Las duras batallas que deben dar los inmigrantes para traspasar sus fondos de pensiones fuera de Chile

El segundo semestre de este 2016 ha estado marcado por dos debates nacionales: mejorar –o derechamente cambiar- el actual sistema de pensiones y fortalecer la regulación de la inmigración.

Ambas discusiones, sin embargo, han olvidado un punto que cruza transversalmente esos dos temas: las pensiones de los migrantes. 

En la actualidad, Chile tiene convenios bilaterales con 25 países y otro de caracter multilateral con nueve, para portar los fondos. Estos acuerdos, por ejemplo, permiten a un brasileño poder cotizar durante un tiempo en Chile y posteriormente llevárselo a Brasil y seguir aportando allá.

Éstos, no sólo benefician a los inmigrantes, sino que también a los chilenos que se quieran radicar fuera del país. 

A primera vista, esto parece simple, pero no lo es, especialmente para algunos extranjeros que deben cumplir con ciertos requisitos y que pueden convertirse en desgastantes batallas. 

En primer lugar, los migrantes deben acreditar que son técnicos o profesionales. Luego, presentar documentos que demuestren que están afiliados a un sistema de previsión social en su país de origen y explicitar, desde su primer contrato laboral en Chile, que mantendrán su afiliación con dicho lugar. 

Los técnicos y/o profesionales que quieran hacer uso de esta opción y cumplen con estas obligaciones, deben pedir a su Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) traspasar los fondos. Lo malo es que éstas pueden cobrar entre un 30% y 40% de lo cotizado. 

Quienes no tienen estudios acreditados, sencillamente no pueden llevarse su pensión. 

"Es discriminatorio"

Estos requisitos han sido fuertemente criticados por organizaciones de migrantes en el país. Según la vocera de Acción Migrante, Tatiana Albuja, pedir título profesional o técnico para poder hacer el retiro es "discriminatorio", ya que alguien que no cumple con esta condición no puede optar a lo que se considera hoy en día como un derecho. 

"Es obviamente discriminatorio, porque sólo los que cumplan con ese requisito los pueden retirar. Además, cuando lo hacen, hay un descuento de 30% porque les cobran como renta. Es una cantidad bastante importante porque es de capitalización individual. No es un dinero que lo ponga el empleador o el Estado", dijo en conversación con Diario Financiero. 

La socióloga de origen ecuatoriano apuntó, además, que los inmigrantes que llegaron jóvenes a Chile no podrán hacer uso de este derecho, ya que no alcanzaron a afiliarse al sistema de su propio país.

"Una persona que vino a los 17 años y que hoy está cotizando y quiere hacer la portabilidad de fondos, no lo va a poder hacer. Ese es uno de los grandes problemas que tenemos", comentó.

¿Qué pasa si no hay convenio entre Chile y el país de origen?

Si no existe un convenio entre el país de origen y Chile, para hacer traspaso de los fondos de pensiones, la situación se vuelve más compleja. 

La única opción que le queda a esa persona para poder hacer uso de todo su dinero es pensionarse en el país y desechar la opción de devolverse a su lugar natal. 

"Si no tienes el convenio bilateral vas a tener que jubilarte con la pensión que te dan las AFP. Si la persona se fue, esa plata queda en fondos de rezago, porque la persona no va a venir por $ 7.000 que es el promedio de una persona que ha estado trabajando 10 años en Chile, se va a venir por esos $ 7.000 una vez al mes", explicó Albuja. 

Según cifras de Extranjería, el monto total de dinero que se encuentra rezagado en los fondos de pensiones de extranjeros que se marchan sin hacer uso de los mismos es de más de US$ 30 millones.