Central vuelve a mantener la tasa y el mercado ahora apuesta a mayo para la primera baja
El Consejo del ente rector recalcó que la inflación “sigue siendo muy elevada” y que la convergencia a la meta del 3% “aún está sujeta a riesgos”.
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Sin sorpresas terminó la primera Reunión de Política Monetaria (RPM) del año. Tal como esperaba el mercado, el Consejo del Banco Central mantuvo la Tasa de Política Monetaria (TPM) por segunda cita consecutiva, en 11,25%.
En el comunicado posterior a la cita, el grupo presidido por Rosanna Costa destacó que “la política monetaria ha hecho un ajuste significativo y está propiciando la resolución de los desequilibrios presentes en la economía”.
Pero, alertó que “la inflación sigue siendo muy elevada y la convergencia a la meta de 3% aún está sujeta a riesgos”. Por esto, el Consejo reiteró que mantendrá la TPM en 11,25% “hasta que el estado de la macroeconomía indique que dicho proceso se ha consolidado”.
El Consejo recordó que la inflación se ha ido moderando, pero acotó que en los últimos dos meses de 2022 estuvo sobre lo previsto en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre. Y, recalcó que las expectativas a dos años siguen por sobre la meta de 3%.
Relataron que el ajuste de la economía ha seguido su curso, pero que el mercado laboral sigue encendiendo alertas. También mencionan la apreciación del tipo de cambio -en torno a 8% desde la última reunión-, pero acotan que sus implicancias macroeconómicas serán evaluadas en el próximo IPoM, a comienzos de abril.
En lo internacional, la inflación mundial ha disminuido algo, pero las presiones “continúan siendo importantes”. Esto ha llevado a que los principales bancos centrales sigan subiendo sus tasas, mientras las perspectivas de crecimiento se mantienen “débiles”.
Una pausa más larga
Era prácticamente un consenso que la tasa seguiría en 11,25%, pero en la Encuesta de Operadores Financieros del lunes se esperaba que los recortes iniciaran en abril. Tras la reunión, el grueso del mercado pospuso su apuesta para el primer ajuste en mayo, o incluso después.
Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, fue uno de ellos, y estima que la rebaja sea de al menos 100 puntos base. “Esperamos que para esa fecha haya evidencia de que el proceso de caída de inflación se haya consolidado y ya habrá bastante evidencia de la recesión que la economía está sufriendo”, dice.
En Bci Estudios consideran que en su último comunicado el Central “mantiene un tono de cautela, postergando para el próximo IPoM un análisis más profundo”, lo que los lleva a esperar un movimiento similar, en tiempo y magnitud.
Un matiz hace Patricio Jaramillo, director de Riesgo Financiero de Deloitte, quien ve que en el quinto mes del año la TPM descendería a entre 10,5% y 10,25%, y que cerraría este 2023 algo bajo 7%. Y, Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, coincide en que en mayo el ente rector comenzaría “un moderado y gradual” proceso de relajación.
En Coopeuch ven más probable que el inicio del ciclo se traslade hacia el final del primer semestre, en línea con Samuel Carrasco, de Credicorp Capital, quien espera, si no hay sorpresas a la baja en el IPC de enero y febrero, el primer recorte en mayo, entre 100 y 150 pb. Pero, dice que el Central “enfrenta riesgos asimétricos”, ya que “el costo de errar en la evaluación de la desaceleración inflacionaria es mucho mayor que el costo de posponer el ciclo de relajación unos meses”. Así, ve que los ajustes incluso podrían comenzar en junio.
¿Todavía abril?
Claudia Sotz, economista jefa de Tanner Investments, plantea que en abril el Banco podría dar la señal de un “sesgo dovish” para iniciar las bajas, o bien aplicar el primer recorte, condicional al escenario internacional y nacional.
Santander alerta que la autoridad “deberá correr ciertos riesgos a la hora de iniciar el proceso de recortes”, y en su opinión, en la próxima reunión el Consejo “debiese tener argumentos suficientes” para hacerlo. Agregan que “dados los rezagos con los que actúa la política monetaria y dado el nivel actual de la tasa rectora, los movimientos a la baja deberán ser agresivos de manera de evitar un innecesario sobre ajuste de la economía”.