Derecha sale a defender a Piñera y oficialismo amenaza con una comisión investigadora

“Campaña sucia” fue lo que retrucó Sebastián Piñera ante sendas publicaciones que denunciaron ayer la compra por parte de Bancard -sociedad de su propiedad- de acciones de la empresa peruana Exalmar S.A., mientras Chile y la nación vecina se encontraban en pleno litigio marítimo en La Haya.

En paralelo a la declaración pública y posterior conferencia de prensa del ex mandatario, dirigentes y parlamentarios de derecha se hicieron eco de esas explicaciones en una defensa cerrada a su mejor carta presidencial.

Las alarmas se encendieron temprano ayer en Apoquindo 3.000 ante las publicaciones de El Mostrador y Radio BioBío, por lo que Andrés Chadwick, no llegó a la reunión de Chile Vamos en la que participa todos los lunes, y desde el centro de operaciones del ex mandatario se delineó el discurso que el resto de la coalición puso en práctica concienzudamente para sacar del foco de la acusación de conflicto de interés que afectaría a Piñera, debido a que las negociaciones se habrían realizado durante su mandato. De ahí que en su defensa asegure que en ese período puso sus negocios en un fideicomiso ciego

El timonel de la UDI y vocero semanal de Chile Vamos, senador Hernán Larraín, fue el primero en abrir los fuegos: “Tengamos claro que cuando alguien de la oposición va ganando en las lides presidenciales surgen de inmediato las campañas sucias u operaciones destinadas a impedir que nuestro candidato, o uno de nuestros candidatos, tenga éxito electoral”. Y añadió que “aquí hay una suerte de campaña destinada a limitar el impacto que está teniendo la oposición, Chile Vamos, y hoy día Sebastián Piñera, liderando las posibilidades presidenciales”.

Incluso, Larraín expresó su convicción de que situaciones como ésta, que buscarían desprestigiar la imagen de Piñera, se verán muchas más el próximo año, en la medida que se acerque la campaña presidencial, pues “nuestros amigos de la Nueva Mayoría son expertos. No saben gobernar, pero sí saben hacer campañas comunicacionales para debilitar las opciones de la oposición que puedan aparecer liderando las posibilidades de suceder al gobierno actual”, palabras que, de paso, dan cuenta de que los líderes de la UDI ya tienen una decisión tomada en materia presidencial.

Estos argumentos fueron replicados posteriormente por los diputados Nicolás Monckeberg (RN), Felipe Ward (UDI) y José Manuel Edwards (ex RN), entre otros; y por el presidente de RN, Cristián Monckeberg, quien señaló que “es evidente que lo que hay acá es una investigación periodística, que puede tener la mayor de las legitimidades, pero el aprovechamiento político que hace la Nueva Mayoría, el aprovechamiento político que están haciendo quienes hoy ostentan el poder y ostentan el gobierno, no tiene límites” y añadió que “partió lo que todos conocemos, la campaña sucia”.

Peticiones de investigación

Sin embargo, en el oficialismo también se coordinaron y dada la gravedad de la denuncia se decidió solicitar la creación de una comisión investigadora.

El jefe de la bancada DC, Fuad Chahín, advirtió que está instancia es necesaria, porque “hay varias cosas que investigar, además del famoso fideicomiso, de las inversiones extranjeras, está el tema de cómo nuestros organismos defendieron los recursos naturales chilenos, perdidos por nuestro país en el fallo en cuestión; todo esto, obviamente, favoreciendo los intereses económicos del ex presidente”, por lo que hoy se recolectarán las firmas para ello.

En la misma línea y a nombre del Partido Socialista, el diputado Fidel Espinoza también anunció comisión investigadora, indicando que “estamos hablando de un hecho que puede afectar directamente los interés del país, porque Piñera era Presidente de la República, cuando se desarrollaron estos hechos”.

El jefe de la bancada PPD, Ramón Farías, fue categórico en señalar que “es éticamente inaceptable que sea (Piñera) candidato presidencial”.

En todo caso, en la oposición preocupa que se pudiera aprobar una comisión investigadora, porque bien saben que podría tener consecuencias negativas.