Reforma tributaria: el round que enfrentó a Fuensalida, Escobar y Micco
El exsubsecretario de Hacienda advirtió que los cambios a la norma antielusión “debilitan” su aplicación, lo que fue retrucado por la coordinadora de Teatinos 120. ExSII llamó a tomarse más tiempo en la discusión “sin eslogan”.
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"¿Modernización o reforma tributaria?" Bajo esa interrogante se reunieron en un seminario del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la Universidad Católica tres actores clave en el debate impositivo por estos días, representando bandos transversarles.
Por el lado del gobierno, en el panel se ubicó la coordinadora de Modernización Tributaria del Ministerio de Hacienda, Carolina Fuensalida; a su derecha, el exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII) en el primer gobierno de Michelle Bachelet, Ricardo Escobar; y a su izquierda el exsubsecretario de Hacienda de la anterior administración y "cerebro" de la reforma tributaria de 2014, Alejandro Micco. El panel fue moderado por el director alterno de Clapes, Leonardo Hernández, y contó también con la participación del investigador del think tank, Luis Felipe Lagos.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ya había abandonado el edificio del MBA de la UC, en plena Alameda, mostrando su disposición a dialogar y alcanzar un acuerdo con la oposición, pero también lanzando críticas a quienes "antes de leer el proyecto ya estaban criticándolo y señalando que no traía nada bueno".
Así que el escenario estaba servido para una discusión técnica, que si bien se llevó a cabo en buenos términos y con respeto, tampoco estuvo exenta de interpelaciones y momentos de tensión.
Cara a cara
Quien abrió los fuegos fue Micco, quien advirtió que el proyecto "no es una modernización, sino un cambio estructural" del sistema tributario, enumerando modificaciones como la eliminación de los sistemas de integración parcial y renta atribuida, los cambios en el IVA a la vivienda y las modificaciones a la norma antielusión, entre otros.
"No es prudente haber planteado un cambio estructural sin que el régimen actual entre en plena implementación. Hubiese sido mejor una modernización y no una reforma estructural. Eso crispa el ambiente", aseguró Micco, quien incluso le aseguró a Fuensalida que "los cambios propuestos erosionan la norma antielusión. Lo he hablado con abogados que se sentaron contigo a la mesa en la negociación de la reforma de 2014. Eso lo vamos a ver".
Fuensalida, sin responderle directamente a Micco, enfatizó que el sistema integrado único que propone la reforma "de por sí es una simplificación" y recalcó que la norma antielusión se trabajó en conjunto con el SII.
"La modernización se trabajó con el SII. No podíamos caer del Olimpo del piso 12 de Teatinos 120 a presentarle un ladrillo al SII", lanzó la abogada, enfatizando que "hubo un capítulo completo de la reforma que fue pedido por el SII".
"La certeza jurídica también es parte de los incentivos al crecimiento. Tengo que sancionar a los que evaden y la norma antielusión es clave porque quita elementos de subjetividad", planteó Fuensalida.
Comisión presidencial
Por su parte, Escobar señaló que "eché de menos" la creación de una comisión presidencial para diseñar una propuesta de simplificación tributaria, argumentando que un proyecto de más de 200 páginas de extensión "tiene elementos estructurales y no solo es una modernización".
Asimismo, hizo un llamado al gobierno y la oposición a "darse el tiempo para generar los acuerdos políticos" y "no sacar adelante en quince días el proyecto como ocurrió en el anterior gobierno".
"Los invito a que se tomen el tiempo, dense la oportunidad para escuchar y con menos eslogan. Sería una pena que se apruebe por un voto la reforma y en cuatro años más estemos acá de nuevo, discutiendo una reforma tributaria", concluyó Escobar.