en que firmó el contrato, las articulaciones que se contienen dentro de él, porque está autorizado, timbrado y sellado por el notario, es decir, las posibilidades de judicializar el tema se restringen notoriamente”, asegura Martin, apuntalando el concepto de seguridad judicial, un término que entrega al usuario, de forma voluntaria, la certeza y resguardos necesarios para celebrar, por ejemplo, un contrato de arriendo entre dos personas. Para el presidente de la Asociación de Notarios, considerar el pago del derecho respectivo por la actuación, significa eludir todos los gastos que podría conllevar un pleito legal. “Lo que usted quiso hacer por evitarse el pago de $ 5 mil máximo como ejemplar, se le transformó en un juicio de $ 300 o $ 400 mil, sin considerar la pérdida de tiempo”, indica.



11:20 AM


Mientras los funcionarios entran y salen de la oficina, llevando cartas poder listas para ser aprobadas, el notario destaca la importancia del efecto económico de la justicia preventiva. “Realizamos 18 millones de atenciones al año, entre sistema notarial y de conservatorio. De estos, el 0,001% puede derivar en juicio, mientras los tribunales ingresan 2 millones y medio de causas al año. Si sólo el 10% de esas 18 millones de atenciones no contaran con esta justicia preventiva, el Estado estaría en la obligación de crear un nuevo Poder Judicial”, afirma categórico.

El dato aportado no es menor, pues por concepto de actuación preventiva, el gremio le hace un ahorro colectivo a las arcas fiscales, gracias a que no tienen que destinar recursos del presupuesto anual del Poder Judicial -que en 2010 ascendió a los US$ 520 millones- para este tipo de acciones legales.

“No somos pagados por el Estado, ni para infraestructura, ni para nada”, y agrega que “de ahí viene la gran falacia de la cantidad enorme de plata que ganamos, porque ingresa plata, pero egresa mucha también (…) más encima con aranceles que están congelados hace 13 años”, denuncia Alfredo Martin.



12:00 PM


Un notario público es un abogado al que el Estado ha investido de fe pública, una responsabilidad que requiere “una preparación especial, a lo menos, de haber hecho un curso de derecho notarial o derecho registral (conversadores de bienes raíces)”, apunta el titular de la 15º notaría de Santiago, señalando el riesgo inherente del que ejerce esta actividad. “Las personas tienen la garantía de que la responsabilidad del notario se puede hacer efectiva en forma fácil y muy visible (…) nosotros respondemos con la `pega´, patrimonio y con todo”.



12:15 PM


Alfredo Martin -casi cuando estamos por partir- nos recuerda la que, quizás, es la labor menos conocida de los notarios; la de orientar jurídicamente a los sectores más marginados. “Puede que en Santiago no sea tan visible, pero trasladémonos a las zonas más alejadas de los centros urbanos, ahí somos permanentemente consultados”, dice, y termina afirmando que “el notario es quien orienta y no cobra por consulta profesional, percibiendo solamente la actuación notarial, entonces somos orientadores jurídicos gratuitos para el quintil más pobre de este país”.

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